Capítulo 3

21 4 0
                                    


NARRADOR OMNISCENTE:

Después de saludar a los chicos, la joven chica se da cuenta de que nadie se ha encargado de mostrarles donde se encuentra el comedor. Así que Leila aprovecha la oportunidad cuando ve que dos chicas de su clase se acercan por el pasillo.

Perdonad—las hace parar de golpe su conversación y su paso acelerado—Eh hola, soy Leila, la nueva, y bueno digamos que nadie me ha dicho dónde puedo comer—dice sonriendo.

Oh, no te preocupes, ahora te ayudamos—dice la chica rubia—yo soy Erica.

Y yo Abi—dice la chica a su lado—no te preocupes por nada, nosotras podemos hacerte de guía por el internado, a su derecha el pasillo hacia el ala masculina, o también llamada "el ala prohibida"—dice y las tres se ríen ante el tono de guía de museo que ha usado la chica.

Bueno, lo que Abi quería decir, antes de irse por las ramas, es que no te preocupes que te llevamos—dice Erica que coge del brazo a Leila y tira de ella.

Bueno mis amigos vendrán con nosotras, si no os importa claro—les dice la chica a la vez que les hace una seña a sus amigos para que se acerquen.

Hola—dicen al unísono.

Hola, soy Abi, y ella es mi mejor amiga Erica—dice esta vez Abigail tomando la iniciativa.

Un placer señoritas—dice Ryder haciéndose el galán, las dos chicas ríen—yo soy Ryder y el mi fiel amigo James—dice comportándose como todo un zalamero.

Anda Ryder cierra el pico y deja en paz a las pobres chicas—lo riñe Leila dándole un codazo en las costillas.

Ey—se queja él y le devuelve el golpe.

Ya basta—dice James que se pone en medio mientras se ríe—tengo hambre y como Leila no coma en breve todos sabemos cómo será su humor.

Y en silencio las chicas conducen a los nuevos alumnos hasta la planta principal donde la primera puerta doble a la izquierda les muestra un colorido comedor.

NARRA LEILA

El comedor es grande y espacioso, paredes amarillas claritas, el suelo es de un azulejo grande y color crema, las mesas son grises y cada mesa tiene las sillas de un color distinto.

Cambiando de tema fijo mis ojos en las dos chicas que están delante de nosotros parloteando en voz baja, son agradables, no descarto una posible amistad con ellas.

Oye Leila—llama Abi mi atención— ¿Cuál es tu habitación?

La del final del pasillo—digo sonriéndole—si queréis podéis pasaros después de comer, no creo que el resto de días tengáis demasiado tiempo, o al menos yo no lo tendré.

Me parece buena idea—dice Erica sonriéndome.

El primer día elegimos mesa—nos explica Abigail—es la jerga del colegio, la que eliges el primer día determinará tu posición durante todo el curso, y ya sabéis hay mesas en mejores condiciones que otras, luego vienen las etiquetas y todo eso—nos explica un tema que conocemos muy bien los tres.

Me gusta esa de allí—digo señalando la de sillas rojas, justo la que se encuentra en el epicentro del comedor

Esa mesa está prohibida—dice Erica—es la mesa de Alex, Martín y Lukas y obviamente sus invitadas semanales, nadie ha osado sentarse nunca en su lugar llevan sentándose allí desde que llegaron al internado

Bueno... dicen que a curso nuevo, vida nueva, o en este caso nueva mesa—digo dirigiéndome hacia la mesa— ¿Que hay para comer?—pregunto adelantando al grupo.

Ensalada, tú te la preparas a gusto, croquetas y creo que pastel de chocolate—dice Abi siguiendo mi paso acelerado—Leila no cometas locuras en tu primer día aquí—me advierte Abi

James, Ryder sabéis lo que me gusta coged mi comida por favor yo voy a por la mesa—les digo y me alejo.

Pero Leila...—dice Abi toda preocupada

No te preocupes—le digo y le guiño un ojo mientras me muevo deprisa hacia la mesa

James, Ryder-- digo llamando su atención-- coged mi ración-- ellos asienten--Abi, ya voy yo a por la mesa.

Los cuatro se colocan en la fila de la comida y me observan de lejos, yo le doy un par de vueltas a la mesa circular y al fin cojo una silla la arrastro ruidosamente y me siento en ella. Las cabeza se giran hacía mí y la mayoría me miran aterrorizados. Yo simplemente coloco una sonrisita en mi rostro.

Perdona guapa esta es nuestra mesa, así que lárgate—dice Lukas, todo el comedor se fija en nuestra disputa.

Me parece que no—digo haciendo que no con la cabeza—antes la he mirado bien, y no están vuestros nombres en ningún lugar—digo y me acomodo bien en la silla me distancio de esta y apoyo mis pies en el borde de la mesa, los tres abren la boca embobados—Y por favor cerrad la boca que os entrarán moscas—digo los observo allí plantados sin moverse un centímetro-- ¡Allez! Venga marcharos, ahora este es mi territorio—les digo y aun no se creen que no me vaya a levantar— ¿A qué esperáis? Os vais a quedar sin mesas en un buen lugar. ¿No depende todo de eso?

Guapa. ¿Quién te crees que eres para decirme lo que tengo que hacer?—dice Alex que se agacha para quedar a mi altura, yo sigo sentada en la silla.

Para empezar, no me llames guapa, no tienes ningún lugar en mi lista, tan siquiera de conocidos, para llamarme así, segundo yo he llegado antes y me quedo con el lugar y tercero, yo tan solo estaré tres meses, tu estarás seis años —digo sonriendo—bueno de hecho siete en total. ¿Has repetido uno verdad?—le digo con suficiencia en mi voz, aunque ya conozco la respuesta.

Uohhh—se oye la onomatopeya por todo el comedor, sin ninguna excepción.

Te la devolveremos—dice Alex amenazante

Claro, adiós—digo con la mano cuando se alejan.

¿Cómo narices lo has hecho?—pregunta Erica—Nadie nunca ha tenido el valor de hacerlo.

A esos chicos les hace falta alguien que les baje los humos que se llevan—le digo cuando James pone mi bandeja delante de mí—además nadie tiene las suficientes narices para pelearse conmigo, pobres los he destrozado—digo mirando que han quedado desterrados a una mesa más bien en la periferia y cerca de las basuras.

La "mesa redonda", como la hemos apodado básicamente porque esa es su forma, nos sentamos Ryder, James, Erica , Abigail, el hermano de Abi Leo, y sus amigos.

Los estudiantes que se han perdido la escena que hemos montado esos tres chicos y yo, nos miran sorprendidos al no encontrar las mismas tres caras amigas de cada año. Pero que se preparen porque a partir de ahora las cosas van a cambiar, y en solo tres meses, este lugar será completamente distinto.


Academia de intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora