Por Culpa Del Amor

Dulces Sueños

-¿Que dijiste?
-Nos vamos a casar.
Mi mundo comenzó a dar vueltas y a desmoronarse ¿Que estaba pasando? ¿Alguien podría explicarme la situación?
-¿Hablas en serio?
-¡Si! ¡Estoy muy emocionada!
¿Jenks y mi tía se iban a casar? Sentí un nudo en mi estomago y náuseas, esto no puede estar pasando ¡Ella no puede casarse! ¡No puede hacerme esto!
-¿Estas segura de esto? Quiero decir, quizás no sea el hombre para ti, deberías pensarlo mejor, podrías arrepentirte.
-¿Liz de qué hablas? Yo amo a Jenks y nos vamos a casar en una semana.
-¡¿Qué cosa?! ¡No puedes casarte en una semana! ¡Es muy pronto!
-¡Ya basta Elizabeth! ¡Esta decidido y no cambiare de opinión por un capricho tuyo!
Bufe con fuerza y salí de la sala para dirigirme a mi cuarto dando fuertes pisadas, por culpa de su boda no podre escapar con Will, ella acaba de arruinarlo todo. Le di un azote a la puerta de la habitación y me deslice por la madera hasta tocar el suelo, me lleve ambas piernas a mi pecho y no pude evitar romper en llanto, no me agrada Jenks y no quiero que mi tía se case con él ¡¿Dónde estas mamá?! ¡Se supone que deberías estar conmigo para cuidarme siempre! ¡Pero te fuiste y me dejaste sola!
No puedo seguir con esto; me puse de pie y tome de mi armario un bolso lo suficientemente grande como para guardar ropa, solo tome lo necesario y todo el dinero que tenía ahorrado, salí de mi cuarto y camine con paso decidido a través del vestíbulo pero antes de que pudiera salir de la casa la voz de Jenks me detuvo.
-¿A dónde vas Liz?
-Lejos de ti- dije sin mirarlo.
Salí apresurada de la casa antes de que pudiera detenerme, tome mi coche y conduje de prisa hacía la carretera pero no puedo hacer esto sola, no puedo completar mi plan sin la persona que amo. Tome el móvil y le marque a Will.
-¿Hola?
-Will, tuve que adelantar las cosas, mi tía se quiere casar en una semana y eso arruinaría todo así que me fui hoy.
-Espera ¡¿Qué?! Liz no puedes huir aún.
-Si puedo, pasare a buscarte en diez minutos.
-Liz estas cometiendo un error, no es el momento para hacerlo.
No pude mas y libere las lagrimas contenidas, un sollozo tras otro salían de mi garganta y la vista comenzaba a nublarse.
-Por favor... Will te necesito conmigo.
-Liz no llores por favor, solo da la vuelta y vuelve a tu casa, iré a verte.
Pero no pude contestar, todo pasó muy rápido; el camión se desvió de su carril pasándose al mío, me quede dura y solo podía ver como mi coche se aproximaba a el y entonces ambos chocamos y no pude recordar mas nada.

-Debemos llevarla lo antes posible, no esta respondiendo correctamente.
No se de donde provenía aquella voz masculina pero sonaba preocupada y desesperada, no podía ver nada; todo a mi alrededor estaba oscuro, solo podía escuchar algunas voces que sonaban cerca pero no sabía de donde provenían.
-¡Dios mío es solo una niña! ¡Rápido, pónganla en la ambulancia! ¡No podemos perder más tiempo!
La voz de aquella mujer sonaba triste e igual de preocupada que la voz del hombre ¿Quién era esa pobre chica que los traía tan preocupados? O ¿Por qué estoy en este lugar y no con Will huyendo de mi horrible vida? ¿Dónde esta mi coche?
-Enfermera a la sala de operaciones y llame al doctor Wesley, esta niña no puede morir.
¿Esa chica va a morir? Que pena, no quisiera estar en sus zapatos, de pronto un halo de luz se hizo presente como si fuera una pequeña esperanza en toda esta oscuridad. No pude evitar caminar hacía ella y la figura de una mujer apareció frente a mí.
-Hija.
-¿Mamá?- avance corriendo pero cuanto más me acercaba más se alejaba ella-¡Mamá! ¡Por favor espera! ¿Dónde estoy?
-Tuviste un accidente mi amor.
-¿Accidente?
De pronto las imágenes aparecieron en mi cabeza como pequeños destellos, yo era la pobre niña, yo la razón por la que la mujer y el hombre estaban preocupados, yo estaba por morir y por eso puedo ver a mamá.
-¡Llévame contigo! ¡Por favor, sácame de esta pesadilla! ¡Ya no quiero seguir viviendo!
-Aún no mi amor, todo a su tiempo.
La luz desapareció al igual que mamá, otra vez estaba sola en la oscuridad con la respiración agitada y el corazón acelerado. De pronto todo comenzó a aclarase dejando ver una habitación poco iluminada llena de personas vestidas con trajes azules y gorros cubriendo sus cabeza; eran doctores.
Me acerque temerosa al cuerpo que yacía en la cama entubada y conectada a una maquina donde se podía ver su ritmo cardíaco; era yo.
-Vamos cariño, se que tu puedes lograrlo- una mujer se acerco a mi oído y acarició mi mejilla.
-Dudo que quiera quedarme- dije aunque sabía que no me escuchaba.
Salí del quirófano, no podía seguir viendo eso. Un llanto proveniente de la sala de espera llamó mi atención, me acerque despacio para encontrarme con mi tía con la cabeza entre las manos mientras lloraba ruidosamente, a su lado estaba Jenks y sentados frente a ellos estaban Will, Katherine y Thomas. Me arrodille frente a ellos tres y tomé la mano de Kat y Will, pero ellos no sintieron nada.
-Estoy aquí chicos, no me fui.
Me senté junto a Thomas y los observe a todos, la misma mujer que me hablo al oído se acerco a nosotros con el gorro entre sus manos y un gesto indescifrable; todos se pusieron de pie.
-¿Cómo esta Liz?- mi tía fue la primera en romper el silencio.
-Ella... entro en coma- Kat ahogo un sollozo y cayó de rodillas al suelo, mientras que mi tía y Will comenzaban a llorar-Haremos todo lo posible por ella.
Jenks le agradeció con un movimiento de cabeza y la mujer se fue. Así que, esto es lo que se siente cuando uno entra en coma, seguramente mamá también lo experimento, me acerque a Will y tome su rostro y trate de secar sus lagrimas aunque no pude hacer nada. Cuando pensé en huir, no me refería a esta manera, me aleje de ellos y camine hasta mi habitación, me sentí rara al verme a mi misma con cables en mis brazos y un tubo en mi nariz y boca que me ayudaba a respirar correctamente. Tome la silla que estaba en una esquina y me senté junto a mi cama.
-Escucha Liz, se que nuestras vidas no están pasando por un buen momento pero no puedes morir, se que dije que no sabía si quería volver pero no puedo dejarlos, no a ellos. Así que has tu mayor esfuerzo y mantente viva ¿Sí?, vive Liz.
Salí de la habitación y volví junto a los demás, me pare frente a mis amigos y los mire con una sonrisa amorosa y las lágrimas mojando mis mejillas.
-No los voy a abandonar. Lo prometo.