CAPÍTULO 21

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Por la mañana del día siguiente, me encontraba de camino a la panadería.
Drew había recomendado en que me quedará un día más en casa. Pero como es de esperarse mi justificación de que ya me sentía mejor de lo que podría a ver esperado, le fue convincente. O eso me pareció.

Me he recuperado lo bastante rápido, mi pierna no ha sanado completamente aún, pero si está mejor que antes. Sólo estos días me bastó para mantenerme dispuesta a realizar mi única obra en este lugar.

Había llegado puntualmente, aunque eso a Helena no le importaba en lo absoluto.

-¡Charlotte!-Grita mi nombre con gran entusiasmo. Deja de hacer lo que estaba haciendo para recibirme con los brazos abiertos.

-Me da mucho gusto verte, Helena.-Le digo al abrazarla.

-A mi igual, querida. Dime ¿cómo estás?-Pregunta.-Quería ir a visitarte estos días pero he pensado que no querías recibir visitas después de lo que sucedió con...-Toma una pausa, que me hace tragar saliva ante el recuerdo.

-Estoy bien.-Digo enseguida.-Sólo tuve una herida en la pierna. Respecto a lo otro, me hubiera encantado tu visita. Tu ¿cómo estás?

-Muy bien. Feliz de verte.-Dice al sonreír.

-También yo.-Le digo cariñosamente.-Bueno, vamos a empezar, que el pan no se hará sólo.-Diciendo esto nos disponemos a comenzar con el trabajo. No me preguntó nada al respecto de lo sucedido aquella noche y yo le agradecí por eso.

Helena decidió que lo mejor sería que ella misma repartiera el pan en la aldea. Yo acepté agradecida con tan amable propuesta, pues a pesar de que sabía que mi pierna iba mejorando, no quería que el caminar me fuera una causa lamentable de que me pudiese lastimar.

-Ya está hecho.-Avisa Helena al entrar. Coloca su sombrero de paja sobre la silla, y observó que de su cabello resbalan unas cuantas gotas de sudor.

Ella se pasa una mano limpiando su frente mientras me observa con una sonrisa encantadora. Pobre Helena, esta muy cansada.

-Siento que tuvieras que salir estos días.-Digo apenada.

-No, querida, no lo sientas. En realidad he tardado más porque me entretuve en la granja con Bob. Ese hombre no dejaba de trabajar y tuve que ayudarle, aunque se negó varias veces antes de aceptar.-Dice alegremente.-Valió la pena ya que tuvo más tiempo para platicar conmigo.-Yo sonreí, me es muy romántico todo aquello.

Yo seguí limpiando el horno de cualquier trozo de pan que pudiese a ver caído. Helena comenzó a desayunar y yo me dispuse a acompañarla. Al terminar seguí con mi trabajo con ayuda de Helena.

Tenía tantas ganas de ver a Vittorio, pero me sería difícil poder llegar hasta su choza. Drew parecía a verme advertido está mañana de ir a visitarlo. Pues ha dicho <<Tu salud es más importarte, que ir a visitar a tus amistades>> Parecía muy directo respecto a visitar a Vittorio.
Pero no sólo eso me impedía ir, desde luego que no iba a hacer caso omiso a lo que pudiera decir Drew con relación a mi amistad con Vittorio. Es sólo que el hecho de que Vittorio no me haya visitado en esos días, me daba un poco de confusión y tristeza.

Se que él no sale mucho de su casa, pero tenía la esperanza de que lo hiciera por mí. Pero podría comprender si me diera una explicación después, sin que yo se la pidiera.

En fin, solo me quedaba al salir de la panadería dirigirme a casa, resignada.

Entré y subí a mi habitación a descansar. Me recoste sobre la cama con la mirada un poco perdida en mis pensamientos.

Me puse a recordar sobre el comportamiento extraño que tuvo Drew a noche, por un momento de locura me hizo sonreír. ¿Qué está sucediendo?

