Desde aquella noche, Sharon ha tenido pesadillas todo el tiempo. Aún no sé que significa «Silent Hill» pero, la verdad es que, las cosas fueron empeorando.
La llevamos al médico y el doctor nos dijo que era normal que una niña tuviera pesadillas de vez en cuando.
Pero la cosa empeoró una noche. Estábamos todos durmiendo. Soy una mujer muy activa, por así decirlo; cualquier sonido me despierta.
Todo estaba tranquilo, yo me había acostumbrado a estar despierta porque Sharon siempre me despertaba con sus pesadillas, así que, en un momento, escuché una puerta abrirse. Rápidamente desperté a Chris y él tomó un bate que había debajo de la cama, mientras que yo, fui hacia el cuarto de Sharon, pero cuando entré me llevé un buen susto; ella no estaba ahí. Rápidamente salí a buscarla y Chris venía detrás de mí a una gran distancia, claro, pues yo salí como una loca, súper rápido, que ni siquiera Sonic me llevaba.
La buscaba por todos lados pero no la encontraba, salí de mi barrio, atravesé el bosque por el cual continúe porque en él, encontré el peluche favorito de Sharon, hasta que terminé en una cascada o acantilado, como sea.
Allí estaba ella, con los ojos cerrados, casi en el borde del acantilado. Casi muero cuando la vi ahí, no sé cómo, pero corrí tan rápido que creo que no me dio tiempo a respirar. Gracias a Dios, la pude sostener en mis brazos justo antes de que cayera al vacío.
La abracé y ella solo dijo:
—Mami... ¿Qué pasó?—Todo está bien, hija. No fue nada, solo una pesadilla.
Y ya luego de que la heroína salvara al pueblo, llega mi valiente y rápido esposo.
Luego de eso, nos fuimos a nuestras camas tranquilamente. Claro que hice que Sharon se acostara con nosotros, no iba a dejarla sola, menos ahora que tiene sonambulismo.
Dios, pero... ¿Qué le pasa a mi hija?
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Silent Hill
FanficRose, es una joven madre que trata de encontrar curación para su hija enferma. Incapaz de resignarse al diagnóstico de los médicos, Rose huye con su hija hasta llegar a una ciudad aparentemente desértica; Silent Hill. Al llegar, descubrirá los secre...