XVI

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- Hola mamá, hola papá - dije sentándome en la mesa.
- Buenos días- respondieron al unísono sin dejar a un lado lo que estaban haciendo.
- ¿Y los gemelos? ¿Todavía no despiertan?- pregunté.
- Ya desayunaron, subieron a terminar de arreglarse- respondió papá.
- ¿Hoy todos decidieron levantarse temprano y estar de buenas? Eso no se ve todos los días- dijo mamá dejándome un plato con un pan tostado y mermelada con un vaso de jugo frente a mi. Me miró y sonrió más.
- Gracias - agradecí - Lo que pasa es que al parecer hoy será un día especial. Mi vida social va a cambiar por completo y Hanna, Jonathan y yo ya somos amigos de nuevo, significado de que todo será distinto y quiero estar positiva en todo, por los cambios que van a ver. Espero y sea grandioso- se notaba un tono alegre y de entusiasmo en mi voz.
- Y así lo será, solo deja que fluya como debe de ir. Y no olvides que siempre debes tomar en cuenta que si esto va a ser bueno o malo - me dijo mi mamá.
- Claro mamá - le dedique una sonrisa.
- Saldrá bien preciosa- termino papá.
Luis y Lalo bajaron corriendo, me saludaron dándome un beso en la mejilla. Termine mi pan tostado y mi jugo y me prepare para salir.

Como cualquier otro día mi papá me dejó enfrente de la puerta de la escuela, baje del auto y me fui a mi primera clase donde me encontré con Hanna, me senté a su lado y saqué mis cuadernos.
- Hola Hanna ¿cómo estás?- pregunté.
- Cami estoy súper emocionada, tenemos la tercera clase con uno de los chicos con los que estábamos ayer en la playa, ¿sabes qué es eso?- realmente estaba emocionada, igual que yo.
- Hanna... Querida amiga, ¿Quién crees que soy? ¡CLARO QUE SE QUE SIGNIFICA ESO! - grite sin importar quién se había volteado a vernos- Eso es el inicio de nuestra nueva vida social, grandioso.
- Cierto amiga, este día será el mejor - sonrío ampliamente- ¿Qué pasó von Jonathan? Después de que se fueran.
- Pues no gran cosa, me dejo en casa y me marcó en la noche diciendo que esperaba verme en la escuela en el descanso- entonces mi sonrisa desapareció al recordar la nota de Daniel. Sin perder ningún segundo comencé a buscar el papel en mi mochila.
- Que lin... ¿Qué buscas Cami?- tambien desapareció su sonrisa al verme buscar en la mochila.
- Hablando de anoche, Daniel. No sé cómo y cuándo, pero lo hizo. Fue raro- trataba de explicar hasta que encontré el papel en mi mochila- ¡Aquí está!
- ¿Un papel? ¿Daniel? ¿Qué tratas de decir mujer? No te entiendo- tomo el papel ya arrugado y lo leyó. Mientras lo leía le comencé a explicar.
- Anoche, después de bañarme salí y estaba eso en mi cama a lado de mi celular, pero no estaba antes de entrar al baño. Creo que debo llamarle pero... Tú estarás conmigo.
- ¿Cómo lo dejo sin que te dieras cuenta? - Hanna estaba sorprendida.
- No lo se, si lo supiera te lo diría.
- De acuerdo Cami, en el descanso antes de encontrarnos con Jonathan y sus amigos vamos a llamar a Daniel.
- De acuerdo. - entonces llegó el profesor y comenzó la clase.

En el resto de las siguientes dos clases todo fue bien, Hanna habló en toda la tercera clase con Hugo uno de los amigos más unidos a Jonathan, es un chico muy agradable.
Agradecí en grande cuando ya era hora del descanso. Hanna me acompañó a comprar mi comida y fuimos a la mesa de siempre, a un lado de la cancha.
- Hanna, es hora... ¿Qué le voy a decir? ¿Qué hago? No sé cómo hacer esta platica- estoy realmente nerviosa.
- Márcale y ponle en alta voz, deja que yo también escuche, que fluya la plática y si se va por otro lado voy a intervenir- dijo relajada y segura- pero rápido porque no falta mucho para que los chicos nos encuentren en nuestra mesa de la vida anti-social - reímos juntas.
- De acuerdo, pero mejor no digas nada aunque se valla la plática a otra cosa.
- ¿Segura Cami?
- Segura Hanna- sonreí. Tomé mi celular y marqué el número que me había dado Daniel. Sonó y dijeron:
- Pensé que nunca llamarías y también pensé que te importaba lo que te estaba diciendo el otro día. Tardaste un día en llamar.
- De acuerdo Daniel, vamos al grano- dije en tono serio- ¿De qué es eso de lo que me quieres hablar? Solo dime.
- Camila esto es algo serio y no se puede hablar sobre eso por medio de una llamada telefónica, aparte no me creerías.
Hanna levantó su mirada de la comida y me observó con una mirada de confusión, movió sus labios los cuales leí diciéndome <¿Qué rayos con el?>. Negué con mi cabeza hasta que se me ocurrió responder.
- Entonces ¿Porque querías que te marcara? Porque me diste tu número  celular si no lo quieres hablar por aquí.
- Para quedar en vernos.
Entonces yo fui después la que miro a Hanna con confusión. Él quiere que quedemos de vernos. Raro.
- ¿Qué tal hoy? Saliendo de clases. Pasó por ti - dijo Daniel después de un rato sin que yo le hubiera respondido algo. Tiene razón Daniel, quiero llegar a fondo de el asunto del reloj y él lo sabe.
- De acuerdo. Te espero a las... Cuatro.
Hanna me lanzó una de sus uvas a la cara y empezó a negar con la cabeza y su dedo, mientras movía sus labios diciendo <¿Estás loca? ¡No!>.
- Estaré ahí a las cuatro en punto. Adiós- se despidió y colgó.
Después de haber bloqueado mi celular Hanna me miraba con esa mirada que hacía cada vez que se sorprendía de las locuras, tonterías y más cosas que lograba hacer aveces. Yo solo reía por sus gestos en la cara. Abrí la boca para decir algo pero dos manos me taparon los ojos haciendo que dejara de reír.
- Tal vez sepas quién soy, tal vez no... Pero lo importante es que te encontré- me susurró alguien en el oído y me dio un beso en la mejilla derecha.
- ¿Debo de adivinar de quién me está tapando los ojos? - pregunté y reí.
- Si quieres - respondió.
- Hmmm, tal vez podría ser Jonathan, tal vez no - al decir eso retiraron las manos y pude ver que se trataba de Jonathan, quien se sentó en la silla que estaba a mi lado derecho.
- Eres buena adivinando Cami- sonrío.
- Ya lo sé Jonathan- también le sonreí.
-¿De qué hablaban?- preguntó Hugo sentándose a lado de Hanna.
Nos miramos las dos y yo negué de forma discreta para que ellos no notarán mi movimiento de cabeza.
- Nada importante- finalmente dijo Hanna - ¿y los demás?
- Diferente horario- respondió Hugo.
- Solo Hugo y yo tenemos el mismo horario- explicó Jonathan.
- Pues está bien, tampoco creía que iba poder con tantos chicos a mi alrededor- expresó Hanna entre risas.
Todo el descanso y el resto de clases la pasamos bien, en algunas clases de Hugo y Jonathan coinciden con la mía y de Hanna. Fue grandioso, y como había dicho realmente mi vida social cambio, todos me miraban cuando caminaba por los pasillos, sola o estando con Jonathan.

Deteniendo mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora