Historia De Un Amor

5. Gracias...

(Por Sebastián)

El timbre sonó por todo el instituto dando por terminada la penúltima clase del día de hoy y apartir de ahora, solo 45 minutos me separaban del fin de semana. Finalmente podría descansar un poco de las labores escolares para darme un respiro, un momento a solas y solo para mi,para  salir a conocer un poco más tranquilo la ciudad, ir al centro comercial a comprar algo de ropa y tal vez mandar a reparar mis lentes. Lo único que pido es salir solo un poco de tiempo, sin el estrés que Ricardo provoca en mi vida.

Cogi mis cosas y las guardé en la mochila mientras revisaba mi horario, y ¡joder!... La última clase era la de historia y si, era de las únicas tres que compartía con mi hermano.
Respiré hondo y traté de no perder los estribos, después de todo solo son 45 minutos, ya sobreviví en la semana a dos clases juntos y Ricardo no es tan imbécil como para hecharlos a perder y mandar al diablo el producto de un buen inicio de último año.

Puse mi mochila en hombros y salí del salón para ir al salón de historia que estaba justo del otro extremo del instituto.
Al pasar por la cafetería compré un té verde para mi y un capuchino de vainilla para Sam que sufre de flojera matutina y espero, el café lo mantenga despierto 45 minutos más ya que él también tiene esta clase conmigo así que supongo,me lo encontraré en el camino al salón o debe estar por aquí buscandome para irnos juntos. 

Caminaba por el pasillo a un ritmo muy particular, con la mochila en hombros,un capuchino de vainilla en la mano derecha y un té verde en la izquierda luchando por no terminar en el piso cuando de pronto sentí unas manos clavandose en mis costados haciéndome dar un pequeño salto.

__¡Hola pelos parados! __dijo Sam refiriéndose a mi peinado ya que a su manera, ese era un saludo amistoso de los varios que estaba utilizando en la semana y a los cuales comenzaba a acostumbrarme__ ¿Que has hecho de tu vida en esta maravillosa y caótica mañana?

__¡Que hay Sam! __respondí entregándole su café__ No te vi esta mañana,creí que no habías entrado y estarías por allí, fumando hierba o encerrado a piedra y lodo en tu habitación teniendo sexo con alguien.

__No era necesario que me vieras y gracias por el café __dijo él mientras sonreía y llevaba su mano desocupada a una de las bolsas de su pantalón y sostenía el café con la otra dándole pequeños sorbitos de vez en cuando__ lo necesitaba, además yo no fumo hierba, si lo hiciera estaría en las nubes todo el tiempo y no puedo tomar fotografías en ese estado, así que ve descartando lo de la hierba. El sexo tal vez pero por ahora, no encuentro al prospecto ideal para no estar solo en mi cama, así que por el momento lo más cómodo para mi es hacerme una paja diaria a antes de venir acá.

Ambos sonreímos un poco por ese comentario tan fuera de lugar a esta hora de la mañana. Sam estaba logrando que pudiera hablar casi de cualquier cosa con él, desde autos, música e incluso sexo con todas sus variantes sin tapujos, sin tabúes e inhibiciónes algo que yo no pude hacer con alguien en mucho tiempo y de esa forma, lentamente mi timidez se estaba haciendo a un lado para dejarme tener una vida normal.

__Además __continuó Sam__ en la mañana vi llegar al simpático, amigable y malditamente apuesto de tu hermano así que si él está aquí lo más lógico es que tu también estés aquí,es decir __dijo revolviendo su cabello__ van juntos a todas partes así que, es cuestión de lógica.

Escuché bien o ¡Samuel le estaba hechando el ojo a mi hermano! ¿Eso quería decir que también el era gay? Jamás había aceptado mi homosexualidad frente a nadie, pero si las cosas avanzaban como hasta ahora, Sam sería la primera persona a quien se lo diría con todas sus letras pero por el momento eso no era tan importante como que mi hermano le gustaba y no tardaría mucho en averiguarlo así que, lanzé el anzuelo.