15. El superheroe de Marvel.

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     Tu sutileza me extrangula,
no puedo explicarme del todo todo lo que quiere, todo lo que necesita,
todo lo que no quisiera necesitar.


It Ends Tonight



(The All-American Rejects)


 

Dedicado para...

@MauricioHernandez259


(Por Sebastian)




Eran las 2:30 de la tarde de un maravilloso y soleado domingo del mes de octubre en Boston. Alan caminaba unos pasos delante de mi sujetando mi mano con la suavidad suficiente como para entrelazar nuestros dedos y tirar de ella sin lastimarme y no soltarme entre la aglomeración del centro comercial.


Después de más de hora y media de recorrer las tiendas de arriba a abajo, finalmente habíamos encontrado el regalo ideal para papá y consistía en una botella de un buen vino francés, cosecha 1992 para brindar después de la cena de hoy por la noche y por un par de dólares más, le añadieron un lindo moño color blanco que hizo que el regalo luciera más presentable, fue toda una suerte encontrar algo así pero más suerte aún fue que mi precario presupuesto se ajustó de maravilla a ello, me habían sobrado unos cuantos dólares más y para rematar una caja de habanos artesanales de casi 600 dólares, cortesía de Alan y su reluciente tarjeta dorada.


Tenía que aceptarlo: Esta situación era malditamente cliché o al menos así me lo parecía... El chico más guapo del instituto Montessori y probablemente de todo Boston y sus alrededores estaba caminando a escasos centímetros de mi por la plaza del centro comercial, tomándome de la mano como cualquier persona heterosexual lo haría con su chica solo que yo no era una chica poseedora de un rostro angelical,  curvas despampanantes, piernas largas y torneadas, cabellera de comercial de shampoo y una sonrisa que enamora, no... ¿Como decirlo de la manera adecuada? Yo era, era... Yo era un chico de casi 1.70 enfundado en unos jeans de mezclilla un poco desgastados, una linda camisa blanca a juego con los inseparables Converse del mismo color, era un chico común y corriente más corriente que común, de cabellera negra y rebelde, alguien que apenas comenzaba a deshacerse de sus miedos y la timidez, alguien que acababa de iniciar su independencia cuando su hermano se fue de su habitación, alguien lleno de interrogantes sobre sí mismo y sobre el mundo que lo rodea, un amante de los libros y los compases lentos... Un ateo por convicción cuya sonrisa,  crecía de manera descomunal al sentirse seguro y protegido al lado de su capitán del equipo de fútbol que debería caminar a una distancia prudente para cuidar se imagen de chico rudo, pero a él le importaba una mierda que la gente o alguien del instituto nos mirara en este plan.

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