10. Persiguiendo Coches...

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(Por Sebastian) 







__¡Date prisa Sebastian! __gritaba Ricardo desde la calle mientras terminaba de limpiar el auto__ No quiero que el tráfico nos joda el viaje, suficiente será con tener que conducir más de cuatro horas.



__Ya voy __respondí rápidamente metiendo el cargador del móvil a la mochila ahora convertida a maleta que se resistía a cerrar__ La paciencia es una virtud.


__¡Aún no he recibido esa virtud y creo que no la recibiré pronto, así que más vale que muevas tu trasero hasta aquí abajo o tendré que subir por ti y bajarte cargando! 


Maldeci por lo bajo ya que Ricardo comenzaba a presionarme y eso no me gustaba y él lo sabía, justo por esa razón lo hacía, siempre con la sola idea de joderme la vida. Cerré la mochila, me senté sobre ella esperando que mi peso lograra compactar todo lo que en el interior había y, tras unos últimos intentos la mochila finalmente cerró.
Sonreí triunfalmente y bajé a grandes pasos las escaleras hasta llegar a la sala donde mamá y papá nos esperaban para despedirnos.

__Y no manejes tan rápido __logré escuchar las indicaciones que papá le daba a Ricardo__ No quiero que por el simple hecho de que viajan solos hagas lo que te venga en gana ¿me entendiste?

__Si papá lo prometo, prometo solemnemente no exceder más de 120 por hora __respondío Ricardo con un tono burlón__ ¿Podemos irnos ahora? Mira que es fin de semana y las carreteras prometen ser un caos si no salimos ahora.

__En cuanto a ti Sebastian __dijo papá__ Sé que eres el más responsable de los dos, así que por esa razón tu serás el encargado del dinero __decía él poniendo entre mis manos cierta cantidad de efectivo__ Son 500 dólares en efectivo para los dos, bahía Back está a casi cuatro horas de aquí y necesitarán efectivo para gasolina, casetas y algún antojo que puedan tener en el camino, además de que te daré mi tarjeta pero, es solo para emergencias ¿me entendieron?

Ricardo solo asintió mostrando demasiada obediencia, cosa extraña en él.  Yo por mi parte escuchaba atentamente las instituciones de papá, que si necesitaba más dinero solo tenía que ir a un jodido cajero automático, que si se averiaba el auto solo bastaba con llamar a los del seguro, que si había una invasión alienígena llamara al FBI o que si había un apocalipsis zombie siempre trataramos de darle al "NO MUERTO" en la cabeza o correr por nuestras vidas y listo.
Desde que tengo memoria, esta es la primera vez que mi hermano y yo salimos solos por nuestra cuenta, siempre lo habíamos hecho con mamá y papá pero esta vez no sería así y el hecho de ir solos en el auto por poco más de cuatro horas le daría un toque diferente y divertido al asunto, incluso, Ricardo podría dejarme conducir un poco, ¡que sé yo...!  Tal vez podíamos arrollar una vaca en el camino o conducir hasta rebasar el límite de los 120 por hora como en las películas de "Rápido y Furioso.

__¿Podemos irnos ya papá? __cuestióno Ricardo__ Mira que de no salir ahora, el tráfico nos va a joder el día.

__No ignores mi advertencia Ricardo, de hecho no me ignoren los dos y siempre recuerden respetar...

__Los límites de velocidad __dijo él completando la frase tan característica de papá__ Eso ya lo sabemos papá, descuida, estaremos bien y voy a cuidar bien del pequeñín __añadió alborotando mi cabello__ Lo prometo...  ¿Ahora si ya podemos irnos?

Historia De Un AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora