Por fin empezaré a ver mundo.
Lo que me espera este año, tres países, nueve meses, y muchas ganas de conocer a mis nuevos compañeros, maestros...
No sé cómo será, de hecho, ninguno de los tres sabe algo.
No sé cómo me irá perdida en diferentes int...
Ha cinco días desde mi pelea con James y seguimos sin dirigirnos la palabra a pesar de las charlas múltiples de Ryder con cada uno.
En cinco días he fortalecido lazos con Ryder y Alex se ha convertido en mi principal apoyo y distracción, igual que sus dos amigos, Lukas y Martín, no me han desatendido ni un segundo y siempre causan en mí un mar de risas. Por otro lado las chicas, Abi y Erica, han estado ayudándome a adaptarme, no han preguntado ni una vez acerca de James, creo que han entendido que si no hablo del tema es porque no quiero, y este gesto se lo agradezco muchísimo. Pero Erica está enferma y la han mandado a casa esta madrugada, para que esté con sus padres, e igual que Erica, dos de los amigos de Leo también se han tenido que marchar a casa enfermos. El frío de otoño se avecina y cada vez las temperaturas descienden más, en estas épocas en Barcelona aun vamos con ropa de verano, pero este año será diferente. Hoy miércoles nos han dado el día libre, muchos alumnos se marchan enfermos a casa y los profesores también se están contagiando, así que por prevención hoy no asistiremos a ninguna clase.
Me levanto de la cama más tarde que de costumbre. ¿Qué haré todo el día aquí? Abro el armario y veo una de mis blusas favorita, una de color coral de manga corta con una especie de volantito delante, cojo unos pantalones cortos marrón clarito y unas medias color piel, como sé que tendré frío descuelgo de la percha una chaqueta de corte motero, pero que es de Antelina marrón, cojo unos calcetines de color coral por encima de la rodilla y unos botines de tacón fino marrón con un lazo en el borde, me visto y me meto al baño a peinarme. Bien mi pelo hoy está fuera de control así que me hago un moño un poco desecho en la nuca dejando un par de mechones rizados sueltos que enmarcan mi cara, le coloco un clip con una flor en uno de los lados y finalmente me pongo unos pendientes de perlas y un colgante de abalorios. Salgo del baño satisfecha con mi faena, cojo mi móvil y entro al cuarto de Ryder y me acerco a su cama.
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Ryder—lo llamo dulcemente.
No está, se ha ido hace un rato—dice el autor de mis pesadillas, de estas noches anteriores.
Vale—digo sin girarme, está detrás de mí— entonces me voy—digo y me acerco a la puerta principal de su habitación.
¿Huyendo del miedo Maxwell?—me pregunta James riendo y en un movimiento brusco poniéndose frente a mí—Siempre igual—otra estocada en mi punto débil.
James, no vengo a buscar guerra—digo manteniendo la calma—tan solo venía a buscar a Ry, no te he dicho nada— intento esquivarlo, pero él me lo impide.
Lo que yo decía, miedosa, huyendo como siempre, cayendo en los mismos errores, mira que llegas a ser ingenua—dice y pone una mano en mi hombro, y ejerce presión cada vez más fuerte.
James, me estás haciendo daño—digo revolviéndome para que quite la mano, pero no lo hace—Jame por favor déjame en paz, estás fuera de si—exclamo, me suelta.