También era cierto que habíamos discutido y me había herido diciéndome inmadura. Todo eso era tan confuso.

Seguí un momento así, recordando un poco sobre el incómodo momento cuando nos conocimos, y todo lo demás; cuando fui por primera vez a su grandiosa casa, y que también había conocido un poco su colección de sus hachas y las de sus pinturas.

Y como olvidar la cena inesperada que tuvimos. Él parecía ser otra persona cuando conversamos sobre nuestros gustos, aunque él no me dijo ninguno en concreto. Y que pensar cuando bailamos en la boda de Hanna, parecía tan relajado y seguro de sí mismo. Tal vez lo estoy malinterpretando pero Drew es un hombre de muchas caras.

-Sólo venía a ver como estabas.-Dice Anis al pasar por la puerta.- ¿Ya no te ha dolido?

-No, estoy perfectamente bien. Hace rato fui al manantial, tenía que refrescarme un poco.-Le digo, mientras sigo secando mi cabello con la toalla que llevaba.

-De acuerdo, me alegra que vayas bien.-Dice.- Tendré que irme, un hombre de la aldea se a fracturado un brazo.-Me explica antes de irse.

Fui por mi libro y entré ahora a la habitación de Drew. Esta es más iluminada. Me hacía falta un lugar diferente para leer en la casa.

Tomé a siento en un sillón cerca de la ventana y comencé con mi lectura.

Se abre la puerta de la entrada interrumpiendo mi lectura, seguro es Drew. Escucho el sonido de sus botas al subir las escaleras. Observo por la ventana y ya casi anochece. Me sorprende como podía leer tanto sin darme cuenta del tiempo.

Cierro el libro mientras que espero a que entre. Pero a cambio de eso, escucho el sonido de la puerta de mi habitación al abrirse, y enseguida es cerrada fuertemente.

-¡Charlotte!-Exclama Drew al bajar por las escaleras, dando pasos fuertes. Di un respingon sorprendida, ¿qué sucede?
Salgo rápidamente de su habitación para encontrarme con él en la cocina.

Al salir, Drew estaba a punto de salir por la puerta principal.

-Drew, ¿qué sucede?-Pregunto confundida, al dirigirme hasta él.

Drew se gira antes de salir, y me da una mirada de alivio.-¿Dónde estabas?-Pregunta un poco agitado y confundido.

-En tu habitación, leyendo.-Respondo enseguida. El expulsa el aire que podría a ver estado conteniendo por segundos.

-Creí que habías ido con Vittorio de nuevo.-Explica.

-No, aquí estoy.-Le digo apesar de lo obvio que es.-¿Tiene algo de malo ir a con Vittorio?

-Claro que lo tiene. Pudo a ver sucedido nuevamente aquello...

-¿Le estás acusando de culpable por lo que me ha pasado?-Pregunto con molestia. ¿Qué se cree Drew para acusarlo?

-La respuesta está más que clara.-Inquiere dirigiendo una mirada a mi pierna recientemente lastimada.

-Vittorio no es culpable de nada.-Expreso con total seguridad.-Acaso ¿te estás volviendo loco?-Exclamo irritada.- Esto no tiene nada que ver con Vittorio. Él me ha salvado, y le estoy infinitamente agradecida.

-Lamento decirte que estoy en desacuerdo con eso. El que vayas y lo visites es peligroso...Dime, ¿te ha venido a visitar estos días?

-Realmente no se puede contigo.-Digo ignorando su pregunta. No sería yo quien diera explicaciones. Por lo tanto hago concluir el tema, quedándome en total silencio.

Esta conversación no llegaría a nada, si Drew sigue con esa idea de que Vittorio es el culpable. Realmente una tontería. Me doy vuelta sin más que decir.

-Espera, a ¿dónde vas?-Pregunta confundido.

No le respondo y sigo mi camino hacía mi habitación, molesta.

Nuovodunia: El misterio en la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora