3. Judit y Carlos

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                               3.    Judit y Carlos

    La madre superiora miró a los chicos con cara de querer asesinarles. Por mucho que tocara el silbato, siempre había algún que otro chico que susurraba algo a su compañero. Después de unos eternos cinco minutos, se hizo el completo silencio. La madre superiora comenzó a hablar. 

—Chicos y chicas, como todos sabéis, ha sucedido una desgracia en el orfanato. Nuestro ilustre director Abraham López fue asesinado durante la noche de ayer. 

   El gentío comenzó a comentar, era verdad, nadie se había inventado tal desgracia. Mientras ellos hablaban, la madre superiora rezaba en silencio. Algo que resultó extraño, ya que en esos momentos de caos era propio de ella coger el silbato de su bolsillo y dejarlos a todos sin tímpanos. Pero no fue así. Los propios chicos acabaron callando para seguir escuchando a la madre superiora, gesto que esta agradeció. 

—No se sabe quién es el asesino. Y por eso hemos traído a dos de los mejores policías de la zona. Judit Santos y Carlos Vasco. Tienen un gran currículum y nos ayudaran en este caso.

      Los dos policías saludaron a los alumnos, sin dejar de adoptar una expresión seria en su cara. A Nerea le extrañó que les explicaran todo aquello a ellos, unos "chicos incorregibles" tal como se llamaba su orfanato. En aquel momento deseaba despertar de una pesadilla. Ella pudo haber ayudado a su director, pero no lo hizo, se quedó en su cama, inmóvil. ¿Y por qué? por cobardía. Pero no era momento de reproches. Después de las presentaciones, ordenaron a todos los alumnos ir a sus habitaciones. Por hoy no iban a haber clases. Nerea pensó que era el momento perfecto para hablar con Julia sobre todo lo acontecido y preguntarle como fue su viaje, aunque fuera en vano. 

—¿No te parece increíble todo lo sucedido? —Preguntó Nerea clavando los ojos en su amiga. 

     Pero Julia no contestó, ahora era ella la que estaba pálida y no daba crédito a lo sucedido hace unos minutos. Le dirigió una mirada a su amiga, pero no la contestó. Prefirió guardar silencio, estaba muy cansada por el viaje, pero lo del director la había dejado sin habla. 

—¡Julia! ¿te encuentras bien? —La interrogó Nerea rompiendo el silencio. 

—Sí, sí... tan solo es que estoy algo cansada. 

—¿Quiéres hablar de lo que ha pasado? ¿o prefieres hablarlo mas tarde?

—Creo que escogeré la segunda opción. —Contestó Julia recobrando la sonrísa. —Me voy a mi habitación con Laura. ¡Hasta mas tarde!

       Cuándo Nerea se quedó sola un escalofrío le recorrió el cuerpo. ¿Tendría ella la culpa del asesinato del director? ¿que pensarían sus compañeros de ella si se enteraran de la verdad? decidió apartar aquellos pensamientos de su cabeza pero fue en vano. Pero cuando la puerta sonó volvió a la realidad.

—¿Quién es? —Preguntó Nerea algo nerviosa. 

—Soy Judit Santos, la policía ¿me permites pasar?

Nerea palideció. ¿Sabría que ella oyó aquel ruido?

El orfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora