Capitulo 35

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POV Ana

Santo dios!! Tapo mi boca con el suave pañuelo para ocultar el asombro que esto me causa... Sintiéndome como en aquella época victoriana... Recorro la siniestra habitación, petrificada por los artículos en la pared... Una cama de cuatro postes de aquellos siglos, un mueble con varias gavetas, una cruz en una esquina, un sofá en un costado... Curioso no? Un artículo de lo más normal en una habitación para nada normal. Escalofríos causados por mi decepción recorren mi cuerpo. Siento los pasos de Christian seguirme, de que trata todo esto? Es un sádico...? Lágrimas afloran mis ojos, debía saber que era demasiado hermoso y perfecto para ser cierto.

-Di algo por favor?- murmura, casi puedo decir que tiene miedo. Me
giro suavemente y puedo notar pánico en sus ojos, piensa que me iré por eso me hizo prometerlo una y otra vez, sabía que esto es algo a lo que cualquiera huye.

-Que puedo decir?- murmuro.- Todo esta claro, no?-

-Que es claro para ti?- pregunta.

-Eres un sádico.- Afirmo.

-No, soy un dominante, un amo.- responde.

-Que demonios significa eso?- pregunto.

-Un término BDSM, un dominante ejerce el control sobre alguien, una sumisa, donde ella se entrega y rinde ante mi, obedeciendo cada una de las cosas que yo deseo.-

-Y si no?-

-La castigo.- y esa palabra... Esa simple palabra provoca una cortometraje en mi cabeza, recordando aquellas frases del libro de Leila... "El amo me castigo"... "El amo es oscuro"... " Yo Antes era un ser oscuro Ana"... "El amo es perfecto".. "Ojos de un color jamás visto"... "Cabello cobrizo"... "Sábanas color azul marino"... Santo dios! Es el!!!! Mi cuerpo empieza a temblar, giro rápidamente y admiro una vez más el lugar, rojo... El cuarto rojo... Las varas de diferentes tamaños... Las fustas... Todo es exactamente los mismo que Lucy describe. Dios!! Me giro y quedo frente a el quién me ve atónito ante mi aparente estado de shock. Admiro una vez más aquel hombre frente a mi, con su torso desnudo sólo en bóxers, es el mismo.....

-Que ocurre?- pregunta con el ceño fruncido. Mi respiración está acelerada, parezco haber corrido un maratón. No digo nada. Camino hacia la puerta pasando a su lado.- Ana...- murmura.
Llego a la salida, atravieso el pasillo y bajo por las escaleras.- Ana!!.- grita nuevamente. Sigo caminado y llego a su habitación. Santo dios! Es igual... Más de lo mismo... Es la misma habitación donde el la encontró y la azoto por estar aquí. Dios! Lágrimas aparecen nuevamente. Miro a mis manos y tengo aún el pañuelo, lo extiendo y veo aquellas iniciales. "CTG" al revés "GTC" descritas en el libro, es lo mismo... No hay duda. Mi giro hacia el quién ya esta en la puerta, esta atemorizado.

-Eres tu...- susurro. Frunce el ceño.

-De que hablas?-

-Del libro de Leila.-

-Que dice ese libro?- dice malhumorado.

-Todo!! Todo esto... Eres tu... Eres el maestro, de quién ella se enamoró, el libro es basado en una historia real y nada más y nada menos que en ti... La hechaste por que te amaba no?- grito.

-Anastasia no se que dice ese libro pero te prometo que ya no soy más así. No se porque Leila esta escribiendo algo así?-

-La conoces?- asiente.- Oh dios! No me digas que...- asiente de nuevo.

-Leila fue mi sumisa.-

-Santo dios!!- es todo lo que puedo articular.

-Anastasia déjame explicarte.-

Corazones de PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora