Prólogo.

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Ignorando el cómo, el cuándo y el dónde, siempre escribimos versos con nuestros besos, y para nadie es un secreto que me falta un poco de cordura cuando te veo llegar. Podría asegurar que estoy loco por ti, y es que en realidad estoy loco de ti, de amor de ti. Ven a reclamar los besos que te has ganado por el simple hecho de haberme hecho, porque sí, aquella noche también te hice. Nos hicimos. Sé que me conoces lo suficiente como para saber que en estos momentos quisiera traerte hacia mí, y estrujarte sin que protestes, y besar tus labios sin que me detengas, y morderte hasta que sonrías. Quiero esta noche dormir contigo, porque no es un secreto que me haces volar, sin dejar de tocar el suelo.

Sentir que vuelo cuando te abrazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora