Capitulo 41

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POV Ana

De camino a no se donde porque no estoy segura si vamos a su apartamento o a mi casa el decide romper el silencio cómodo que se ha formado.

-Como estas?- pregunta en tono cauteloso.

-No lo se.- respondo.

-No te ha gustado la sorpresa?- pregunta viéndome fijamente con su mano sobre la mía.

-Si, claro que si a pesar de todo. Muchas Gracias.- respondo un tanto desganada pero agradecida de que se haya tomado esa molestia conmigo.

-No es nada!- se calla y luego pregunta.- De todo?- Es en serio? Acaso espera que olvide lo de Elena.

-Si, ya sabes, mamá y su actitud de "sólo importo yo", el que tu hayas ido a ver a esa mujer a pesar de haberme prometido que no lo harías.- digo vagamente consciente de que estamos en el auto y no deberíamos hablar de ello aquí pero francamente me da igual.

-Piensas que este es el lugar apropiado para tener esa conversación?- dice ya irritado.

-Me importa un pimiento, una promesa es una promesa y tu la rompiste como si te importara un maldito cuerno habérmela hecho a mi. El lugar para esta conversación nunca será adecuado porque donde estés jamás la querrás tener por no enfrentar el simple hecho de que faltaste a tu palabra.- y esas palabra logran sacarme un par de lágrimas.

-Anastasia debía ir a verla, debía advertirle que se aleje de ti, ella no debe siquiera intentar joderme lo que más quiero.- grita molesto, y comprendo su punto. Taylor aparca en el subterráneo del Escala y baja sin abrirnos la puerta a ninguno y supongo fue orden de Christian que nos dejase a solas.

-Yo no entiendo porque prometiste si sabías que no lo cumplirías, dime, ganaste algo con ir a verla? Crees Christian que por tu advertencia Elena dejara automáticamente de molestarnos? No lo creo, y he de suponer que hechaste más leña al fuego.- digo con plena seguridad de que mis palabras no están lejos de ser ciertas.

-Ana que se supone que haría? Dime.- repone mientras se pasa una mano por su cabello señal de clara frustración.- Quedarme esperando a que diera el siguiente paso pensando que tu y yo estamos ajenos a toda la mierda que causó?- Me quedo sopesando sus palabras y se que tiene razón. Bajo la mirada a mis dedos sobre mi regazo.

- Se que tienes razón Christian pero se que eso sólo la provoco más y no tardará en venir por más. Lo se.- se acerca más a mi y levanta mi barbilla con sus largos dedos.

-Yo no permitiré que nadie te aleje de mi, desde que te conté todo mi oscuro pasado el miedo me invade día con día y no puedo quedarme de brazos cruzados esperando a que alguien venga y se lleve lo único bueno que me ha pasado. Ana tu eres mi tabla de salvación, y si tu me dejas nada tendrá sentido. Déjame que solucione esto con ella. Por favor.- súplica de manera tímida y sus palabras me llegan al fondo de mi corazón. Acaricia mi mejilla y me transmite seguridad. Siento que todo estará bien pero tampoco me quedare esperando a que el logre alejarla, tengo que hacerme notar y advertirle que no tengo nada de Insulsa y que puedo llegar a ser muy mala si me lo propongo.

Christian me pide que subamos y lo sigo hasta el ascensor. Me rodea con sus brazos y me besa el cabello.

-Te amo.- susurra pegado a mi, lo que me provoca una sonrisa. Las puertas se abren  y entramos al apartamento, me acomodo en el sofá y tiro mis tacones lejos.

-Te apetece una copa?- pregunta mientras avanza a la cocina.

-Si, por favor.- respondo.

Al cabo de unos minutos vuelve con un par de copas de vino, me tiende una y la tomo, doy un sorbo y el fresco vino me quema deliciosamente la garganta.

Corazones de PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora