3. You again?

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- ¡No vuelvas a salir! - Hyuk seguía enojado, reprimiendo de manera incesante sin que realmente le prestara mucha atención, aunque de cualquier forma no lo culpaba de su histeria. En cuestión de probablemente menos de una hora me habían ocurrido tantas cosas, que de verdad creía que mi suerte era mucha.


- Por favor, tranquilízate. Estoy bien y eso es lo que cuenta - murmure con la mirada en algún otro punto que no fuera él mientras comía de una lata pedacitos de fruta, siendo ese mi desayuno, comida y seguramente cena del día.

- No, Raiden, las cosas no son así de fáciles - Aquella postura fría tan típica de él se hizo presente en el momento que me miro, dando como resultado que yo ocultara una sonrisa que amenazaba por salir.

Podría ser que todo el mundo conociera su fachada gélida, pero conmigo no funcionaba nada de eso, ni siquiera el tono de voz que usaba.

- No, tú las complicas. Enserio, basta - hable lo suficiente cansado de escucharle. Sabía que él solo se preocupaba por mí, pero algunas veces su rol de hermano mayor lo supera.

Se pasó una mano sobre los cabellos alborotados, mirándome. Opte por extenderle una lata igual a la mía junto con un cubierto. Bufo, pero finalmente se sentó a un lado mío, seguramente recordando que era la persona más terca del mundo y sus palabras eran de sobra.

- Mira, no quiero que...

- No me voy a morir, tenlo por seguro -
corte directamente sus ideas. Lo que menos quería en ese momento era que recordara a nuestros padres y volviera aquella culpabilidad que él automáticamente asumía por su muerte.

Había sido muy difícil para Hyuk y trataba siempre de reconfortarlo, asegurarle que nada iba a pasar, a él o a mí.


No era la primera vez que me topaba con ese tipo de dolor, con ese tipo de pérdida.

Pero rápidamente comprendí que esta vez no tendría a alguien que me consolara. Debía sanarme yo mismo, debía curarme las heridas solo, no podía dejarme caer de nueva cuenta y arrastrar conmigo a Hyuk. No podía, no por ellos.

Escuche como comenzaba a comer del contenedor mientras su estómago hacia sonidos en el transcurso seguramente agradecido de que por fin de varios días recibiera algo que procesar.

Suspiro y me volteo a ver.

- Tal vez no me haya gustado lo que hiciste pero, gracias - por primera vez después de tanto tiempo una sonrisa sincera se asomó por aquel rostro joven que con el pasar del tiempo lucia más demacrado. Sonreí de vuelta recargándome sobre su hombro, igual de cansado.

- ¿Algún día volverá todo a la normalidad?, ¿Nos dejaran salir? -
dije a la nada conociendo a mi pesar la respuesta.

- No lo sé, pero, no hay cosa que desee más - pasó una mano sobre mis hombros y me abrazo, alborotando en el camino mis ya despeinados cabellos - Mientras estemos juntos todo estará bien - Y esas palabras a veces bastaban para tener un respiro y tratar de seguir adelante.

Cerré mis ojos de manera inevitable sintiendo el típico escozor en ellos que indicaba que las lágrimas luchaban por salir debido al estrés que de repente me dominaba al saber que la situación iba de mal en peor.

- Maldita sea... Solo... - mi frustración iba en aumento. Cada vez era más difícil acoplarse. Deje mi lata a un lado tratando de que Hyuk no me mirara derramar ni una lagrima - Moriremos de algo más antes de que alguna de esas cosa nos muerda.

- No digas tonterías, Raiden - Sabía que aunque no lo admitiera, Hyuk no lo descartaba. Yo tenía la razón, nos estaban sometiendo a una situación de por sí insostenible, pero más....inhumana.

Unos disparos resonaron en todo el lugar provocando que me enderezara de golpe y levantara la cabeza mientras sacaba el arma del cinturón instintivamente. ¿Acaso alguien nos habían visto? ¿Sería aquel maniático que me había encontrado?. Comencé a escuchar demasiado tumulto, y al elevarme solo unos centímetros para asomar mis ojos sobre la barda, note como un grupo de personas comenzaba a salir de un edificio al otro lado de la calle subiendo a un autobús.

AfterDeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora