CAPÍTULO 7

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-¡Dios mio!- Exclamo del susto. Rápidamente me levanto mientras colocaba una mano en mi pecho y otra en mi rostro mientras procesaba todo. Pues lo primero que eh visto al abrir los ojos es a Drew parado en la puerta justo enfrente de mi.

-Buenos días.-Dice tranquilo.

-¿Porqué has entrado? Me has dado un buen susto. ¿Eso quieres? Matarme del susto.- Estaba muy molesta.

-Bueno, no le veo porque te enfadas tanto conmigo. Eh tocado la puerta y al ver que no abrías decidí entrar para despertarte.- Dice en modo de excusa.

-Pues vaya despertada que me has dado.- Dije mas molesta, como acostumbraba estarlo. Comienzo a respirar mas tranquila. Mientras el solo me mira serio. Como siempre lo hace.

-Tengo que trabajar, y tu igual. Es nuestro primer día

-¿Qué dices? ¿Tengo trabajo? Que fácil. ¿De qué va?- Le dije incrédula. Aunque estaba bien saber que tenía un trabajo aquí.

-No te ilusiones tanto. Es en una panadería.

-Y ¿quién dice que no me gusta cocinar?

-Esa es la situación, tu no lo harás. Tu lo repartirás en casa en casa.- Comienzo a extrañar mi antiguo trabajo. -Eh preparado unos huevos cocidos. No se me ha hecho nada fácil, pero es lo que hay.

-Gracias.- Estaba mas tranquila, no iba a comenzar mi día molesta.

-Vamos, prepárate y ven a comer.- Yo solo a siento. Y Drew se gira para salir.

-Drew, espera.- Le digo. Él tenía que saber lo que había descubierto ayer por la noche debajo de la cama. Tal vez el sabía bien de que trataba. Había decidido dejarlo, pero aun me daba curiosidad saber de que trataba esa frase.-Ayer me encontré algo debajo de la cama.- Abro el cajón para sacarlo y me percato de que no está el trozo de papel que guardé ayer. Comencé a revoltear mis cosas donde solo están mis accesorios.

-¿Qué es?-Pregunta algo impaciente.

-Tu ¿has esculcado mis cosas?-Pregunto de nuevo molesta al no encontrar aquel papel.

-¡Claro que no Charlotte! Apenas entré y te despertaste. ¿Qué es?

-Un trozo de papel con una frase escrita en Alemán. Dime si lo tienes.

-Ya te lo eh dicho, yo no tomé nada. Y no me vengas a acusar de cosas. Como si me importara mucho lo que encuentras.

-Es importante Drew, tenía una frase muy extraña. Decía algo de temerle a la oscuridad, y lo que pasó ayer con los cerdos no me lo pude sacar de la cabeza. Y ahora ha desaparecido de la nada. Que raro ¿no?- Él es el único que ha estado aquí, él tenía que ser. No puedo estar loca, no podía ser un sueño, estoy segura de lo que digo.

Drew me mira algo nervioso, lo sabía, porque cambiaba su forma de mirarme, ya no estaba serio sino preocupado por mas que lo quisiera evitar podía verlo. Él se encogió de brazos.

-No se de que hablas, pero no tiene importancia. Tal vez creiste a verlo guardado y no lo hiciste. Además... ¿cómo sabes Alemán?- Tenía razón, en algún lugar debería estar.

-En el Instituto.

-Oh, está bien. Te esperaré para comer juntos.- Dice eso y baja por las escaleras.

Yo cierro los ojos y respiro profundamente.
Esté hombre me hacía cambiar de estado de ánimo en minutos. A veces lo odiaba, otras le temía, y en algunas ocaciones muy extrañas me sentía muy agradecida por tenerlo cerca. Le agradezco que me haya salvado, y esas pequeñas cosas como hacer el desayuno e incluso de pensar que me puede proteger aquí. Pero en fin, aun tengo ese remordimiento de a ver visto que asesinara a alguien en mi cara. Eso había sido lo peor que me pudieron a ver hecho. Aun no lo tengo claro, por lo poco que se, Martha había sido una traidora, y buscaba Nuovodunia que no era una pintura sino solo representa este lugar. Un lugar normal hasta ahorita.

-Tengo que preguntarte muchas cosas.- Le digo al bajar a la cocina. Ya me había cambiado de ropa para comenzar el día. Drew ya había empezado a comer.

-Ya te habías tardado.- Pude notar que no se refería al tardar para bajar sino a comenzar con mi interrogatorio. Puse los ojos en blanco y me senté enfrente de él para comenzar a comer.

-Es enserio Drew. Tengo que saber muchas cosas. Y espero que lo comprendas.- El fijó su mirada en mí un momento.

-Vamos, pregunta ya.- Dice y bebe un poco de agua. Respiro profundo.

-Primeramente necesito saber con exactitud ¿quién es Marlon?, ¿Porqué quiere este lugar? Y sobre Martha...

-Bien, entiendo. Empecemos por el principio. Martha no era una ama de casa, eso creía yo. Era una de las mujeres de Marlon, de esas mujeres, ya sabes...-Me guiña un ojo. La verdad es que no tengo idea, pero a sentí.- Así qué ella imaginó que si estaba cerca de mi, podría descubrir donde está Nuovodunia.- Comencé a comer mientras Drew me contaba todo eso y él también lo hacía.- Marlon es un mafioso, un hombre muy poderoso, un criminal. Alguien a quien temerle. No sé como se enteró de este lugar, ya que es un secreto que ha estado por años ocultado. Y que lo sepas tu te hace privilegiada.- Lo dice como si de verdad debo sentirme así.

-Bueno, tenía que saberlo...-Sonreí y él hace lo mismo.

-Vaya, en fin, Nuovodunia es el lugar para los buenos, así lo llaman algunos, otros para los refugiados. Los que queremos cambiar al mundo pero no tenemos el suficiente poder. Aquí estamos. Sin leyes, sin presidentes u gobernadores, sin dinero, sin maldad... Pero estamos a salvo de ello. Y tenemos recursos, tenemos materia, y tenemos fe y esperanza en qué algun día se prospere para llegar a ser una ciudad. Y comenzar como debimos hacerlo desde un principio en la Tierra.
Asi que imagina, Marlon se entera y él piensa en que teniendo un mundo nuevo podría hacer de las suyas, apoderándose de este sitio. Llevándolo a la ruina mas pronto.

-Vaya, esto...Nunca lo imaginé.- Todo era increíble pero parecía muy cierto.-Pero, ¿Porqué solo ustedes? ¿son los únicos que saben el secreto?

-No, hay muchos más. Mira cuando te dije sobre mi trabajo, no te mentí. Si vendía aviones pero también es que los hacemos, no lo creerás pero hacemos naves especiales, con mucha tecnología, como en la que viajamos para llegar aquí. Eso me hizo rico mientras vivía en la Tierra. Pero un día Marlon me ofreció demasiado dinero para que construyera una para él, ya que estaba apunto de obtener las coordenadas para el viaje. Al principio acepté, pero después me enteré de Nuovodunia, de lo que quería hacer. Trabajé para él, me pareció una buena idea al principio. Pero luego conocí a Step, él también trabajaba para él como piloto. Lo hizo porque necesitaba información de Marlon, era un espía. Nos hicimos buenos amigos y entendí que lo que estaba a punto de hacer era inapropiado. Así que ayudé a Step para evitar que Marlon se saliera con la suya. Él descubrió que nosotros habíamos sido los culpables de que no pudiera obtener el mapa con las coordenadas, el cual se encontraba en una pintura y mandó a sus matones. Y ahí comenzó todo. A partir de ahí, comenzamos a huir a una ciudad a otra. Viajando por el mundo. Descubrimos personas que se encontraban en nuestra situación, personas con secretos importantes de personas muy importantes. Y las trajimos aquí, para protegerles. Tuve que cometer varios homicidios, pero fue para proteger a otros, otros que de verdad necesitaban vivir.

-Esto es lo más increíble que me han contado... Pero te creo.- Coloqué mi mano sobre la suya. Él me miró y sonrió ligeramente.

-Espero que no me preguntes más por este día, que te he contado demasiado. Date prisa que llegaremos tarde a trabajar.

-Tu ¿en qué trabajarás?

Drew se levanta y toma el hacha que se encontraba recargada debajo de la mesa. Colocándosela sobre su hombro.
Casi me quedo sin respirar, un escalofrío recorrió mi cuerpo, estaba a punto de gritar.

-Talando árboles.- contesta orgulloso.

Nuovodunia: El misterio en la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora