CAPÍTULO 6

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No lo puedo creer.

-No, definitivamente no.- Dije muy decidida.

-¿Qué esperabas Charlotte? ¿Una bañera fina? No tenemos electricidad, ni tuberías para el agua aún. Solo contamos con el pozo y este manantial.

-Drew...- Protesté.-¡Esto es inaceptable!

-Estás siendo una niña caprichosa.-Dijo con recelo.-No está contaminado, míralo tu misma.

-Es que no es eso. No entiendes, es intolerable. No podre bañarme aquí, es vergonzoso.- Lo es definitivamente.

Cuando me dijo que me mostraría donde es que me podría duchar, jamás imaginé que tendría que estar expuesta al aire libre. Quedaba algo lejos de la aldea, pero mas cerca de la casa ya que esta quedaba al final.

Drew me miró serio, parecía no agradarle nada. Y comenzó a quitarse la camisa.

-Oye ¿qué es lo que haces?- Pregunté muy confundida.

-Lo que tu deberías hacer. Deja atrás la vergüenza. Vamos, hagámoslo juntos.- Dijo mientras se desabrochaba los vaqueros.

-¿Qué? ¡Estás loco! No voy a meterme ahí contigo.

-Es absurdo, acaso te da miedo que tan profundo pueda ser.

-No es eso.- Dije molesta. Drew al terminar de quitarse los vaqueros, tuve que apartar la vista. Y él entro al agua en un clavado que casi me salpica.

Comenzó a disfrutar del agua, y yo solo lo observaba seriamente y algo molesta.

-Ey, quiero saber ¿cuánto tiempo es que no te ducharás? La casa olerá aun peor...-Dijo en tono burlón.

-¡Basta! me ducharé cuando tu no estés cerca.

-No miraré, no debes de preocuparte, no hay nada que quiera mirar de ti.- Eso me molestó aun más, era alguien intolerable y grotesco. Y aun mas intolerante fue cuando comenzó a salpicar a propósito, mojando mi ropa.

-¡Eres un...invesil!.- Le grité furiosa. El me miró sorprendido. Y yo igual lo estaba, nunca le había dicho así a alguien.- Perdón.- Dije apenada.

-No te preocupes Charlotte, me han llamado peor.- Dijo tranquilo. Después comenzó a nadar hasta la orilla donde me encontraba, salió de ahí y tomó su ropa.

-Te daré privacidad.-Dijo algo serio. Y se fue.

Me quedé muy confundida, pero tenía que hacerlo. Una vez que se fue, comencé a quitarme la ropa quedándome en ropa interior. Y entré con mucho cuidado en donde no se encontrara tan profundo. Se sentía bien, el agua es fresca, perfecta para el clima tan caluroso.

No sabía cuanto tiempo había estado ahí, mantenía los ojos cerrados mientras estaba boca arriba flotando.

-Ya está por oscurecer.- Me moví veloz mente cubriendo mi cuerpo debajo del agua.

-¡Me has asustado! ¿Qué haces aquí?- Drew estaba vestido con otra ropa.

-Te traje una toalla, y algo de ropa. Tenemos que irnos, ya está oscureciendo.- Quería protestar de porqué había esculcado mis cosas, pero no lo hice.

-Gracias, podrias darme unos minutos.- Drew se dio vuelta. Salí del agua y tomé la toalla, comencé a secar mi cuerpo rápidamente, tomé la ropa interior que me había traído. Me puse roja, era mucho más vergonzoso en realidad. Luego me percaté que me había traído mi pijama. Me la puse y luego coloqué la toalla en mi cabeza envolviendo mi cabello, tomé mi otra ropa y me coloqué mi calzado.- Listo.- Dije y comenzamos a caminar hacia la casa.

-Anis ha preparado algo de comer.- Yo a sentí, al llegar esperaba que Anis y Step estuvieran en casa. Toda la casa está iluminada con varias lámparas parafinas.

-¿Dónde están?- Pregunto.

-En su casa.

-Creí que estarían aquí, ¿No cenaremos juntos?

-No, en pocos minutos va a anochecer.

-Y ¿eso qué?

-Charlotte, haces demasiadas preguntas. Vamos a comer.

-Si fueras mas amable en contestar, sin dejar una posible duda. Tal vez dejaría de hacerlo.

-Mira, es peligroso salir.- Estaba a punto de preguntar, porqué.- Lo es, por que es de noche, y puede a ver algún animal por ahí ya que estamos cerca de un bosque. ¿Ahora podemos cenar?

-Solo tenías que decirlo, no te molestes tanto.- Dije sarcástica y algo molesta. Lo miré fijamente mientras me sentaba al dejar mis cosas en el suelo, en la mesa donde se encontraba una deliciosa ensalada.-Gruñón.- Susurré lo mas bajo para que no me escuchara.

-Te escuché.- Dice Drew, pero no parecía molesto. Tomó asiento junto conmigo y comenzamos a comer tranquilamente.

Al terminar coloqué los trastes sucios en una cubeta con agua, comencé a limpiar un poco la cocina mientras Drew hacía lo mismo en su habitación.
En un rato ya había terminado, estaba apunto de subir por las escaleras cuando escuché un ruido extraño afuera y al mismo tiempo un animal sufriendo, un cerdo. ¿Que lo podía estar atacando? Salí rápidamente hacía a fuera para poder mirar. Los cerdos que se encontraban en el corral estaban imparables, se movían de un lado a otro huyendo de algo.

-Pero ¿Qué haces aquí?

-Drew, algo le está pasando a los animales.- Estaba preocupada y tenía miedo.

-Entra de inmediato, no podemos estar afuera.- Me jaló del brazo.

-Pero, ¿no me has escuchado? Mira tu mismo...

-No es nada, así se ponen por las noches.- Me dice una vez que estuvimos dentro.

Parecía nervioso, y no me miraba, solo apartaba la vista.

-Eso no lo creo, estaban huyendo de algo. Tal vez un animal o...

-No, ya te lo dije. Vamos tenemos mucho que hacer.- Dice al subir las escaleras. Lo empecé a seguir, pero él al pasar por la puerta de su habitación la cerró. No quería hablar conmigo, me sentí algo mal por eso pero seguí subiendo hasta llegar a la mia.

Al entrar me llevo la sorpresa de que los muebles estaban limpios, me sentí mas relajada ya que no tendría que hacerlo yo y agradecida. Comencé a guardar mi ropa dentro de la cómoda y el armario. Y las cobijas habían sido reemplazadas por unas limpias.

Guardé la maleta debajo de la cama. Y observé un trozo de papel. Lo saqué, y me percaté de una frase escrita en alemán. En el instituto aprendí un poco, y traté de darle traducción a lo que solo comprendí lo siguiente.

"Usted puede tener miedo durante el día, pero no se podrá imaginar la pesadilla de miedo en la oscuridad"

Pero ¿qué sentido tiene esto? No lo comprendo. Tal vez sea alguna cita textual de algún libro. Si, eso podría ser. Vaya, estaba tan confundida pero tenía que darle el lado positivo de cada cosa. No podría estar siendo pesimista todo el tiempo.

Guardé el papel en un cajón, y me recoste en la cama, lista para dormir, me cubri con las cobijas y tomé un libro para leer.

¿Pero qué estoy haciendo? Estoy demasiado tranquila, como si nada sucediera. Cómo podía estar fingiendo estar bien, si por dentro estaba destrozada.
Dejé el libro sobre la mesita de cama y abracé mis piernas. No quería volver a llorar, no quería sumergirme en depresión por no poder estar con mi familia. Hacía esto por ella.

Aunque me duele tanto, tenía la esperanza de que algún día esto terminara y volviera a verlos, a mis padres, a mis abuelos, a todos los que quiero, si se trataba de empezar de nuevo no podría ser para mí, solo tenía que seguir para llegar a que eso se hiciera realidad.

Apagué la mecha de la lámpara y me dispuse a tratar de dormir aunque fue muy difícil durante un rato.

Lo último que pensé, fue aquel día. Cuando dije lo rutinaria que era mi vida. Y ahora... Ahora eso iba a cambiar del todo. Hay mucho que hacer y descubrir aquí.

Nuovodunia: El misterio en la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora