Capítulo 14

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El hombre arrojó la bandeja por el aire cuando vio aquella pistola a tan solo unos milímetros de su cabeza.

Los brazos rígidos de Ashton seguían sosteniendo con fuerza la 9 milímetros.

—¿Quién es usted? ¿Dónde está Alice?

El intruso intentó balbucear algunas palabras pero estaba demasiado asustado como para decir algo.

—¡Hable, demonios! —Dio un paso hacia adelante—. ¿Dónde está Alice?

—¡Ashton! ¡Por Dios! ¿Qué estás haciendo?

Alice entró como una tromba a la cocina y Ashton la observó ponerse de pie junto al intruso que, en cualquier momento, terminaría por mojarse los pantalones—. Brandon, ¿estás bien?

—¿Conoces a este tipo? —preguntó casi gritando.

—¡Por supuesto que lo conozco! —Ayudó a Brandon a sentarse. Estaba pálido y le temblaban las piernas—. Es Brandon Tanner, trabaja conmigo en la editorial.

Ashton escuchó su explicación pero todavía seguía apuntándole con su arma.

—¿Podrías…?

—Ah, sí, lo siento. —Guardó la pistola en la cartuchera que colgaba de su pecho y volvió a mirar al hombre que segundos antes había estado a punto de matar—. Lo siento, amigo.

Brandon apenas pudo asentir. Alice tenía una mano encima de su hombro y la otra le rodeaba un brazo.

—¡Casi lo matas del susto! —exclamó Alice. Estaba a las claras reprochándole su actitud.

—Ya me he disculpado pero debes entender que no estoy acostumbrado a llegar a mi casa y encontrarme con un desconocido que se pasea por mi cocina —le dijo con ironía.

Alice lamentó entonces haberle hablado de aquel modo. Después de todo, no era más que su culpa; si ella le hubiese avisado de que Brandon trabajaría con ella allí, aquel desagradable incidente nunca habría ocurrido.

—Tienes razón, ha sido culpa mía —reconoció por fin—. Debería haberte comentado que Brandon vendría.

—Deberías haberlo hecho, sí. —Extendió la mano hacia el tal Brandon—. Soy el detective Ashton Rochester.

Brandon dudó un segundo y retribuyó su saludo.

—Brandon Tanner —dijo e intentó recobrar la calma—. ¿Es usted policía? —preguntó contrariado.

—Así es. —Entrecerró los ojos y miró a Alice—. ¿Qué ha pensado cuando me ha visto apuntarle con mi pistola?

—En realidad, no he podido pensar mucho. Alice me había dicho que compartía la vivienda con un amigo; nunca me mencionó que fuera policía.

«¿Amigo?» ¿Por qué Alice se había inventado aquella mentira? Entonces recordó su renuencia a que subiera con ella cuando la había acompañado a la editorial; seguramente no quería ser vista con él. No quería que alguien pensara, tal vez, lo que no era o hiciera demasiadas preguntas. Comprendía, tal vez a su pesar, que esa persona era Brandon Tanner y que Alice debía tener un motivo muy importante para haberse inventado que eran amigos y no mencionar el hecho de que él era policía.

—¿Qué sucede aquí, Alice? —preguntó Brandon.

—Lo mismo quisiera saber yo —agregó Ashton.

Alice sintió que aquella situación se le estaba yendo de las manos pero si había alguien que necesitaba sus explicaciones ese era Brandon y no Ashton.

No Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora