Una Nueva Persona

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Después del "encuentro" con mi padre me encerré en mi habitación negándome a salir, mi tía me trajo la comida y no insistió en nada. Rechace todos los llamados de Kat y mensajes, no tenía ganas de hablar con ella o de que sienta pena por mí, es lo último que quiero.

Le he escrito a Will preguntándole en cuánto tiempo nos escaparíamos, ya he organizado todo y no veo la hora de irme. Mi tía la próxima semana se ira a una boda de un compañero de su trabajo y estaré todo el día sola, por lo que es perfecto para escapar.
Mi móvil comenzó a vibrar, la foto de Will sonriente y con sus ojos cerrados apareció en la pantalla.
-¿Hola?
-¿Amor? ¿Por qué el mensaje?
Sentí un nudo formarse en mi garganta y mis ojos otra vez se llenaron de lágrimas, presione mis labios controlándome.
-Mí papá apareció en la casa ayer- aspire profundo y suspire con fuerza-Tratando de llevarme con él.
-¡¿Qué?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te hizo?! ¡Juro que cuando lo vea lo matare!
-Ya volvió a la cárcel, no tiene caso. Will quiero irme, necesito que escapemos la semana próxima.
-Liz es muy pronto necesito tiempo.
Las lágrimas brotaron de mis ojos mojando mis mejillas y sábanas, los sollozos comenzaron y ya no podía detenerme, no soporto seguir sufriendo.
-Will... por favor... no puedo más, tengo que irme.
-No llores amor, no quiero que llores- pude oír como suspiro con desdén-Haré lo posible por irnos.
-¿Lo dices de verdad?
-Sí, pero para eso me quedare con mi familia estas dos semanas.
-Seguro amor, gracias.
-De nada Liz, debo irme, te amo.
-Y yo a ti.
Corte la llamada y me recosté mientras presionaba con fuerza la almohada contra mi pecho. Las imágenes de ayer se repetían constantemente en mi cabeza torturándome cada vez más, necesito demasiado a mamá en estos momentos, sus caricias, sus comidas, sus consejos, a ella.
-¿Liz? ¿Cómo estas?- sentí el peso de su cuerpo en la cama, su mano se poso en mi espalda y la froto lentamente.
-Mal, extraño a mamá.
-Yo también... no voy a mentirte, pero ya no se que pensar o hacer, toda esta situación me esta confundiendo. Ya no se a donde irnos o si deberíamos irnos- suspiro y sentí como se recostó a mi lado-Tus palabras resuenan en mi cabeza todos los días.
Me di la vuelta quedando cara a cara con mi tía.
-¿Cuáles?
-Que Will y tus amigos son los únicos que pueden ayudarte a ser feliz.
-Sí, es verdad. Pero acepte que lo haces por mi bien.
-¿De verdad?- su tono de voz me dio gracia ya que sonaba sorprendida.
-No me malinterpretes aún me molesta tener que mudarnos.
Río entre dientes contagiándome, nos quedamos mirando y acarició mi mejilla, por un momento sentí pena; pena al saber que se quedara sola, por saber que me buscara desesperada sin poder encontrarme o creyendo que algo malo me paso.
-Voy a preparar el almuerzo ¿Qué te gustaría?
-¿Pasta?- dije sonriendo inocente.
-Pasta será.
Salió de la habitación dejándome con una sonrisa y algo más relajada que antes, de pronto comencé a cuestionarme si estaba haciendo lo correcto, si debía escapar, dejar a todos y todo atrás ¿Qué pasa si las cosas no salen como quiero? ¿Y si no conseguimos trabajo? ¿Y si el dinero no alcanza? ¡No Liz, se positiva, todo saldrá bien!
Repetí esa frase mentalmente hasta cansarme y convencerme de que no hacía nada malo.

