F I F T Y - T W O

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Jordyn lo único que hacía era correr de un lado a otro buscando ropa, medias transparentes, y por sobre todo no encontraba el maldito vestido negro.

Jordyn:
¡Matt! ¿Dónde viste el vestido?

Matt💕:
En la sala de juegos, si no me equivoco.

Dejó el móvil a su lado y salió corriendo aún con la bata de baño por toda la casa. Llegó hasta el salón de juegos en el cual halló su vestido, volvió corriendo hacia su habitación y en el transcurso miró la hora; 19:37pm.
Cuando dijo que iba a comenzar a cambiarse, se demoró mirando televisión y comiendo frituras, entre otras cosas.

Se desesperó y comenzó a maquillarse un poco; labial rosa pálido, un poco de rímel, delineó sus ojos con lápiz delineador negro en una no muy gruesa línea, acentuó sus pómulos y cubrió las ojeras que habitaban bajo sus ojos.

Volvió a ver la hora por décima vez, las 19:46pm.

Se hizo un semi-recogido en el cabello dejando notar sus ondas.
Finalmente, agarró el vestido negro y se lo colocó al igual que un poco de joyería que le habían obsequiado en su décimo–quinto cumpleaños.
Colocó en su cuello un poco de perfume al igual que en sus muñecas e inhaló. Un aroma realmente espectacular de un perfume delicioso que le quitó a su madre minutos atrás.

Finalmente se colocó sus zapatos en un santiamén y al oír el timbre corrió por la sala. Llegó a la puerta y simplemente se acomodó el vestido en la parte de abajo; corrió su cabello detrás de las orejas y tomó una gran bocanada de aire.
Abrió la puerta y gruñó molesta.

—¿Qué haces tú aquí, Richard? —lo dejó pasar y cerró la puerta detrás de él.

—¿A dónde vas vestida así? ¿Y con quién? —frunció el entrecejo mirándola atenta y ella solo gruñó—. ¡CIELO! ¿A DÓNDE VA TU HIJA? —gritó quitándose el saco.

—¡Shhhh! —ella hizo una mueca de cansancio y oyó los pasos apresurados de su mamá yendo hasta la entrada.

—¿A quién le pediste permiso para salir, Emma?

—Jordyn mamá, Jordyn. Voy a salir con un amigo. —miró la hora, 19:58pm.

—¿Qué amigo? —se acomodó el delantal de cocina.

—El que limpió tu cocina. —ahogó una risita y su madre hizo lo mismo. En cambio, Richard seguía confundido.

—¿Eh? Si piensas salir al menos cubre tus piernas. Si no, no sales de aquí. —Richard se acomodó en la entrada cruzado de brazos y el timbre sonó.

—¡Richard! ¡Déjame salir! —pidió en tono de súplica apenas murmurando y el timbre sonó de nuevo—. ¡Richard!

—¡Cúbrete las piernas! —habló serio y ella bufó.

—¡Mamá, dile que me deje salir! —pidió ella desesperada.

—¡Richard! —lo llamó su madre—. Déjala salir, conozco al chico. —Anne le guiñó un ojo a Jordyn y ella dio un gracias inaudible moviendo los labios.

—Está bien.. —Richard bufó y abrió la puerta.

—¡Hey, hola pequeña! —Matthew la abrazó cariñosamente y el padrastro de la chica aclaró su garganta.

—Disculpe señor... -alargó el joven.

—Jacobs. Richard Jacobs. —se presentó el padrastro.

—Un gusto, Matthew Bennett. —el castaño sonrió mientras Jordyn se derretía e inconscientemente mordía su labio inferior—. Buenas noches señorita. —habló de nuevo y tomó la mano de la chica para encaminarse al auto; pero luego de oír la puerta de entrada cerrarse, se detuvo en seco.

WhatsApp, My Starbucks BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora