Corazones de Piedra

Capitulo 22

Maratón 2/4

POV Ana

En el Heathman, Christian me lleva hacia aquel privado elegantemente decorado, el camarero nos sirve champaña con fresas. Me veo recordando la última vez que cenamos aquí y el beso que nos dimos.

-En que piensas?- pregunta.

-En la última vez que estuvimos aquí.-

-Lo imaginaba, vi como tus mejillas se tornaron rosas.- dice sonriente.

-Que observador.-

-Contigo siempre.- porque dice esas cosas?

-Porque vinimos hasta aquí para cenar?-

-Porqué no?- responde.

-Es de muy mala educación responder con otra pregunta señor Grey.-

-Oh lo siento.- finge.- Quieres la verdad?-

-Por supuesto.-

-Bien, la última vez en este lugar pasaron muchas cosas, como nuestras discusiones y el beso al final, desde que te encontré por segunda vez en ese atolondrado encuentro y desde que me permitiste conocerte más y dejar ganarme tu confianza quise traerte aquí para que las cosas que una vez empezaron mal hoy puedan empezar bien.- ok estoy confundida. Que quiere decir?

-Como?- pregunto. Se levanta y me invita hacer lo mismo.

-Anastasia, yo no soy un hombre de flores y corazones, mis movimientos y relaciones siempre han sido sumamente frías y calculadas, pero desde que te conocí ha despertado en mi aquella necesidad de darte lo mejor y ser un hombre que nunca he sido, y sólo hay una manera. Anastasia quieres ser mi novia?- me quedo fría al escucharlo.... Pensamientos que divagaban ante sus palabras se han quedado pasmados por su inesperada pregunta. Quiero ser su novia? Estoy dispuesta o preparada para un noviazgo?- Se que todo esto es muy deprisa pero sólo así siento que puedo demostrarte lo mucho que me interesas y explorar cosas contigo que jamás he probado.- dice respondiendo mis preguntas nos formuladas. Rápidamente vienen a mi las palabras de Rosa Escuche a su corazón... Pero mi corazón no dice nada, Christian me ve con una mirada expectante, se que debo dar una respuesta y de verdad que no tengo que pensarlo tanto.

-Si Christian si quiero.- respondo, veo como sus ojos se iluminan.

-De verdad?- pregunta incrédulo. Asiento.- Oh nena.- toma posesión. De mis labios y le correspondo gustosa. Soy su novia, su novia... Me gusta como se siente.

•••••

De camino a Seattle, que debido a la champaña que consumió Christian no podía volar de vuelta, el toma mi mano y se siente tan bien estar así, un simple contacto que me gusta.

-Gracias por esta maravillosa noche Christian.-

-No agradezcas Anastasia fue un verdadero placer.- sonrío.

-Me gusta que me llames Anastasia.- murmuro sin pensar porque realmente adoro que me llame así, suena muy sensual.

-A mi me gusta que me llames Christian, eres la única después de mi familia.-

-Si?-

-Si, pero no es algo que me moleste, sino todo lo contrario.- sonrío ante sus palabras. Durante todo el camino conversamos sobre trivialidades pero de verdad es muy grato compartir con el. Al llegar me deja en mi casa despidiéndose con un par de profundos besos que me dejan sin aliento. Fue una noche muy agradable y me encanto no puedo negarlo, soy su novia y me gusta mucho serlo aunque una parte de mi sigue arraigada en el temor de ser lastimada por segunda vez.