¿Qué es eso?
¿Se come?
Ah, no.
Es Connor.
El vampiro más destacado de la escuela.
El cual no ha sido mordido por ninguna vampiresa y nunca ha bebido de alguna.
Lo que significa que no ha tenido una novia oficial.
Aquí los vampiros se alimentan de s...
—Entonces, como te decía, cuando tengo emociones fuertes los rayos salen por si solos, no puedo controlarlo.
Parker me mira con el entrecejo fruncido. Estamos en uno de los campos de la academia, en realidad, lo traje aquí con engaños.
—Deja de parlotear tanto, dime, ¿a qué me has traído?
—Quiero ver lo que puedes hacer con tus dominios —en cuanto veo que va marcharse lo tomo del brazo—. Por favooor.
Resopla, me mira y ataca.
Un árbol es envuelto con una capa azul y gris y termina hecho cenizas. Quedo boquiabierta.
— ¿Te han dicho que eres muy caprichosa? —sacude la mano con la que ha provocado el ataque.
En cuanto salgo del asombro comienzo a suplicarle.
—Enséñame, enséñame a utilizar el rayo.
Me pego como garrapata a su brazo mientras le sigo suplicando, el está inerte, entre fastidiado y aburrido.
—Tengo cosas que hacer —señala sus anotaciones—. Tengo vampiros que calificar.
Se suelta de mi agarre y se marcha dejándome solitaria. En el transcurso intento hacer algo fantástico con mis dominós pero no ocurre. Si intentara pelear fracasaría incluso con el más novato. Desearía estar participando en misiones ya que ahí podría entrenarme en cambio, parece que estoy oxidándome poco a poco.
Esta mañana no he tenido ninguna marca lo cual me alivia, a pesar de eso, Parker sigue intentando buscar al culpable.
Por la tarde me topo con Adam en uno de los pasillos, esta sudoroso y parece venir de una misión muy reciente.
—Cherry —saluda con la mano en el aire—. ¿Cómo va todo?
—Bien —señalo su uniforme quemado—. ¿Qué tal las misiones?
Refunfuña
—Malditamente difíciles, pero, obtengo mi recompensa cuando los ciudadanos me dan las gracias, es sorprendente ver como tienen tanta fe en nosotros.
En eso tiene razón, aún recuerdo cuando los lideres supremos capturaron a un vampiro problemático, todos los espectadores los miraban con adoración.
—Eso es bueno —me encojo—. Es mejor que estar aquí sin hacer nada.
—A veces podemos cegarnos por amor —coloca su mano en mi hombro—. Algunas veces podemos quitarnos la venda de los ojos en el momento perfecto.
Con eso último Adam se marcha. Me quedo todo lo que queda del día pensando en lo que ha dicho. Tomo el teléfono para llamar a Connor cuando la puerta de mi habitación se abre, espero que sea Parker con noticias pero no es así, es Karl.
—A mi oficina, Cherry.
Su voz da escalofríos, creo que nunca había escuchado la seriedad en su voz hasta ahora. Lo sigo hasta llegar a su oficina.
—Necesito que hablemos sobre unos asuntos muy importantes y delicados —coloca una hoja enfrente de mi—. Los altos mandos no aprueban que no tengas un combatiente asignado y mucho menos el que no asistas a misiones lo cual es de suma importancia cuando se trata de graduarte.
Asiento mientras leo la hoja.
—Así que, lamentablemente tengo que decirte que no lo harás —alzo la vista—. Los protectores ya fueron asignados, Connor no está por lo que te quedas sin compañero y rechazaste que se te otorgara algún otro por lo que no hay manera de que vayas a misiones.
Lo veía venir, de hecho ambos, Karl y Parker me lo advirtieron.
—Entonces, ¿tengo que repetir?
Karl agacha la vista y se toma un tiempo para hablar, eso me preocupa.
—Cherry, aquí no existe repetir curso.
—¿Qué significa eso?
Los ojos de Karl se cristalizan.
—El gobierno cuida a los novatos, les otorgan un tutor, en tu caso soy yo, los cuales tenemos la obligación de informarles el cómo funciona esta ciudad e incluso sus cuerpos, la sed, los dominios. Intentamos que se adapten lo mejor que puedan, al ser vampiros de sangre de baja calidad tienen muy pocas probabilidades de conseguir la felicidad absoluta e incluso hay quienes los marginan por lo que los adentramos a las academias para que forjen su propio camino, para que estudien y se preparen para lo que viene, el ser un protector o combatiente implica proteger esta ciudad, esta academia es una de las mejores pero también una de las más estrictas. Y haz desaprovechado todo ello por un vampiro. Lo cual no está mal, porque seamos sinceros, nadie puede resistirse al llamado de la sangre que nos gusta, respetamos eso, pero, hay límites, y tú lo cruzaste. El negarte a ser protectora de alguien más te ha cerrado las puertas, lamentablemente, te has quedado estancada hasta aquí, ya no hay otro curso para ti, ni mucho menos una graduación.
— ¿Ya no hay nada que hacer?
—No lo hay, Cherry.
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