2. Una visita inesperada
Sus piernas corrían al ritmo que le latía su corazón, muy rápido, porqué, por alguna razón intuía que algo no iba bien. Las cocineras no le dieron detalles, simplemente se limitaron a decir que bajara al sótano y se enteraría de todo.
Nerea se detuvo jadeando delante de la multitud. Los profesores hacían lo imposible para controlar a los alumnos, pero estos hacían caso omiso a sus advertencias.
—Vaya, parece que haces lo imposible para enterarte la última de todo.
—Nerea no escuchó lo que le dijo Amaya, una amiga de Carolina.
— ¿Qué ha pasado? ¿Por qué nadie está en el comedor? —Preguntó extrañada Nerea—.
— Vaya, pues es verdad que no sabes nada... Resulta que se han encontrado el cuerpo del señor López. Fue una mujer de la limpieza, que se dice que está en shock. ¿Te imaginas como se lo habrá encontrado? Parece que el asesino, se esmeró mucho ayer noche...
— Espera, ¡¿El director del orfanato está muerto?! Y lo dices así, ¿cómo si nada? —Preguntó Nerea horrorizada.
— Pero, ¿dices que fue ayer noche? ¿Estás segura de ello? — Preguntó Nerea cada vez más nerviosa.
— Vamos, Nerea, el sótano lo limpia la misma mujer todos los días, ¿Cuándo iba a ser si no? ¿No crees que lo hubiera visto antes? — Contestó Carolina con cierta ironía. — ¿Te ocurre algo? ¡estás pálida! ¿tú también te nos mueres?
— ¿Pero como puedes estar tan tranquila sabiendo que hay un asesino suelto entre nosotros? — Preguntó Nerea sin dar crédito a lo que oía.
— Estoy tranquila porque tanto tú como yo tenemos coartada, y, si ese asesino ha sido listo, se habrá marchado para no volver, y lo sabes. ¿Por qué iba a quedarse? A menos que no quiera matar a nadie más, claro. — Respondió Carolina sin dar importancia a sus palabras.
— De verdad que no entiendo... — Pero Nerea no pudo acabar la frase ya que palideció al ver a Julia, allí, delante de ella.
— ¿Qué es lo que ha pasado aquí? ¿Y, te encuentras bien Nerea? Nunca te había visto tan pálida.
Ω
La chica había caminado horas y horas. Pero al fin, divisó el orfanato. Júlia sonrió para sus adentros, se reencontraría con Nerea, su mejor amiga. Aunque en el fondo, se sentía apenada. Casi lograba conseguir una familia, pero por un cambio de última hora, tenía que volver a aquel lugar al que la gente llamaba “Orfanato”. Pero ella sabía que los servicios allí eran pésimos, y que a los estudiantes les trataban incorrectamente. Pero gente como ella, que habían vivido muchos años en aquel orfanato, podían superar aquello y mucho más. Caminaba lentamente, estaba cansada. Por la noche no había dormido nada bien. No podía evitar pensar en aquella familia de acogida, lo bien que la habían tratado en la entrevista, lo cercanos que parecían... pero debía volver a la realidad. Ella había perdido su oportunidad. Pero no su esperanza. Seguro que pronto alguna familia se fijaría en ella para concederla una entrevista, y, con lo encantadora que era, conseguiría lo que se proponía.
Oyó un alboroto dentro. Le costó entrar ya que su equipaje pesaba mucho, pero, al fin, entró. Cuándo vio a Nerea, le dedicó su mejor sonrisa. Pero al ver que esta no se la devolvió, se fijó mejor en su rostro y estaba pálida.
Ω
Julia se acercó a Nerea para preguntarle lo que le ocurría, pero cuándo estaba a medio camino, un grito la sobresaltó.
— ¡Todos los niños a sus clases! y cómo me encuentre a alguno de ustedes por aquí, tendrán problemas.
Se trataba de Sandra, la madre superiora y también profesora de ciencias sociales. Todo el mundo la odiaba, por su mal carácter y su disciplina a la hora de hacer las clases, pero la verdad es que a Nerea no le caía tan mal, ya que ella tenía un buen comportamiento en todo momento y no solía hablar en las clases.
Cuando se disponía a ir a su habitación, vio a una mujer morena y con los ojos negros como el carbón. Llevaba media melena y tenia un uniforme negro, que contrastaba perfectamente con su piel, ya que era pálida, pero seguía siendo guapa. Tendría unos treinta años, y su voz era muy grave. Iba acompañada de un hombre bajito y rechoncho, que no interesaba tanto como la mujer. En su hombro izquierdo divisó una placa, una placa de policía. En cambio, a la mujer no se la vio. Le extrañó, ya que los dos llevaban el mismo uniforme, pero lo dejó correr y subió a la zona de las habitaciones con los demás chicos, que estaban muy excitados con las últimas novedades. Se reunió con Julia para contarle todo lo sucedido en su ausencia, pero cuando se disponía a hacerlo, apareció la madre superiora con los dos supuestos policías, e hizo callar a todo el mundo, incluida Nerea, con un silbato que casi la deja sin tímpanos.
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El orfanato
Mystery / ThrillerNerea nunca conoció a sus padres. Vive en un orfanato, y un día le parece oír un grito pero lo deja correr. Mas tarde se arrepentirá de su decisión ya que han asesinado al director. Nerea se enzarza en esta aventura con Júlia, su mejor amiga. Pero p...