Capitulo 28

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POV Christian

Me despierto de golpe y siento unas diminutas manos sobre mi pecho, giro mi rostro hacia el otro lado y veo a mi hermosa novia durmiendo plácidamente, su respiración es pausada, sus largas pestañas acarician sus mejillas, sus labios medio abiertos, se ve preciosa, aún no logro comprender como Anastasia permitió que yo, un depravado tomara su inocencia... Jamás me hubiese imaginado que debajo de esa mujer imponente, de carácter y exitosa se escondía una jovencita ingenua y pura. Seguramente si ella supiese toda tu mierda Grey no lo hubiese siquiera considerado. Eres un hijo de puta que no merece alguien como Ana.
Exactamente eso es lo que soy pero la sola idea que alguien tome a Ana o la lastime me enfurece por alguna puta razón.

Me levanto de la cama tratando de no despertarla, veo el reloj son las 9:22 pm, me voy a la cocina y me sirvo un vaso con agua, recuerdo que no comimos así que supongo que los macarrones con queso deben estar en el congelador, los busco y en efecto ahí están, los saco y los meto al microondas en un bol para calentar, espero que Ana despierte en cualquier momento o yo tendré que ir por ella. El aroma a queso inunda la cocina y al girarme me veo frente a una diosa de piernas largas, con tan sólo mi camiseta puesta donde sus pezones levemente se asoman, se ve tan sexy medio adormilada.

-Se te ve tan doméstico.- murmura mientras camina hacia la silla en la barra.

-Nunca se me había acusado de algo así señorita Steele.-

-Pues me alegra tener agallas y ser la primera señor Grey.- responde.

-Tienes hambre?-

-Mucha.- responde con voz ronca y sexy. Sonrío ante su insinuación. Sirvo los macarrones en dos platos, busco y a duras penas encuentro bagguets en una cesta, la coloco en la mesa.

-Vino?- pregunto.

-Si.- responde.

-Alguna sugerencia?- pregunto curioso por probar sus habilidades o conocimientos sobre vinos. Ella sonríe.

-Macarrones con queso.... Mmmm.... Pinot Grigio.- responde orgullosa.

-Excelente elección.- respondo y si que sabe, la señorita Steele es toda una caja de sorpresas.

Comemos en silencio, es agradable su compañía, me encanta como se ve en mi camiseta, es preciosa y es toda mía. Algo que ronda mi cabeza atraviesa mi garganta queriendo salir, me pregunto si es apropiado, joder no, pero necesito saber.

-Puedo preguntarte algo?- ella asiente mientras se lleva el tenedor lleno de macarrones con queso a la boca.- Porque conmigo y no con Kavanagh?- ella palidece y deja caer su utensilio sobre el plato.

-Es necesario?- pregunta disgustada.

-No quieres responder? Aún te afecta?- y mi tono suena más acusatorio de lo que pretendía pero me hiela la sangre saber que ese maldito aún causa efectos negativos en ella.

-No!!- exclama- quieres saber, bien.- mira a sus dedos y da un suspiro, de esa forma no es para nada la editora en jefe y dueña de la mejor editorial, se ve tan vulnerable y frágil y me descompone saber lo mal que la ha pasado.- Ethan y yo antes de iniciar una relación éramos amigos, los mejores, el me entendía y yo a el, solíamos reír de todo, salir y esas cosas, nunca nadie hablo de atracción hasta que un día en el cine me beso y le correspondí, seguimos así entre besos locos hasta que me pidió ser su novia y acepte. Grave error.- dice en un susurro.

-Porque?- pregunto.

-Porque al aceptar estaba perdiendo a un gran amigo, a cambio recibía a un novio demasiado exigente. Pretendía abarcar todo mi tiempo, al principio me sentía bien pero luego se tornó asfixiante, incluso me hacia escenas de celos en la universidad cuando iba por mi, era bastante enfermizo, con el tiempo me di cuenta que realmente no estaba enamorada y que mi cariño siempre fue como el principio, le quite interés a la relación, a el, los últimos meses me insinuaba el sexo, algo que yo no deseaba, siempre le decía que no era momento... Ciertamente nunca despertó ese deseo hasta que se aburrió y terminó como ya sabemos.- dice encogiendose de hombros.

Corazones de PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora