4. Flight

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Una extraña sensación se deslizó por mi cuerpo. Mi mente me gritaba que saliera en ese momento de ahí, con lo que mi cuerpo respondía haciendo exactamente todo lo contrario.

- Shaiel, lo tengo - escuche que hablo de repente por un comunicador mirándome de reojo de una forma bien disimulada.

Su voz...Definitivamente era él.

Debido a la luz que se filtraba de las ventanas cubiertas por trozos de madera y al iluminado del lugar que, a pesar de ser algo tenue, no dejaba de ser lo suficiente luminosa, me permitió echar un vistazo al hombre de aspecto casi desconocido, pero con una presencia inconfundible.

Su cabello era más corto de los costados a diferencia de la parte de la coronilla, donde los cabellos que se encontraban alborotados le daban un aire más salvaje cayéndole ligeramente sobre los ojos. Los rayos del sol reflejaban un ligero color cobrizo que pintaba su cabello muy tenuemente, ya crecido, dando a notar las raíces negras que, a pesar de eso, no se veía mal, se mezclaban de una forma sutil, casi armoniosa. Supe que se trataba de un tinte, ¿Un hombre como él se manipulaba el cabello de esa forma? Me parecía extraño.

La piel que se veía tensa debido a lo fibroso del cuerpo, poseía un color ligeramente moreno, los ojos tenían una perfecta forma de avellana, filosos, con una mirada bastante penetrante, seria e inmutable, una nariz que encajaba perfecto conforme a su rostro el cual terminaba con una barbilla fuerte y fina, los labios delgados y boca pequeña. Bajando mi mirada de su cara al resto del cuerpo note un tatuaje que comenzaba desde la mitad de su cuello el cual seguía y se perdía de vista al ocultarse bajo la camisa de manga larga negra que escondía sus brazos y finalmente termine sobre los pantalones del mismo color que la primera prenda, algo rasgado y maltratados que dejaban ver un poco de su piel en las piernas torneadas.

Un hombre bastante llamativo, si, podría ser.

Cuando termine de analizarlo me di cuenta que se encontraba mirándome fijamente con los brazos cruzados en el pecho.

- ¿Terminaste tu inspección? - le oí decir mientras arqueaba una ceja y recargaba su peso en un pierna.

Me sentí sumamente avergonzado de haber sido descubierto.

- ¿Qué quieres ahora? - las palabras salieron de forma bastante audible en el momento en el que escondía mi cara para que no notara el rubor de esta, recordándome a mí mismo quién era él. No debía perder la compostura.

Me levanté del suelo con la cabeza firme soltando un pequeño e inaudible suspiro en el momento en que reaccione y me dije a mi mismo que no me iba a dejar intimidar por un tipo como este, no de nuevo.

- No estoy aquí por gusto o porque quisiera verte la cara - gruñó mientras se daba la vuelta – Vámonos - dejo salir en el momento en que comenzó caminar, como si el hecho de decirlo no hubiera significado nada, como si lo conociera desde antes, ignorando que horas atrás había sido un demente.

¿Era tonto? ¿Quién diablos se creía?

- ¿Que te hace pensar que iré contigo? - Le desafié. Un pequeño bufido burlón se escuchó mientras se giraba un poco.

- Porque si eres así de estúpido para andar llamando la atención creyendo que alguien te va a ayudar y además solo, no duraras nada - se arremango las mangas hasta la altura de los codos distraídamente - Te estoy haciendo un favor, ahora camina - Mando con una voz autoritaria alzando su cara y chocando sus ojos con los míos. Me recorrió un ligero escalofrío. Me negué.

- Eres idiota, ¿Sabes que va a pasar? Saldré por esa puerta - Las palabras fluyeron de mi boca sin más mientras señalaba la dirección por donde supuse habíamos llegado, y que de la misma forma me iría.

AfterDeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora