-¿Mamá?- abrí la puerta de su habitación y suspire al verla sentada en su cama con los ojos inyectados en sangre-¿Que pasa?
Note que se sorprendió al verme y enseguida restrego sus ojos y limpio sus mejillas.
-¿Que pasa cariño?- golpeteo un lugar a su lado y me acerqué a sentarme.
-¿Por qué lloras?
-No estoy llorando- dijo con un tono nervioso.
-No me mientas mamá.
-Hija, solo es lo de siempre. Extraño a tu padre.
-Debes dejar de pensar en el, nos ha hecho mucho daño a ambas. No se merece tus lágrimas.
Ella asintió y me abrazo fuertemente, la acaricie el cabello y le di un beso en la frente.
-Ya me voy mamá, he quedado con Kat para almorzar hoy.
-Diviertete hija.
Asentí y salí de casa vistiendo un vestido blanco de lunares negros junto con una chaqueta de jean y unas sandalias blancas, me adentre a mi coche y conduje al centro donde me encontraría con Katherine para ir a Gonzo's. La actitud de mi madre me preocupa cada vez mas, ya no sale de la casa, come poco y toma cada vez más seguidos esos calmantes; ya no se que hacer para subirle el ánimo y que se olvide de papa.
Katherine me esperaba frente al restaurante y la salude con un fuerte abrazo.
-¿Entramos?- dijo sonriendome.
Asentí con la cabeza y al entrar caminamos hacia una mesa para dos con vista a la calle, al sentarnos el mesero se acercó a tomar nuestras órdenes.
-¿Que es lo que desean las señoritas?
-Yo un batido de frutilla con una hamburguesa y una ración de papas-dijo mi amiga mirando como anotaba el muchacho en la hoja.
-Y Yo un batido de banana con una hamburguesa.
-Enseguida se las traigo- dicho eso se alejo de nosotras.
Nos quedamos en silencio unos segundos mientras yo miraba por la ventana, hasta que Katherine carraspeo y me fije en ella.
-¿Cómo está tu mama?- dijo recargandose en la mesa.
-De mal en peor, ya no come, no sale y tomas más calmantes, estoy muy preocupada.
-Es entendible que este así, piensa que perdió al que seria su compañero de vida. Ya se le pasará.
-¡Es lo que me dicen todo el tiempo! Pero ¿Cuando pasará?- dije frustrada.
-Liz calmate, se que es lo que te dice todo el mundo pero por ahora trata de aferrarte a eso hasta que todo se calme.
Bufé molesta y el mesero se acercó con nuestra comida, en el momento en que sirvió mi plato y mi bebida ataque a mi hamburguesa y luego le di un gran sorbo a mi batido.
-¡Si que tenias hambre!- chillo Kat.
-¡Muchisima!- coincidí y ambas nos echamos a reír.
El almuerzo transcurrió entre risas y bromas, cuando terminamos de comer le pedimos la cuenta al mozo y ambas pagamos cada una su parte.
-¿Vamos a la galería?- dijo Kat.
-Claro.
Sonrió de lado y avanzamos calle arriba hasta llegar a la galería marítima, nos adentramos a ella y caminamos mientras miramos las tiendas a ambos lados del camino. De pronto sentí una sensación extraña detrás de mí, como si alguien me observase; no pude evitarlo y me gire, entonces vi a la persona con la quien menos quería encontrarme el día de hoy. Trate de darme la vuelta pero el ya me había visto y se acercaba a nosotras.
-Hola hija- dijo sonriendo maliciosamente.
-Yo no soy tu hija- lo fulmine con la mirada-Nos vamos Kat.
La tome del brazo y tire de ella alejándonos de el, gire mi vista y note que nos seguía. Presione el paso pero era tarde, el ya estaba muy cerca y me tomo del brazo con fuerza.
-¡No te vayas cuando te estoy hablando!- me miro con el entrecejo fruncido y me comió con la mirada.
-¡Déjame en paz!
-¡Sólo quiero saber de tu madre!
Retorci el brazo tratando de zafarme pero era inútil, el era demasiado fuerte. Kat trato de ayudarme pero ni nosotras dos podíamos liberarme del fuerte agarre de papa.
-¡Háblame de tu madre!- grito haciendo que la gente volteara a ver.
-¡Ella esta perfecta! ¡Ya se ha olvidado de ti! ¡Ella es feliz!- la ultima palabra la remarque con la lengua haciendo que enfurezca.
-¡Es imposible! ¡Ella solo es feliz conmigo!- grito soltándome y ambas salimos corriendo.
Corrimos hasta la otra salida de la galería y avanzamos hasta la otra calle, doblamos en la esquina y volvimos a correr calle abajo hasta mi coche, ambas nos montamos en el y salí a toda marcha del centro.
-Vale, se ha vuelto loco- dijo Katherine con un ademán de manos.
-No me digas- conteste sarcástica.
Conduje a toda prisa saltandome los alto, estaba aterrada y quería llegar lo más rápido posible a casa, pero pensandolo mejor papá puede estar esperándome allí; será mejor que avise a mama. Tome el móvil y marque el numero de casa.
-¿Hola?- dijo mi madre del otro lado.
-Mamá, me he encontrado con papa y puede que valla a la casa. Sal de ahí.
-¿Que? Hija no te entiendo.
-¡Sólo sal de ahí!- grite y colgue-¿Puedo ir a tu casa?- le pregunte a Kat.
-¡Por supuesto!
Conduje aún más rápido y al doblar en la calle de Katherine baje un poco la velocidad, aparque en el camino de entrada y ambas bajos del coche. La casa de Kat era de dos plantas y estaba pintada de gris, dentro todo era de matices oscuros del marrón haciendo que sea rústico. La sala tenía tres sofás de color bordo; uno de tres cuerpos y dos de uno, me senté en el de tres y apoye mi cabeza en las manos.
-Espero que mama haya salido de la casa- dije y suspire.
-Seguro que si.
-¿Crees que papa se quede toda la noche esperando?
Esa pregunta me daba vueltas en la cabeza preocupándome demasiado, no quería volver a casa sabiendo que el podría estar allí pero si mi madre no me hizo caso y se quedó debería volver antes de que le haga algo como la última vez, me estremecí al recordar la imagen de mama en el suelo tocando su mejilla y mi padre con el puño cerrado.
-No lo sé Liz, esperemos que no.
No dije nada, solo me quede en silencio observando el suelo mientras suplicaba mentalmente que a mi padre no se le ocurra ir a la casa. El sonido de mi móvil nos sobresalto a ambas y conteste sin mirar.
-¿Hola?- dije agitada.
-Hija... tu padre... el esta golpeando la puerta.
Su voz sonaba asustada y entrecortada, me altere esto es culpa mía; si yo no le hubiera dicho que mama es feliz el no hubiera ido. Pero no podía decirle que sufría su partida y que su estado de ánimo decaia, no quería que se sienta feliz por lo que hizo, yo quería que sufriera; pero me equivoque.
Un grito ahogado me hizo reaccionar.
-¡¿Mamá?!- grite pero no me respondio-¡¿Mamá que pasa?!
-¡Ayúdame!- grito de pronto y colgó.
Me puse de pie enseguida y salí de la casa dispuesta de ir a mi hogar, sentí las pisadas de Kat detrás de mí pero no me voltee a ver, subí a mi coche y encendí el motor.
-¡¿Liz que ocurre?!- grito mi amiga.
-Mamá esta en la casa y me ha pedido ayuda, papa ha entrado a la fuerza- me sorprendió la claridad con la que dije las cosas-Llama a la policía.
Dicho eso me aleje a toda velocidad de su casa, me salte todos los semáforos y los alto. Cuanto más conducía más desesperación sentía, como si no fuera lo suficientemente rápida, al llegar note que el coche de mi padre estaba frente a la entrada, me aparque como pude detrás de este y corrí dentro. Lo único que escuchaba eran gritos y a mi padre maldiciendo, corrí escaleras arriba y entre a mi cuarto donde mi madre yacía en el suelo boca abajo tratando de levantarse apoyándose en sus dos manos y mi padre a punto de patearla.
-¡No!- grite y me puse delante de ella.
Recibí el golpe en mi estomago y caí al suelo rodeandome con ambos brazos, me quede sin respiración por un momento y todo me dio vueltas, sentí el suelo frío contra mi mejilla y note que mi padre avanzaba hacia mamá, trate de detenerlo pero no tenía fuerzas para moverme.
-No por favor... te lo suplico- imploraba mi madre.
Gire un poco mi rostro y vi a mi padre dándole una bofetada a mama, me vio y se acerco a mí lado, con mis pocas fuerzas escupi sus zapatos y recibí otra patada en mi vientre. De repente escuche numerables pasos en planta baja y en cuestión de segundos policías armados tomaron por los brazos a mi padre llevándolo fuera y yo deje de respirar y todo se volvió oscuro.
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Por Culpa Del Amor
JugendliteraturLa vida de Elizabeth Brandon da una vuelta de 180 grados cuando conoce a Will Kennedy, quien será el amor de su vida. Pero este amor tendrá muchas pruebas que superar, y todo se vuelve más complicado cuando Elizabeth descubre que su padre le es infi...