Después de almorzar salí al patio trasero y me senté en el viejo columpio de madera debajo de un árbol, me moví lento reposando mi cabeza en la soga tratando de guardar cada detalle de la casa en mi memoria, pues no la vería más por mucho tiempo.
Por un momento me vi corriendo por todos lados con un tutu rosa y una corona fingiendo ser una princesa y no pude evitar reírme. Todo ha cambiado demasiado, yo he cambiado pero no me arrepiento de nada, me gusta quien soy y lo que he logrado sin importar los errores que cometí. Estoy orgullosa de ser yo, estoy orgullosa de los amigos que he hecho y estoy orgullosa de estar junto a Will.
Ya no importa lo que pase la próxima semana, no importa lo que haga mi tía o lo que piensen los demás. ¡Ya nada mas me importa!
Mire al cielo apreciando los colores del atardecer, como si los hubieran pintado. La luna ya había aparecido y solo tres estrellas se asomaron.
-¡Liz, entra a la casa, quiero que conozcas a alguien!
Le asentí a mi tía y avance hacia adentro, en la sala había un hombre robusto y alto vistiendo un traje formal y su cabeza estaba apenas recubierta por pelo gris.
-Mucho gusto soy Jenks- me tendió la mano y le di un ligero apretón.
-Un gusto, soy Elizabeth.
-¡Ya se conocieron!- mi tía aprecio con una enorme sonrisa en el rostro y beso a Jenks en los labios.
-¿Que significa esto?
Ambos se miraron y compartieron unas carcajadas.
-Liz te presento a mi novio.
-¡¿Qué?!- pase mi vista entre ellos sintiendo un nudo en mi estómago.
-Nos conocimos en el Centro Comercial ¿Qué te parece?
Mire al hombre, no me inspiraba absolutamente nada de confianza, sin embargo force una sonrisa y mire a mi tía mientras asentía con la cabeza.
-Me parece genial- ambos sonrieron ampliamente-¿Hace cuanto que están juntos?
-Un mes.
-¡¿Un mes y recién ahora me lo dices?!
Ella se encogió de hombros restandole importancia. Jenks me miro con una media sonrisa y todo en mi interior vibró, tengo un mal presentimiento de este hombre por lo que no tendré ningún tipo de relación con el.
-¿Cómo vas en los estudios Elizabeth?
-Los deje.
Jenks me miro sorprendido y con desaprobación, si hace un mes que sale con mi tía debería saber lo de mama, así que no tiene derecho a juzgar mi decisión.
-¿Por qué dejaste el Instituto?
Al parecer estoy equivocada.
-¿Mi tía no te dijo?- el hombre miro a la tía Carmen con miedo-Mi madre murió y mi padre es un psicópata que esta en la cárcel, eso la convierte a ella en mi nueva tutora.
-Lamento mucho oír eso nena- un sabor asqueroso se formó en mi boca al escucharlo llamarme "nena"-Y Carmen, creo que se te olvido decirme ese detalle.
-Si, lo se y lo siento, pero pensé que te asustarías y no quieras verme otra vez.
-Hay Carmen.
Jenks se dio la vuelta y tomó su rostro entre sus manos para luego darle un beso. No pude evitar formar una mueca de horror y asco sintiendo ganas de vomitar.
-¡Ok! ¡Se entiende que se aman mucho!- dije en un intento de detenerlos.
Ambos se rieron y sonrojaron ¡Dios que asco! Jenks me miro con una comisura elevada y ojos desafiantes ¿Qué clase de mirada era esa? Ahora me cae mucho peor que antes.
-¿Por qué no te quedas a cenar amor?
Jenks miro a mi tía sonriendo y acarició su espalda mientras asentía con la cabeza.
-Seguro cariño.
La tía Carmen lo beso y salio disparada hacia la cocina, Jenks se alejo hacia la sala y se desplomó en el sofá, lo inspeccione con la mirada sintiendo la urgencia de salir corriendo o decirle que no lo quiero aquí. No se que me pasa, o por qué no me agrada.
-¡¿Liz podrías ayudarme aquí?!
Entre en la cocina y me recargue en el marco de la puerta cruzandome de brazos.
-Entonces ¿No te pone contenta?
-¿Qué?
-Saber que ahora hay un hombre que nos podrá proteger.
Asentí con la cabeza ¿A qué estoy jugando? ¿Por qué finjo que me agrada cuando no es así?  Yo no quiero a alguien que me proteja, yo necesito que me saquen de aquí, que me quite mis miedos, mis pesares, mis malos recuerdos para remplazarlos con buenos; y ese alguien es Will.

Por Culpa Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora