WhatsApp, My Starbucks Boy

S I X T Y - S E V E N

¡Especial!

Matt's POV.

Me trepé por el gran árbol que había a un costado de la casa de mi sexy vecina, abrí la ventana y di un traspié tirando al suelo unos libros que anteriormente se encontraban ordenados en una repisa marrón. Maldije por lo bajo.

—Shhh, mi mama y mi papá duermen. —Jordyn habló mientras se daba vuelta en la cama. Dándome la espalda.

—¿Papá? ¿Hablas de tu padrastro, no? —me senté a su lado en la cama y noté que tenía sus ojitos cerrados. Sonreí inconscientemente.

—Duerme conmigo. —estiró su mano y me acostó a su lado de un solo tirón.

—¿Qué? No, están tus padres y sería algo vergon.... —me interrumpió.

—Solo por hoy y ya, no dirán nada. —su comportamiento me dejó algo confundido pero me acomodé junto a ella en la cómoda cama.
Hacía extrañas muecas mientras le acariciaba la mejilla con mi pulgar, sentí sus pómulos algo húmedos como si hubiese llorado.

—¿Estuviste llorando corazón?...

—No me dejes, por favor... —se aferró a mi cuerpo y comenzó a gritar con fuerzas mientras me apretaba contra ella— ¡No, no me dejes! ¡No!

—Princesa tranquila, no te dejaré, no lo haré. —besé su cabello mientras intentaba calmar sus exagerados movimientos. —Bebé, ¿Estás bien?

—¡No! ¡Siempre es lo mismo! Ven conmigo no me dejes por favor. —sus ojos comenzaron a brotar lágrimas—. Papá, ¡James, James! Prometiste no dejarme, ayúdame por favor. —comenzó a moverse y me levanté de la cama rápidamente mientras la sacudía.

—¿Jordyn? ¿Jordyn? ¡Despierta!

—No hagas eso, James no. —sus ojos tiraban lágrimas y se sentó en la cama al tiempo que lloraba.

—Jord...

—¡Déjame en paz! —gritó y su madre entró a la habitación ayudándome a despertarla pero era inútil.

-¡JORDYN, DESPIERTA! -su madre le gritó pero hizo caso omiso.

—Jordyn despierta. —me senté detrás de ella y la sujeté de ambas muñecas presionando mi agarre para así calmarla.

—No de nuevo. —la mamá de Jordyn caminaba de un lado a otro por la habitación mientras sus ojos se llenaban de agua.

—¡Despierta de una maldita vez Jordyn! —grité preocupado y sus ojos se abrieron continuando con la cascada de lágrimas, se volteó y sollozó en mi pecho. —Tranquila princesa, tranquila. —intenté calmarla mientras trazaba círculos con mi dedo en su espalda baja—. Aquí estoy. —sus sollozos salían disparados rompiendo mi corazón.

—Perdón por despertarlas. —les murmuró a su mamá y a su pequeña hermana que ahora estaba refregando sus ojos mientras abrazaba a su madre.

—No importa cielo, está bien. Iré a acostar a tu hermana y luego vendré a ver como estás. —dicho eso su mamá desapareció cerrando la puerta detrás de ella.

—¿Quieres hablar? —la miré con tristeza y negó varias veces. Limpié con mi pulgar libre sus lágrimas y besé su cabeza. —No te preocupes, aquí estoy.

—No me dejes sola, al menos ésta noche... —susurró con un hilo de voz y asentí, ella se recostó en la cama y la tapé. Me quité sólo las zapatillas y me acosté a su lado a lo que instantáneamente se volteó y acomodó su cabeza en el hueco de mi cuello. Rodeé su cintura con mi brazo y ella enredó nuestros pies—. Gracias Matt. —murmuró de nuevo.

—No las des, duerme peque. —cerré mis ojos y aspiré el aroma de su cabello, dejé un pequeño beso sobre su frente.

Minutos más tarde oí mi nombre.

—¿Matthew? —habló la mamá de Jordyn entrando en la habitación y sonrió al vernos acurrucados.

—¿Sí? —la miré con una pequeña y tímida sonrisa.

—Gracias, ya sabes... por lo que hiciste con Jordyn. —me miraba sincera y agradecida.

—No se preocupe señora, no me gustaría ver mal a Jordyn por nada en el mundo. —comenté y ella solo sonrió—. ¿Qué sucedió con el padre de Jordyn además de que la dejara? Y, ¿Quién es James? —la castaña pasó sus manos por mi cintura pegando más nuestros cuerpos y yo solo sonreí .

—Mira Matthew, yo no soy la indicada para decirte eso. Pero estoy segura de que cuando ella sienta la suficiente confianza contigo te lo contará, no es un tema muy fácil y menos para ella. Disculpa, y espero que duerman cómodos. —nos miró y Jordyn gruñó, se removió un poco y siguió durmiendo. La mujer sonrió y se despidió con la mano, cerrando la puerta detrás de ella.

—No... -murmuró Jordyn.

—Sh, sh. Tranquila, estoy contigo, nada te pasará mientras yo esté aquí. —la acurruqué en mi pecho y acaricié su cabello, su respiración volvió a ser normal—. Te quiero Jordyn. —murmuré seguro de que ya no me oía.
Ahí caí completamente rendido con muchas dudas dando vueltas por mi mente.