Capítulo 14

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Nuestros nuevos aliados nos guiaron hasta su mansión, algo más pequeña que la de la fiesta, pero seguía siendo enorme. También estaba perdida por el monte, apartada de la carretera para que los enemigos no la encontraran. Harry no había vuelto a hablarme en todo el camino, sentía que se limitaba en controlar su impulso de mirarme. Y poco a poco dejé de buscar su mirada.

El tiempo pasó, y lo único que hacíamos era planear como atacar a los enemigos, a la fuerza máxima de los cazadores de vampiros. Cada vez se nos juntaban más tribus de vampiros. No sabía en que nos estábamos metiendo, pero era algo grande, tanto que empezaba a pensar que sobraba o que aquello me quedaba grande.

Los novatos tenían entrenamiento noche y día. Por suerte, a mí me habían calificado de nivel 4 y el máximo era el 5. Por ello podía entrenar cuando quisiera del día, pero debía entrenar para mejorar.

Durante el día Harry se pasaba entrenando todo el rato, a pesar de ser del nivel 5. Por eso prefería entrenar de madrugada, cuando las estrellas me acompañaban y yo era la única despierta.

Una vez más el despertador sonó y me levanté, preparada para ir como todas las noches a entrenar. Coloqué un aparato que lanzaba bolas de tenis y el ejercicio era sencillo, romperlas con la espada que tenía.

Me encantaba este ejercicio porque se me daba bien, no perdía ninguna pelota. No obstante, un olor familiar llego a mí con fuerza. Sabía que daba vueltas cerca de mí, pero recé porque no me viera entrenando.

—Eres buena —rompió el silencio haciendo que la pelota que estaba en el aire me diera en la mano—. Lo siento, no se debe distraer.

—¿No puedes dormir? —Pregunté mordiéndome el labio, quería parecer que no me importaba que estuviera allí, aunque me horrorizaba tener tan cerca la presencia de Harry.

—No, y por lo que veo tu tampoco.

—Por eso he decido entrenar.

—Una buena decisión, ¿llegas ella todas las noches?

—¿Qué?

—Vamos Lia, no entrenas durante el día, y cuando preguntó si estas entrenando siempre recibo un sí. Esta era mi única opción y la correcta por lo que veo.

—¿Y para que quieres saber cuándo entreno?

—Eres un nivel 4, cuando me fui ni siquiera llegabas al dos.

—Las personas cambian, aunque claro, tú lo sabrás mejor que yo.

—¿De verdad quieres hablar de ello?

—¿De por qué no volviste cuando pudiste? ¿De por qué me pediste que me olvidará de ti? o ¿de por qué me besaste y luego desapareciste para no volver? —por un momento me paré en seco, había dicho aquello en alto.

—Te lo explicaré, pero no hoy, no ahora.

—¿Y cuándo Harry? ¿Cuándo uno de los dos muera en la lucha?

—¡No digas eso, no moriremos!

—¿Y qué cambiaría?

—¿Qué?

—Ni siquiera me dieron opciones para meterme en esto, Harry. Solo buscaba a alguien cuando me metí en esta lucha.

—Tienes razón— asumió colocándose detrás de mí—. No has tenido voz ni voto en esta lucha, pero no morirás —aseguró colocándome un trapo en los ojos—. Dale a la pelota.

—¡Pero si no veo!

—Esa es la diferencia del nivel 4 y el 5.

—Que suba o baje de nivel no cambia nada.

Amor vampirico (SpV#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora