-Hola.-Digo calmada. Pero la verdad es que me sentía muy feliz, de que al fin podía conocerlo. Tenía el presentimiento de que podríamos ser amigos.
-Hola.-Contesta él, mientras me observa curioso. Él se encuentra detrás de la puerta solo asomando la cabeza.
-Espero no molestarle...-Subo enseguida los escalones para saludarlo.-Mi nombre es Charlotte Revell.-Le extiendo mi mano. Me mira unos segundos.
-Vittorio...Marinetti.- Dice algo nervioso con su acento italiano. Nos damos un apretón de manos.
-Me da gusto conocerlo, Señor Marinetti.
-Dime Vittorio, por favor.- Dice amablemente. Le sonrío.
Tomo un pan de la canasta y se lo ofrezco.- Helena ha sacado una nueva receta, se que te gustará.- Esa era mi idea, ofrecerle pan. Vittorio lo toma delicadamente y en un momento sale completamente, cerrando la puerta detrás de él.
-Gracias, eres muy amable.-Dice.
No me lo había imaginado así.
Tendrá menos de cuarenta años. Su cabello corto y oscuro es lacio fino y algo ondulado, los ojos relativamente grandes color verde claro, nariz recta, y labios delgados. Va bien afeitado y su piel es blanca pálida. Es alto y de contextura delgada tendiendo a esbelta. Y va vestido con ropa deportiva.-De nada, trabajo en la panadería. Y no quería que ninguna persona de la aldea, no probara el delicioso pan de Helena.-Digo y él asiente tranquilamente.
-Me parece bien. Sólo que, no se si te has dado cuenta, pero yo no vivo en la aldea.-Dice y le da una mordida al pan. No sabía que contestarle.
-Bueno, yo...
-Descuida.-Sonríe.-No importa. Gracias.
-Esta bien, me tengo que ir. Helena a de estar preguntándose en donde estoy.
-Adiós Charlotte.- Dice al entrar de nuevo a su casa. Me despedí y caminé hacia la panadería.
Al entrar me encontré a Helena y a Bob conversando tranquilamente. Aunque Helena estaba muy emocionada, trataba de ocultarlo.
-Charlotte, ¿Dónde te has metido querida?- Dice algo preocupada.
-Helena, me eh quedado platicando con alguien.- Le digo.
-Oh, Bien. Bob me ha ayudado a limpiar el horno hoy. Pero mañana tu lo harás.-Ella sonrió y me entregó una bolsa con pan.-Toma, te veo mañana.- Me dice alegre. Salí de la panadería al despedirme, dejando a Helena y a Bob platicando.
Llegué a casa y ahí se encontraba Anis esperándome.
-Charlotte ¿Dónde estabas? Te busqué por toda la aldea.
-Estaba en el bosque. Pasa.-Digo al abrir la puerta.
-¿En el bosque? Pero ¿qué hacías allá?.- Dice algo preocupada al entrar a la casa.
-Tranquila, estaba con el hombre que vive en el bosque. ¿Sabes de quién te hablo?
-Oh, si. Vittorio Marinetti. Me contaron que vive solo, desde hace tiempo, a causa de la pérdida de la chica con la que vivía en la aldea.
-Si, es triste. Quiero ser su amiga, hacerle un poco de compañía- Le digo.
-Bueno, pues me alegra.-Me dice y sonríe.-Y ¿tu y Drew, como van?
-Pues que te digo...-Le comencé a contar todo lo que había pasado la noche anterior. Ella tampoco entendía porque esas notas aparecían debajo de mi cama.-Y me ha dicho Drew, que aun no conozco lo peor. Y eso me tiene con muchas dudas, Anis tu sabes que es, tu puedes decírmelo.
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Nuovodunia: El misterio en la oscuridad.
RandomDespués de que Charlotte Revell hubiera conocido el secreto más impactante que podría ocultar aquel hombre misterioso. Nunca se imaginaría que después de tener una vida normal, este le diera un giro apartando así todo lo que ella antes conocía. Ahor...