Supongo Que Esta Bien

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-¿De que esta hablando?- le dije al doctor en un susurro.
-Su madre ha entrado a terapia intensiva.
-¿Ella no está muerta?
-No, pero existe la posibilidad de que quede discapacitada.
Mi madre no ha muerto, ella esta viva. Esa noticia esta bien para mi, lo único que me importa ahora es sacarla de este Hospital y llevarla a casa, cueste lo que cueste.
Dos manos tomaron mis hombros y los apretaron cariñosamente, me gire y abrace con fuerza a Will echándome a llorar, un poco más aliviada.
-Te dije que iba a estar bien.
-Si, ahora debemos sacarla de aquí- me volví al doctor y limpie mi nariz con mi muñeca-¿Puedo verla?
-Claro, pero debe colocarse algunas cosas sobre su ropa y cabello.
Asentí con la cabeza y me llevo a una sala donde unas enfermeras me dieron una bata celeste, guantes, un gorro para el cabello y un barbijo; cuando me coloque todo me llevaron a la habitación de mi madre. Tenia cables y tubos conectados por doquier y no pude evitar llorar un poco, me acerque a ella y tome su mano para apretarla cariñosamente.
-Hola mamá, no se si puedes escucharme pero solo quiero decirte que te sacaré de esto- con mi mano acaricie su cabello y suspire-Prometo hacer todo lo que pueda.
Le di un beso en la mano a través del barbijo y salí del cuarto, me quite toda la ropa de Hospital y volví a recepción a encontrarme con Will.
-¿Nos vamos?- dijo levantándose de su silla.
Asentí y salimos del Hospital, nos montamos al coche y conduje de vuelta a casa. No estoy cien por ciento relajada con este asunto, que mama este en terapia intensiva no significa que saldrá bien de esto; el doctor dijo que puede quedar discapacitada y, aunque eso no me moleste, odiaria saber que todo fue por culpa de mi padre. La verdad es que cuanto más lejos estemos de el sera mejor para ambas, más para mama que para mi.
-¿Cómo te siente Liz?
Will tomó mi mano por encima del freno y la acarició con su pulgar ¿Cómo me siento? Ni siquiera yo se esa respuesta, han pasado tantas cosas que mi cabeza esta mas que confundida como para decirme como me siento. Así que sólo me encongi de hombros tratando de restarle importancia, Will quitó su mano y giro la vista hacia la ventanilla, aparque en el camino de entrada y baje del coche, cuando entre a la casa camine hacia la sala y me desplome en el sofá sintiendo como mi cuerpo pedía a gritos a mi cómoda cama para dormir por horas y horas, aunque mi mente no paraba de trabajar manteniendome despierta.
-Liz, me debo ir a casa. Mañana volveré a verte.
Will se acercó y depósito un beso en mi frente, forme una sonrisa con los labios apretados y se fue, hoy era Domingo y no había adelantado los deberes del Instituto pero se que si asisto a clases lo único que haré será pensar en mi madre por lo que mañana me quedare en casa, al menos un día y además le diré a Katherine que justifique a mis profesores por mi falta al Instituto.
Me puse de pie y camine hacia la cocina por algo de comer, me prepare una pequeña ensalada y la comí en la mesa de la cocina, se siente raro no tener a mama frente a mi observándome comer o diciéndome que lo haga, es raro no escuchar lo elogios de mi padre hacia mamá por lo bien que cocina. Todo lo que está pasando en mi vida es raro, ya ni siquiera me importa lo que pase, ya no me importa lo que el destino decida para mi, lo único que realmente me interesa es saber que mi madre vivirá hasta que su corazón deje de latir.
El móvil sonó alterandome y conteste sin mirar, algo que se hacía una costumbre en mi.
-¿Hola?
-¿Liz? ¿Cómo estás amiga?
-Hola Kat, no muy bien, mama ha entrado a terapia intensiva por una sobredosis.
-¡Dios Santo! ¡¿Cómo está?!
-Los doctores dicen que existe la posibilidad de que quede discapacitada.
-¡Como lo lamento Liz! ¿Quieres que valla a casa?
Suspire pesadamente y Reprimi las ganas de llorar, quiero a mi amiga pero ahora necesito estar sola.
-No, gracias de todas formas Kat.
-Está bien, llamame si necesitas algo.
-Adiós.
Colgué con ella y me puse de pie con el plato en mano, camine hacia fregadero y lave los trastes. Al acabar seque y guarde el plato para luego subir a trote a mi cuarto, el cuerpo ya me pesaba y la cabeza me estallaba después de un día como este, que espero no se vuelva a repetir, desarme la cama y me adentre a ella con la ropa que tenia puesta, ya que no tenia fuerzas ni ganas de cambiarme. A los minutos que mi cabeza tocó la cama me quede dormida completamente.

El ruido de mi alarma me despertó y tantee con mi mano en búsqueda del botón que lo desactivará.
-¿Donde estas?- dije en un gruñido bajo la manta.
Cuando lo encontré lo presione con fuerza y en el momento que dejó de hacer ese molesto pitido deje caer mi mano, me deshice de la manta que me cubría y camine arrastrando los pies hacia el armario en busca de ropa limpia, tome una musculosa rosa, un jersey negro y mis vanz grises. Salí de mi cuarto y me encamine a la cocina, tome un plato donde verti cereales y leche, lo comí recargada en la encimera. Cuando acabe lo deje en el fregadero, luego lo lavaria, y salí de casa; me monte en mi coche y conduje a toda velocidad hacia el Hospital rogando de que haya buenas noticias sobre el estado de mi mama.
Al llegar la recepcionista me recibió con una amplia sonrisa.
-Vengo a ver a Jessica Brandon- dije recargandome en el escritorio.
-Si, quedan cinco minutos para que acabe el horario de visitas ¿Sabes cual es la habitación?
-Si, gracias.
Camine hacia las escaleras y corrí al cuarto de mi madre, donde antes de entrar me hicieron poner lo mismo que el día de ayer, cuando me senté en una sofá a su lado tome su mano y la apreté cariñosamente.
-Hola mamá, soy yo, tu hija Elizabeth- mis ojos se llenaron de lagrimas y me las quite con la mano pero me extraño que no despertara al escucharme-No te imaginas cuanto te extraño, no es lo mismo la casa sin ti- suspire y le di un beso en la mano-Pero prometo sacarte de aquí.
Una enfermera entró al cuarto y me indico que el horario había acabado, salí de la habitación y note que su doctor me esperaba, me acerque a el con un mal presentimiento.
-Debo decirte algo- dijo con sus ambas manos en sus bolsillos-Tu madre ha entrado en coma.
Sus palabras fueron tan duras como el hielo, mi madre me esta abandonando poco a poco, ella se esta llendo y sin despedirse.
-¿Durante cuanto tiempo?
-No lo sabemos, lo único que puedo aconsejarte es rogar que despierte.
-¿Y si no despierta?- suspiro y me miro apretando los labios-¿Que pasara?
-La desconectamos.

Por Culpa Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora