CAPÍTULO 10

36 1 0
                                    

-¿Qué te sucede, Charlotte? Haz estado muy seria hoy.- Me dice Anis. Nos encontramos fuera de la panadería hace un momento y se ofreció a acompañarme mientras repartía pan a las casas.

-No, no es nada.-Miento.

-Debes de saber que no soy tonta para no darme cuenta.- Dice.

Había comenzado el día como lo había hecho ayer, solo que algo triste y distraída.
Suspiro.

-Bueno, la verdad es que...Tuve una mala noche. Ayer discutí con Drew.-Le digo después de un momento.

-¿Qué fue lo que pasó?

-Es que aveces se vuelve un gruñón y me saca de quicio.-Le comento.

-Ya te lo había dicho...-Dice tranquila.- Mira hay que sentarnos.- Me señala un banco y tomamos asiento fuera de la carpintería.-Drew siempre será así, pero es su manera de demostrar que las cosas no le parecen correctas o que no esta de acuerdo. Pero verás, es un gran hombre.-Mordí mi labio algo pensativa.

-Puede que tengas razón, tampoco quiero excusarme de que solo él comienza la discusión...

-Vamos, dale algo de tiempo para que te conozca y verás que se llevarán muy bien. Eres una muy buena persona Charlotte y Drew también lo es, aunque demuestre ser duro y gruñón.-Sonreí un poco.-Vale, te dejaré trabajar, iré a ver a Step.-Yo asentí y vi como Anis se marchaba hacia los cultivos.

Seguí repartiendo pan, hasta terminar. La curiosidad aun persistía y volví a mirar hacia el bosque donde se encontraba la casa de aquél hombre solitario.
Tengo gran duda de saber su historia y de como es. Quisiera platicar con él y hacerle algo de compañía. Sólo me imaginaba como se sentía...

Regresé a con Helena. Platicamos un poco y le ayudé a limpiar como lo había hecho ayer. En un momento llegó Bob y ella salió enseguida con una gran sonrisa.

-Te veré mañana Charlotte.-Dice al verme salir de la panadería. Yo le respondí con una sonrisa y me despedí con un movimiento de mano de ella y de Bob.

Al llegar a casa, no sabía que hacer, me sentía algo aburrida al estar sola. Fui al manantial y regresé, leí un poco al llegar a casa, pero aun lo estaba... También no podía concentrarme al pensar sobre lo que sucedió la noche anterior. Tenía que hablar con Drew para mejorar nuestra relación de compañeros, sólo que él llegaría aun más tarde y mientras no sabía en que distraerme.

Salí y caminé un poco. Las personas hacian sus oficios, o solo platicaban entre ellas. Me saludaban amablemente y yo a ellos. Me retiré mas de la aldea, observé la casa del bosque y comencé a caminar hacia ella. En menos de diez segundos ya estaba devuelta hacia la que es mi casa. Me había arrepentido. No podía llegar así, sería extraño para mi y para él. No, no era buena idea visitarlo. Me encontraba sin nada que hacer. Después de observar unos minutos el techo de madera, mientras estaba recostada en el sofá, decidí que era mejor comenzar a limpiar la casa, si que necesitaba algo de arreglo.

Algunas horas más tarde, estaba orgullosa de mi trabajo. Ahora todo resultaba mejor para esta casa que es mi hogar ahora. Decidí terminar de limpiar mi habitación, una vez que limpié la de aquel hombre gruñón llamado Drew.

Ya había terminado, y me entró la curiosidad de echar un vistazo debajo de la cama y encontré aquel papel con la frase, que había desaparecido. Lo tomé y lo leí de nuevo para poder entender mejor aquella frase en Alemán y darle un significado concreto.

Enseguida mis ojos se centraron mas en aquella escritura cursiva.

"Debes de creer que cuan menos luz, más misterio. Y es tan profundo para ti, que te envuelve en un sin fin de preguntas sin respuesta. A lo que le llamas oscuridad, es sólo esa luz que no ves"

Nuovodunia: El misterio en la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora