Capítulo 6: ¡Es mía!

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Salí tan rápido como pude de ese horrible callejón. Tenía el corazón en la boca, estaba súper asustada. El simple hecho de pensar en que mi hija también había pasado por eso, ya era suficiente como para querer morir. Pero no me iba a rendir, iba a buscar a mi hija, aunque tenga que vagar por todo el pueblo, la iba a encontrar sana y salva.

Iba corriendo a ver si encontraba otra salida, todo pueblo o ciudad tiene que tener una entrada y una salida, así que fui hacia la parte final del pueblo, corriendo, ahora que sabía que era una pueblo fantasma lleno de criaturas monstruosas, tenía que ser más precavida.

Después de correr por más de media hora, llegué a lo que se suponía tenía que ser la salida del pueblo pero, ¿adivinen? No lo era, estaba derrumbada, como una especie risco, no había salida.
Me quedé observado atentamente y me doy cuenta de que era imposible que una máquina haya hecho eso, opino que fue hecho por algo sobrenatural.

De repente, a mí lado se plasma una mujer vestida de harapos, toda abandonada, así, como estaba el pueblo, estaba ella... Se acercó lentamente hacia mí y agregó:

-Solo el siniestro abre y cierra las puertas de Silent Hill.

-¿Puede decirme que está pasando aquí? -le pregunto yo, mientras le miraba su sucia y abandonada cara. Al ver que ella no me contestaba, agregué:

-Mi hija... Está perdida.

-Todos los perdimos. Vete ya, son malvados. Ellos odian.
Lastimaron a mi hija, le hicieron cosas terribles... Alessa -dijo la mujer con una cara muy triste.

Luego, tomé mi collar, en el cual había una foto de Sharon y le dije:

-Ésta es mi hija, Sharon. Es sonámbula, así que debe tener cuidado si la ve. Por favor, dígale que me espere...

Ella se quedó mirando fijamente el collar con la foto de Sharon y muy sorprendida, dijo:

-Sí... Es mía, es mía.

-Disculpe señora, pero esa es mi hija.

-No... ¡Esa es mía! ¡Mía!

En ese momento, la mujer empezó agarrarme de los brazos e intentó quitarme el collar.-.

-¡Déjeme! -le dije y me fui de allí corriendo.
Antes de irme, escuché como dijo en voz baja:

"El fuego tragó su odio".

La verdad es que en este pueblo todo es loco. Creí que era suficiente con que lloviera ceniza y que hubieran monstruos pero, no, también tenía que haber mujeres locas que creen que mi hija es su hija.

Ya que no sabía adónde más ir, decidí ir a mi auto. No estaba tan lejos y en menos de quince minutos ya había llegado. Cuando entré en el auto, encontré en el asiento donde estaba Sharon una hoja del cuaderno de dibujos que tanto ella amaba. La tomé y en ella había un dibujo extraño, como una especie de escuela en llamas, y en él también había una nota que decía: «La escuela».

Eso me hizo rápidamente prepararme para ir a la escuela, era obviamente una pista que había dejado Sharon de que estaba en la escuela. Yo solo pensaba en que ella estuviera a salvo.

Luego recordé que tenía mi teléfono celular en el cajón de mi auto, lo tomé y llamé a Christhoper, el cual me mandó al correo de voz, así que le dejé un mensaje:

"Chris, soy yo, amor. Estoy en Silent Hill. Lo siento, cometí un error. Sharon se perdió pero creo saber dónde está, así que voy a la escuela a buscarla... No estoy bien, necesito tu apoyo, ¿sí? Ven".

Luego, traté de ver si el auto funcionaba pero no encendía, estaba completamente dañado.

-¿¡Por qué no enciende!?

En ese instante, escuché la voz de una mujer del otro lado del cristal de mi auto, la cual, luego de fijarme bien, me di cuenta de que era la policía con la que me había topado antes de entrar a Silent Hill.

-Señora, ponga las manos sobre el volante -dijo ella, apuntándome con una pistola.

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