AfterDeath

8. Underground

-Eres un maldito engendro inservible.

-P-papá, ¿Porque me dices eso?

-¡No me llames así!, Yo no soy tu padre.

-Por favor...para...

-Un demonio como tu no deberia de haber nacido, no sabes cómo estaré esperando el dia de tu muerte...

Me senté de golpe sobre la dura superficie del suelo inhalando todo el aire que mis pulmones pudieran almacenar, tratando de acompasar mi respiración agitada.

"Padre..." susurré cuando fui lo suficiente consciente para procesar que había soñado con mi papá biológico, aquel hombre que...me había hecho mucho daño.

Mi vista nublada por pequeñas lágrimas y por la blancura del sitio se fue ajustando poco a poco, dejando a la vista un lugar completamente desconocido para mi.

Trate de quitarme el amargo recuerdo y el dolor en el pecho concentrandome en mi alrededor, cayendo en cuenta que, como una mala broma, me encontraba completamente solo.

"No de nuevo" pensé aún sobre el suelo queriendo gritar, no solo porque no sabía a dónde diablos me habían traído, sino porque había vuelto a perder denuevo a Hyuk y, esta vez, probablemente no habría nadie para ayudarme. Aun peor, no tenía ni una pista de nada.

Me sentí justamente como en un principio, desubicado, perdido y mucho mas solo que nunca.

Ni siquiera estaba aquella detestable persona de piel morena que, pesar de todo, me servía para no perder la cabeza, me mantenía firme.

Me levante con el cuerpo extrañamente adolorido y solo hasta entonces preste atención a los objetos del lugar.

Una mesa de metal se alzaba en una esquina, a la otra, un estante con varias frascos con contenido extraño y desconocido se posaban dentro de ella.

Del otro lado de la habitación varios artefactos como computadoras y otros más instrumentos de laboratorio se divisaban.

¿Qué diablos hacía yo tirado en medio de todo esto?

Camine despacio, escuchando resonar mis pasos sobre el pulcro piso blanco con mi respiración acompañándolo.

Subí unos cuantos escalones, los cuales daban directo a una puerta de metal la cual supuse era la única entrada y salida de ahí. En el momento en que me pose frente a ella se abrió, dándome paso libre.

Desconfiado, salí al pasillo que se extendía, observando lo mismo mirara a donde mirara. Suelo de azulejos blancos, luces incandescentes que iluminaban del mismo color, y puertas automáticas esparcidas alrededor.

Camine lento hacia el frente al no tener demasiadas opciones que no corrieran riesgos, sintiéndome realmente abrumado al ver casi cada rincón exactamente igual, al ver tanto blanco alrededor.

Al llegar a un cruce de pasillos, decidí girar a la derecha parando mi marcha unos pasos más adelante cuando unas cuantas gotas de sangre se divisaron sobre el suelo, notándose fácilmente.

Estupidez, mucha curiosidad, o una forma para mi de llegar a algo que me ayudara a saber más, no sabía cómo catalogar el hecho de comenzar a seguir el rastro completamente desarmado y solitario, solo me encontraba encaminandome hacia el origen, sin más.

Pare de golpe cuando, la sangre paso del suelo a gotas que caían del techo, provocando que levantara mi vista, encontrándome con uno de los conductos seguramente de ventilación y sobre una rendija de entrada de esta, un cuerpo colgado, completamente pálido por la pérdida de sangre, sin presentar indicios de moverse