Tú te lo buscaste nena, estoy yendo. —tecleó rápidamente y se guardó el móvil en su bolsillo antes de ver el cartel de batería baja.
—Permiso, iré a ver si Jordyn está bien. Demoró bastante. —usó un tono tan convincente que casi todos le sonrieron.
—Quizá está mal del estómago, si quieres voy yo. Entre chicas nos entendemos mejor. —habló Lía.
—Cariño creo que Lía tiene razón, deja que vaya ella. —su madre le sonrió. Matt movía sus dedos con nerviosismo, se pasó la mano por el cabello con cierta frustración.
—No Lía, está bien. Tu ya tienes demasiado, iré yo. —dicho ésto se encaminó escaleras arriba para buscar a Jordyn. Tocó la puerta del baño durante cinco minutos y nadie la abrió.
—¿Dónde estás? —tecleó algo frustrado, su móvil volvió a advertir acerca de la escasa batería que quedaba.
Siguió su camino habitación por habitación y se detuvo en seco al ver la puerta del ático abierta.
Bajó las inmensas escaleras oscuras, no había luz allí por lo que cuando bajó completamente encendió la linterna de su móvil.
Alumbró por toda la habitación y no la encontró, su móvil se apagó antes de avisar que no tenía batería. Matthew gruñó y maldijo por lo bajo.
—¿Jordyn? —su voz hizo un eco en todo el lugar—. ¿Jordyn estás ahí? —volvió a preguntar y sintió un aire frío recorrer todo su cuerpo provocando que el mismo se erizara completamente. —Oh nena, ésto no es chistoso. Nos deben estar esperando así que apresúrate y sal de tu estúpido escondite. —nadie contestó. Oyó un sollozo y caminó hacia el lugar donde pensó que provenía el ruido.
—Matthew... -murmuró la voz de ella detrás de su espalda a lo que se volteó, un pequeño rayo de luz que entraba por la pequeña ventana iluminó parte de su rostro.
—¿Estás llorando? —preguntó él y frunció el ceño sabiendo que ella no lo veía.
—No, ¿Por qué? —habló la castaña con seguridad mientras Matt enredaba sus brazos en la cintura de ella.
—Me pareció oír un ruido, para ser más específico un sollozo de aquí abajo. —afirmó el chico y acercó sus rostros.
—No fui yo. —ella sonrió mientras sentía sus respiraciones mezclarse.
—No me hagas eso bebé. —un ronco Matt le susurró al oído y al mínimo contacto ella se tensó.
—¿Hacer qué? -—preguntó divertida y rozó sus labios.
—Eso, déjalo ya. —el chico habló en un gruñido—. Nos esperan arriba, y si sigues así créeme que no pienso ir. —volvió a gruñir.
—Mjm. —rió en sus labios.
—Tú te lo buscaste bebé. —con una sola mano Matt amarró las de ella sobre su cabeza, pegando su cuerpo contra la pared.
—¿Qué...?
—Tú me gustas Jordyn, me vuelves loco. —murmuró en sus labios y luego los unió en un cálido y dulce beso.
Simplemente con exceso de ternura, nada más que ternura.Sus labios eran como las piezas de un rompecabezas. encastraban a la perfección, sin fuerza ni presión; encastraban y ya.
Delicadamente ella le pasó los brazos por el cuello y comenzó a jugar con sus cabellos, enredando y tirando de ellos con suavidad.
El chico trazaba delicados círculos con su índice en la espalda de ella y al momento que sonrió le dio paso a su lengua para así comenzar una interminable guerra.
Tiró del labio inferior de ella causando una pequeña risita en ambos, el sabor metálico se conjuntó en el beso pero ese sabor poco a poco se iba desvaneciendo.Instantáneamente se separaron al ver como las luces se prendían.
—Eh... Lía... —balbuceó Matt y Jordyn rió por lo bajo.
—Los esperan arriba, están por comer el postre. —dicho eso subió las escaleras y Jordyn estalló en carcajadas.
—No te rías tonta, ella hablará con mis padres. —Matt entrelazó sus manos y subieron escaleras arriba—. Procura no insultarla.
—Lo intentaré. —susurró en su oído y ambos rieron, al llegar a la cocina vieron las cálidas pero confusas miradas de todos.
—Jordyn se sentía mal. —habló con seguridad y firmeza—. Le dí una pastilla para el dolor de cabeza que tenia y la llevé a la azotea a tomar un poco de aire.
Lía lanzó una fuerte y sonora carcajada causando miradas asesinas por parte de ambos, pero la respuesta de Matt no quitó los rostros de confusión que tenían los demás en la mesa.
Ambos miraron hacia donde viajaban las miradas, sus entrelazadas manos. Se miraron y sonrieron; sin decir más se sentaron en la mesa a comer el delicioso y tan esperado postre.
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WhatsApp, My Starbucks Boy
Ficção Adolescente#7 Starbucks 30/09/18 Jordyn: Dime tu nombre. Chico del Starbucks: ¿Qué parte no entendiste de que me dejes en paz? Jordyn: No seas amargo cariño,sólo es una pregunta. Chico del Starbucks: ¿Y como voy a saber yo si no me quieres secuestrar? Jordyn:...