Jordyn POV'S:
—¿En verdad es necesaria la venda? —me quejé haciendo pucheros a la nada misma.
—Sí, lo es. —sentí un ligero toque en mis labios y unos pasos alejándose.
El miedo y la intriga me carcomían por dentro, necesitaba saber cual era la estúpida sorpresa que tenía frente a mis —ahora vendados— ojos. Escuchaba ruidos de cosas moverse, pisadas pero no un sólo par; si no varios. Oía una tierna melodía instrumental pero por otro lado oía muchas bocinas y gritos.
—No es gracioso Matthew. Al menos dime a donde iremos. Y dime donde demonios estás. —lo único que hacía era mover mis manos como si fuese un pájaro intentando volar.— ¡Matt, ayúdame o mi cara va a besar el suelo! Y créeme que no será un buen beso. —hice una mueca de asco y oí una risa detrás de mi espalda.
—Tu camina a donde yo te guíe.
—Dijiste eso hace aproximadamente media hora y aún sigo subiendo escaleras que por si no te diste cuenta son infinitas y no acaban más y...
—Cállate White, falta poco. —me dio un pequeño empujón y mi cuerpo chocó contra una pared.
—¡Jodido imbécil! —murmuré entre dientes y su mano impactó mi nuca—. ¡Auch! No te aproveches, ¡Desgraciado!
—No te pongas de mal humor pequeña, si no no podrás disfrutar bien tu sorpresa. —besó mi cabeza y me tomó la mano mientras aún subíamos las infinitas e interminables escaleras.
—¿Falta mucho? Ya me duelen las piernas. —me quejé con cansancio y vagancia. Sentí unas manos bajo mis muslos levantándome del suelo con delicadeza, el aroma que tanto reconocía se había hecho presente en el aire. El perfume de Matt.
Acomodé mi cabeza entre su cuello y mis piernas se situaron en sus caderas con firmeza.—¿Mejor? —murmuró y pasó delicadamente sus brazos por mi espalda para así seguir subiendo.
—Mjm. —contesté casi inaudible.
Los brazos de éste chico ponían en alerta todas mis hormonas, pero por suerte tenía mis ojos vendados; no me quiero imaginar si no lo estuvieran. Sus ojos, sus fuertes brazos, su marcado cuerpo, su cabello castaño tan suave...
Reí ante mis estúpidos pensamientos y lo imaginé frunciendo el ceño.—¿Qué es gracioso? —preguntó con un tono ronco ya que llevaba varios minutos sin hablar.
—Nada, nada. Sólo pensaba. —sonreí y mis pies sintieron el contacto con el suelo—. ¿Llegamos o peso mucho?
Carcajeó y puedo asegurar tranquilamente que cada día me enamoraba más de su risa tan perfecta.
—Síp. —marcó la "p" y me sujetó con delicadeza de las muñecas para así poder guiarme por el camino el cual no contenía escaleras para suerte de ambos.
—¿Me quitarás la venda? •pregunté cuando frenó.
—Aún no, ya casi. —volvió a tirar de mi. Oí una puerta abrirse y un aire frío chocó contra mis desnudos brazos; era cada vez más la presión del aire por lo que sentí cómo mis cabellos se desordenaban y viajaban por todo mi rostro y hombros. —Ahora sí.
Dicho eso, sentí sus manos tirando algunos de mis cabellos para tratar de quitar la venda por lo que sonreí con ternura. Me tardó unos minutos poder centrar mi vista y cuando lo hice mi rostro se palideció quedando completamente con una expresión neutra. Mi estómago dio un revuelvo y sentí como mi pecho subía y bajaba. Realmente estábamos a una considerable altura y eso me aterraba. Intenté esconder mi miedo y sonreí mientras mi mirada viajaba por toda la ciudad. Era una vista espléndida y reconfortante. Millones de luces, miles de casas, centenares de autos... Todo se veía perfecto desde esa gran altura, todo se veía tan normal, como si no hubiera errores o equivocaciones. Desde allí se veían miles y miles de vidas perfectas.
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WhatsApp, My Starbucks Boy
Novela Juvenil#7 Starbucks 30/09/18 Jordyn: Dime tu nombre. Chico del Starbucks: ¿Qué parte no entendiste de que me dejes en paz? Jordyn: No seas amargo cariño,sólo es una pregunta. Chico del Starbucks: ¿Y como voy a saber yo si no me quieres secuestrar? Jordyn:...