El orfanato

13. Un trágico final

                Lo único que se oía eran los pasos de Julia acompañados del latir del corazón de Nerea. Nunca olvidaría aquella confesión. Julia, una chica que lo daba todo por ella. Que siempre había resultado de confianza, que estaba en los malos y buenos momentos, era una... asesina. Le caían lágrimas por las mejillas. No sabía que hacer. Tarde o temprano, la encontraría. Y entonces ya no habría nada que hacer. Entonces, sonó su móvil, era un mensaje de Laura. 

"¿Dónde estáis? ya es de noche, la madre superiora y María se han dado cuenta de vuestra ausencia. Daros prisa". 

                   Desgraciadamente no lo pudo acabar de leer porque resultaba obvio que Julia la había oído. Su móvil estaba en vibración, pero aquel silenció sepulcral la delataba. No le daría tiempo a mandar ningún mensaje. Ya no. Estaba todo perdido.

                 Julia apareció. Sonreía  maquiavélicamente con el cuchillo en la mano. Nunca hubiera imaginado aquella estampa. Ni aunque se lo hubieran jurado por sus difuntos padres.

 —Lo siento Nerea, era necesario. —Alzó el cuchillo dispuesta a matarla. Pero lo que sucedió fue algo insólito. Del vientre de Julia brotó cada vez mas sangre, y esta calló al suelo. Su cuerpo inerte yacía al lado de Nerea, que no podía parar de llorar. 

Alguien la había pegado un tiro. Y ese alguien no era otro que Hunt.