Amor vampirico (SpV#3)

Capítulo 15

Al fin llegué. Todo estaba en silencio, oscuro y desierto. Si hubiera sido una película me hubiese arriesgado a decir que algo malo acechaba entre las sombras. Sin embargo, no quise escuchar mi destino, solo pensaba en el estúpido de Harry.

De nuevo me adentré en otra fiesta, y como no, era de vampiros.

—Estúpidas fiestas —escupí y pronto me di cuenta de que no estaba siendo yo misma, estaba siendo él.

—A mí tampoco me gusta las fiestas —dijo un chico a mi lado.

—Creo que es distinto tu odio y el mío.

—Solo odiamos a personas distintas.

—Ya, ¿Y tú a quien odias?

—A todo el mundo —señaló y me sonrió—, menos a ti, pareces buena chica.

Le dirigí una mirada, era un chico algo mayor, me miraba fijamente mientras me sonreía y se acercaba a mí.

—Bueno debo irme —mentí, aunque son razón.

—¿Por qué? Si ahora empieza lo divertido.

—Claro... pues pásalo bi... —no pude acabar la frase, cayó al suelo con un agujero en el pecho.

—Te dije que no vendrías.

—No, Harry —Negué mirándole fijamente—. Me dijiste que podía venir, y cuando volví ya te habías ido.

—¿No es lo mismo?

—Has matado a mi amigo... otra vez.

—Creía que te acosaba, no que era tu amigo.

—Lo llevaba bien.

—Seguro. Y ahora vete.

—Um... no, creo que no.

—¡Lia, esto no es un jodido juego!— bramó acercándose a mí y limitando mi espacio, ya que estaba contra la pared.

—No he dicho que lo sea.

—Escúchame, no son de nivel 3 como habían dicho, aquí hay de todos los niveles, así que si no quieres morir vete.

Esta tan cerca de mí que me costaba no mirar aquellos perfectos labios, su aliento me rodeaba y me mordí la lengua para controlarme.

—Tú también puedes morir, y más si estas solo. No pienso irme.

—Te matarán.

—¿Y qué? —solté sin pensar, la verdad era que no me importaba morir.

—Puede que a ti no te importe morir, pero a mi sí.

—Claro, a ti solo te importa tu bien estar.

—Sí, y si te quedas estaré controlando que no te maten, y no que no me maten a mí. ¿Eso es lo que quieres?

—No. Lo que quiero es que, si te matan, al menos intentar hacer algo, prefiero estar el resto de mi vida lamentándome no haber podido ayudarte, que lamentando haberme ido y haberte dejado solo.

—Lia, por favor, no me ocurrirá nada, pero vete.

—Así solucionas todo ¿verdad?

—¿Qué?

—Echas a las personas de tu vida y todo vuelve a estar bien. Pero mi vida no funciona así, Harry, yo no me rindo.

Le aparté llena de ira y me perdí entre las personas, no quería que él me viese llorar, no por él.

Me escondí en el baño de señoras. Sabía que nadie me molestaría allí, y menos Harry. No entendía cómo podía cambiar tanto mi vida una sola persona. Le quería más de lo que le odiaba y aquello me estaba matando. No diferenciaba entre lo que estaba bien y lo que estaba mal. No me importaba mi vida sin él, y el suicidio no me parecía muy lejano a mí.