Capítulo 5

2.8K 241 5
                                    

Me desplacé por todas las carpetas que tenía aquel móvil, esperando, rezando, por encontrar pistas del paradero de los cazadores, o más bien, de Harry. Sin embargo, todo estaba vacío, no había números de teléfono, ni mensajes, ni tan siquiera había fotos.

—¿Lia? —preguntó la voz de Niall, quien acababa de entrar por la puerta junto al resto— ¿Qué ha pasado?

—¿Estas bien? —dudó preocupado Dylan mientras corría a confirmar su pregunta, y yo guardaba en el bolsillo del pantalón aquel aparato.

—Estoy bien tranquilos.

—¿Te han atacado? —Quiso confirmar Luke.

—¿Quién? —Siguió Amelia.

—Era una cazadora— informe sin darle importancia, odiaba ver como todos me miraban anonadados, como si hubiera hecho algo, como si estuviera enferma.

—¿Una cazadora de vampiros? ¿Y sigues viva? —Destacó David haciendo que Vanessa le golpeará en el estómago.

—Todo está bien, ella se ha ido y yo ni siquiera estoy herida.

Me escapé de la escena, subiendo a mi cuarto, mientras Dylan me seguía callado. No quería ser así, no quería ser tan borde, pero no encontrar nada en aquel teléfono me había decepcionado tanto que lo estaba pagando con ellos, y hasta ese momento, casi al lado de mi cuarto, no me había dado cuenta.

—Oye Dylan...— Empecé avergonzada por mi comportamiento.

—Lo sé, no hace falta que digas nada.

—Pero yo.

—Todo está bien, Lia, no te preocupes— finalizó sonriéndome.

—Está bien— Quería explicarme, no obstante, no me iba a dejar hablar.

—Vamos a ir a cenar, ¿te encuentras mejor como para venir?

—Claro —dije, me apetecía, o más bien, necesitaba desconectar.

Me duché, cambié y maquillé. Cuando iba a salir recordé que el móvil de aquella chica seguía en el bolsillo de mi anterior pantalón, por lo que lo saqué y guardé en el bolso que llevaría aquella noche. Temía que esa niña volviera a por el teléfono, o que este sonase dándome una pista de lo que intentaba descubrir.

Me llevaron hasta un restaurante muy elegante y caro, sin embargo, no tarde en descubrir que era un restaurante para vampiros, cada ser en aquel lugar era vampiro, excepto los camareros, quienes eran el postre de los vampiros más prestigiosos, como lo era mi padre, mi verdadero padre.

—¿Qué desean cenar? —preguntó una chica que estaba llena de mordeduras, y nos miraba aterrorizada.

Cada uno eligió su plato, mientras yo miraba mi alrededor viendo una situación horrible, todos aquellos trabajadores odiaban su vida y temían a sus clientes, me sentía tan mal por ellos... era consciente de que los demás no sentían nada por ellos, no obstante, yo seguía sintiendo esos sentimientos humanos, sin explicación.

—Lia, ¿no comes? —cuestionó Dylan.

—Sí— dije metiéndome una cucharada en la boca.

—¡Qué nadie se mueva! —Aulló un hombre con capucha y sujetando una daga como a que yo guardaba— Si alguien se mueve, lo mato— siguió haciendo que todos se callaran para mirarle— Estoy buscando a un grupo de vampiros, se hacen llamar cazadores de vampiros y van matando a todos los que les piden. Mis fuentes me han asegurado que hay dos de ellos aquí, ahora mismo.

Mi corazón empezó a latir muy rápido, dos de ellos... Harry podía ser uno.

Uno de los vampiros se levantó para atacarle, sin embargo, el cazador de cazadores apenas se movió cuando el otro calló al suelo, yacente.

—Falta uno, si sale por su cuenta, prometo no matarle, solo quiero información.

Fue girando su rostro por toda la escena hasta que se acercó a una chica.

—Tu —señalo— ¿Piensas luchar o eres consciente de que no puedes ganarme?

—Nunca te revelaré nada —Aseguró la chica empujándolo y corriendo.

—Estúpida —dijo siguiéndola enfurecido.

Pero antes de que la tocará un grupo irrumpió en la escena, parte de los cazadores, y entre ellos estaba la chica que me había atacado. Los vampiros que estaban cenando en el restaurante empezaron a luchar contra los cazadores de vampiros, todos los odiaban porque habían matado a cientos de vampiros.

—Lia, vámonos, no podemos hacer nada —aseguró seria Vanessa mientras todos mis compañeros salían por la puerta trasera.

—Sí —acepté, tenía razón.

Fui la anteúltima en salir, detrás de mí estaba David, no obstante, no fui capaz de pasar la puerta, una silueta con un olor y un cabello tan conocido me bloqueó.

—Lia, sal, no hay tiempo— pronunció David.

—No puedo... —continué comiéndome la cabeza, necesitaba hablar con él, necesitaba respuestas, y no sabía cuándo más iba a estar así de cerca— Seguir sin mí, ahora me uno.

—¿Qué? ¡Lia, no! intentó frenarme pero no lo consiguió.

—Cuida de todos, yo estaré bien.

—¡Lia, espera!

No le hice caso, sentía que estaba cerca de él y eso hacía que perdiese el sentido común. Sin embargo, mientras corría a tocar el hombro de Harry, alguien me golpeó haciendo que saliera disparada contra la pared, a una zona donde no lograba ver a mi amigo.

—Me alegro de verte de nuevo, Lia —saludo de una forma poco amable la niña a la que empezaba a odiar— Creo que dejamos algo pendiente, sin contar que tienes algo que me pertenece, ¿qué tal si lo acabamos —tragué saliva nerviosa, ella era una cazadora y yo no tenía nada para defenderme, acabaría conmigo en segundos— ahora que no tienes una daga con la que amenazarme? ¿Qué me dices?


Amor vampirico (SpV#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora