Capítulo 6

20 2 0
                                    


NARRA LEILA

¡Qué coño!—oigo que chilla una voz masculina.

Confusa intento levantarme, pero un brazo me mantiene aprisionada a la cama.

Ry— lo despierto confusa mi vista sigue sin adaptarse a la luz que inunda mi habitación.

¿Qué pasa pequeña?— dice y se incorpora a la vez que lo hago yo.

¡Oíd!—chilla James al borde de mi cama— ¡¿Qué narices estáis haciendo en la misma cama!?—chilla de nuevo.

Me levanto de la cama y me acomodo bien mi pijama, me pongo en frente de James, que me observa de arriba abajo.

Para empezar no me alces la voz—le digo intentando no alzarla yo— La verdadera pregunta es, ¿qué narices haces tú en mi cuarto?—digo cabreada, ya no puedo reprimir mi enfado— Que más te de que esté con Ry, es mi vida, no la tuya—le digo desafiante.

Yo... yo...—tartamudea, se siente culpable— Ryder no estaba en su cama y pensé que estaríais hablando—dice y me mira fijamente— no que estaríais acostados en la misma cama, a sabiendas de que estabais haciendo antes. —dice mirándome desdeñosamente.

Oye, oye—le llama la atención Ryder levantándose deprisa de la cama y poniéndose a mi lado, me acaricia el brazo para calmarme antes de ponerse a hablar— para el carro amigo, aquí nadie ha hecho nada indebido.

De todas formas, ¿qué más te da?—le pregunto subiendo la voz—Tú ya tienes a Selena entre tus piernas—le digo y me mira ofendido—Vete de aquí— le digo señalando la puerta, no llevamos ni una semana y ya nos hemos peleado.

Yo no estoy con Selena— dice mirándome fijamente.

Ahh, claro—digo riendo irónica— entonces la chica que ayer te metía la lengua hasta la garganta no era ella—digo y me mira sorprendido—Seguramente ni siquiera sabías que al final sí que fui a la fiesta, a la que por cierto fui con Alex que me estuvo cuidando toda la noche—le digo y abre mucho los ojos— Seguramente tampoco te diste cuenta de que Manu estaba allí porque es el presidente de Derstar— le replico, y se me corta la voz.

Yo...— no es capaz de hablar.

Vete—le digo de nuevo– no quiero verte—le digo con rencor— Pero cuando el royo de Selena se termine no quiero que me vengas a buscar de segundo plato.

Ni tu cuando te hagan daño de nuevo—dice desdeñosamente y destilando rencor, esta frase la dice con odio y como dije ayer sabe dónde atacarme.

Para tu información, Alex y yo no tenemos nada, ni siquiera estamos liados— le digo y me da la impresión de que al oír esas palabras se calma un poco, sin mirarme sale por la puerta comunicadora dando un terrible portazo.

Me siento en la cama cojo el móvil las chicas han cancelado la salida a los establos, que programamos ayer mientras nos arreglábamos, mejor porque necesito tranquilizarme, con nervios y mal humor las cosas no salen bien.

No puedo aguantar esto—digo y me tapo la cara con las manos.

Esto no había pasado nunca, os peleáis y os reconciliáis deprisa. ¿Qué os está pasando?— me pregunta a la vez que me quita las manos de mi cara.

No lo sé—digo suspirando— tan solo quiero olvidarlo todo.

Bien, pequeña—dice y besa mi frente— te dejo sola para que puedas pensar, si me necesitas tan solo llámame—dice y vuelve a besar mi frente, me abraza.

Él anda hacia la puerta cuando yo me levanto, un dolor punzante recorre mi cabeza y luego noto un impacto contra el suelo.

¡Leila!—grita Ryder, me coge del suelo deprisa y me tumba en la cama—Leila, ¿estás bien?— me pregunta y me inspecciona.

Academia de intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora