Al otro día Will me recogió en casa y ambos fuimos al Instituto, después de lo que paso con mis padres Will esta mas protector conmigo, me ha dicho que no quiere que salga sola por miedo a lo que pueda pasarme; pero yo creo que exagera un poco.
-¿Cómo dormiste?- pregunto tomando mi mano por encima del freno.
-Bien.
Al llegar al Instituto Kat me abrazo con fuerza dejándome sin respiración, Thomas la imitó y me miro apenado.
-Lamento lo que paso con tus padres.
Le dedique una mirada a Katherine y ella solo se encogió de hombros, era obvio que le había contado pero no tengo ánimos para enojarme con ella; además pensaba decírselo a Thom hoy.
-Descuida, supongo que pasara- dije dedicándole una sonrisa.
-¡Además nos tienes a nosotros!- dijo Will rodeando mi cintura.
Los tres asintieron y avanzamos a clases, todos hablábamos animadamente y a veces reíamos. Gracias a ellos pude olvidarme de los problemas en casa y pase un rato agradable junto a mis amigos.
-Debemos ir a clase Liz- Katherine sacudió su mano frente a mi sacándome de mis pensamientos.
-Claro.
Me despedí con un fugaz beso en los labios de Will y Kat le dio uno a Thomas. Ambas caminamos juntas hasta la clase de Ingles y al sentarnos Kat me dijo.
-¿Cómo te sientes?
-Bien, supongo
-¿Sabes que me tienes pase lo que pase verdad?
-Si, lo se.
Ella asintió y la clase comenzó, el profesor enseñaba verbos de la tercera columna y anotaba todo fugazmente en mi libreta.
-Tendrás que darme clases de esto- susurro Kat en mi oído y ambas reimos.
El profesor nos dedico una mirada de advertencia y ambas retomamos nuestros asientos.-¿Cómo les fue en la clase chicas?- dijo Thomas rodeando los hombros de Katherine.
-¡Aburrida!- exclamó su novia llevando las manos al aire.
Me eche a reír y sentí que rodeaban mi cintura, gire mi rostro y encontré el de mi novio con una amplia sonrisa, no pude quedarme en el molde y le di un beso. Al principio se sorprendió pero luego siguió mi beso.
-Se nota que me extrañaste- dijo luego de separarnos.
-¿Es muy obvio?- dije entre risas.
-Sólo un poco- dijo y me dio otro beso.
Los cuatro caminamos hasta la cafetería donde tomamos asiento en la mesa de siempre pero nadie había tomado algo de almorzar en la barra de comida pues sólo nos limitamos a charlar y hacernos bromas mutuamente. Sabía que era para alegrarme el día y lo agradecía mucho, solo ellos tienen la capacidad de hacerme sentirme feliz después de un día triste. Aunque en estos momentos sólo pensaba en lo que podría estar sintiendo mi madre, quisiera saltarme las clases e ir a casa para hacerle compañía y acudir a lo que ella necesite pero se que ella preferiría que me quedara.
-¿En que piensas?- me dijo Katherine agitando su mano frente a mis ojos.
-En mamá.
Se quedó callada un segundo como si analizará que respuesta darme para hacerme sentir mejor.
-Te aseguro que pronto estará mejor.
-Es lo que más quiero pero ¿Si nunca se recupera de esto? Mi madre amaba a mi padre mas que su vida, no puedo imaginarme lo mucho que le debe doler tener que separarse.
-Nadie se lo imagina Liz, pero debes tratar de superarlo junto a ella.
Proferi un suspiro y asentí.-¡Ya llegue mamá!- grite desde el vestíbulo.
No recibí respuesta y busque en la cocina, estaba recargada en la encimera con un cuchillo en la mano y la carne sobre una tabla de madera a media cortar. La mano que estaba sobre el mármol se encontraba completamente blanca por la fuerza en que se sostenía; me acerqué a ella y le quite el utensilio de cocina, la lleve hasta una de las silla y la senté.
-¿Que te pasa mamá?
-Está era la hora en la que tu padre volvía del trabajo- dijo con la voz baja.
Mire el reloj de cocina que marcaba las 13:50pm, era verdad papá llegaba a esta hora del trabajo y almorzabamos los tres juntos. Supe que el estado de mama era gracias a eso, sus manos temblaban y comenzó a sollozar, la abrace por la espalda y acaricie su cabello. Me rompía el alma verla así y si no hacía algo para que se calamara las dos terminaríamos llorando.
-Pasame mis tranquilizantes- dijo apuntando la puerta de una de las lacenas - Está junto a los vasos.
Me acerqué a una de las puertas y tome un frasco naranja traslúcido donde se veían numerables pastillas en cápsulas. Tome un vaso con agua y le acerque ambos a mama.
-Gracias- murmuró abriendo el frasco.
-No hay de que mama.
Se tomó una entera y vacío el vaso, ¿Desde cuando toma tranquilizantes? Por lo que se ve es la primera que toma del frasco.
-¿Me llevas a mi cuarto? Es que estas pastillas me hacen dormir.
-Claro mamá.
Pase uno de sus brazos por mi hombro y coloque mi mano en su cadera, la ayude a subir las escaleras y note como su peso recaía de a poco en mi, la recosté en su cama y antes de que este completamente dormida le pregunte.
-¿Desde cuando tomas esas pastillas?
-Ayer tome dos en todo el día, pero no te preocupes, no me harán nada.
-Bien... te dejare descansar.
Le di un beso en la frente y salí de su cuarto, volví a la cocina y limpie todo lo que estaba en la encimera. No tenía apetito por lo que subía a mi habitación y la ordene un poco; hice mi cama, puse la ropa sucia en el cesto y acomode mi escritorio. Para cuando todo estaba ordenado me dediqué a los deberes.-Me estoy preocupando mucho por mi madre Will.
-Tranquila, no le sucederá nada.
-Ha comenzado a tomar calmantes.
Will me rodeo la cintura y me apretó contra su cuerpo haciendo que nos abrazaramos, cuanto había necesitado sus brazos a mi alrededor.
-Escucha lo que voy a decirte- me tomo del mentón haciendo que la vea a los ojos-Tu madre esta bien, no te preocupes tanto y si toma calmantes es para no sentirse mal todo el tiempo ¿Ok?
-Ok- dije asintiendo.
Nos sentamos en el sofá de mi sala y nos dispusimos a ver la televisión en silencio mientras nos abrazabamos, ya ha pasado una semana desde que papa se fue de la casa y mi madre aún no sabe si pedirle el divorcio, pero yo se que es lo mejor que puede hacer por ambas; de mi padre no se nada desde que salió corriendo de aquí. Supongo que debe estar con la mujer con quien engañaba a mama pero la verdad es que no me interesa saber o tener que ver algo con el.
Espero que las cosas cambien para mejor a partir de ahora.
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Por Culpa Del Amor
JugendliteraturLa vida de Elizabeth Brandon da una vuelta de 180 grados cuando conoce a Will Kennedy, quien será el amor de su vida. Pero este amor tendrá muchas pruebas que superar, y todo se vuelve más complicado cuando Elizabeth descubre que su padre le es infi...