IV

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- ¿Bueno? - dije al responder el teléfono.
- Camila ¡¿Dónde estás?! - escuché decir al otro lado del teléfono.
No reconocí la voz al instante pero con el "¡¿Dónde estás?!" Entendí que era Hanna, mi mejor amiga.
Mi mamá y la suya se conocen desde la preparatoria y  fueron unas amigas grandiosas; eso es significado de que Hanna y yo somos amigas desde que estábamos en los estómagos de nuestras mamás.
- En mi cama acostada viendo pasar el tiempo como todos los sábados en las noches - respondí al mismo tiempo en el que ponía en altavoz el celular y me senté en una orilla de la cama.
- ¡Camila ven al parque que queda cerca de mi casa! - respondió con una voz acelerada. Se escuchaba mucho ruido en el fondo de su voz y gritos de alegría.
- ¿Porque? ¿Qué hay ahí que se escucha un ruido terrible? - le respondí después de levantarme de la cama e ir directo al armario viendo mi ropa.
- ¿Cómo que porque? Cami hay una fiesta genialísima y te la estás perdiendo.
- De acuerdo - suspiré - llego en 20 minutos.
- ¿20 minutos? Tú llegas en 10 normalmente.
- estoy en pijama, me tengo que cambiar. No voy a ir en pijama.
- ¡Apúrate!
Colgó la llamada. Seguía admirando mi ropa y seguía sin saber qué ponerme.
De pronto vi unos jeans entubados de color negro y una blusa blanca con un estampado de caballos negros y blancos corriendo. Agarre mi mochila y metí ropa para el día siguiente porque sabía que una fiesta cerca de la casa de Hanna significaba que me quedaba hasta el día siguiente con ella.
Al bajar las escaleras me encontré a mis padres y los gemelos con un juego de mesa en el comedor. Me acerqué a ellos y los vi metidos en el juego.
Fui a la cocina y tome un vaso de agua.
- Voy a la casa de Hanna, me voy a quedar ahí a dormir - dije dejando el vaso en el fregadero - así que... Ya me voy.
Pasó un tiempo hasta que mamá gritó "¡Gane!" Y todos se molestaron.
- De acuerda amor voy por ti mañana a las 3:50 a la casa de Hanna - respondió papá sin despegar los ojos de la fichas que acomodaba para jugar otra vez. - Pido la revancha - se dirigió hacia mamá - Lo hago por ustedes niños - dijo mandándoles un beso a los gemelos.
- Gracias papá - le respondí mientras salía de la cocina - Los quiero - les mandé un beso de lejos y me acerqué a la puerta agarrando mis llaves de la casa.
- Igual nosotros - respondieron juntos.
- Me saludas a mi amiga Cam - dijo mamá mirándome a los ojos - Y también a Hanna.
Sonreí y salí de la casa a dirección al parque.

Deteniendo mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora