XVIII

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- Con Daniel- seguí hablando en susurros con una sonrisa.
- ¿Quién es Daniel?
- Jonathan estoy disfrutando mi momento favorito de todo el día, por favor no lo arruines. Es solo un amigo, tenía que hablar con el antes de venir.
- Lo siento pero me preocupo por ti, no es normal que alguien mienta sobre la razón de porque llego tarde a una cena solo por un amigo.
- Estoy bien Jonathan, no tienes de qué preocuparte y bueno no sé que es lo que les haya dicho Hanna sobre mi tardanza.
- De acuerdo.
Sonreí al verlo a sus ojos marrones y brillantes, siempre tan optimista.

______

- Hanna quédate a dormir, tu casa queda muy lejos y ya es muy noche- dije en tono de un niño haciendo puchero porque no le querían dar su peluche favorito.
Hanna rió muy fuerte haciendo que frunciera mi ceño.
- Camila vivo a cinco minutos de tu casa y apenas son las 7:40 de la tarde- siguió riendo.
- ¡¡Ándale!! No quiero ir mañana a la escuela sola- pestañee varias veces mientras me arrodillaba enfrente de ella- A parte ya estamos en la puerta de mi casa- sonreí inocentemente.
Rió.
- Esta bien solo porque te arrodillaste- me extendió una mano para ayudarme a levantar- Eres muy infantil aveces.
- Pero aun así me quieres y sigues siendo mi mejor amiga.
- Deberían entregar premios o algo así para las personas que son tus mejores amigos, porque, seamos realistas, ser tu mejor amiga es todo un reto.
Le di un codazo en su brazo mientras reía y abrí la puerta de la casa. Entramos y fuimos directo a la cocina a buscar agua.

- Hanna, ¿No te parece que Jonathan se está portando muy protector?- pregunté mientras buscaba en el refrigerador unas fresas.
- Hmmm... ¿Cómo?
- Me preguntó que con quien estaba antes de ir a cenar- deje las fresas en la isla- pásame la Nutella, está en el cajón de arriba- le indique a Hanna y ella hizo caso y dejó la Nutella en la isla junto con las fresas.
- ¿Cómo se enteró?- preguntó y se sentó en la isla.
- Me dijo que escucho lo que decíamos, eso es como un poco... Protector ¿no?- me recargue en la pared frente a Hanna para poderla ver de frente.
- Si... Pero yo digo que es así porque no sé si recuerdes, pero los tres de chiquitos jugábamos a que Jonathan era nuestro caballero y nosotras las princesas y nos protegía de todo. Tal vez ahora trata de hacer todo lo que no hizo en ocho años.
Tomó una fresa y le puso Nutella, yo hice lo mismo y suspire ante la respuesta de Hanna, no lo había pensado y esa podía ser una posible respuesta al carácter que ha tenido Jonathan.
Recuerdo los momentos de infancia de los tres juntos, nunca nos separábamos y parecíamos hermanos, la forma en como Jonathan era, alegre siempre con una sonrisa grabada en su rostro, un chico creativo, optimista, simpático, valiente y muy fuerte.
Subimos a la habitación con las fresas con Nutella y pusimos una película.

    Mensaje nuevo
Jonathan: ¿mañana vamos al cine? Tú, Hanna, Hugo y yo. ¿Qué te parece?

Al leer el mensaje le di un codazo a Hanna, le enseñe el mensaje y lo leyó.
- Vamos, no hay nada que tengamos que hacer mañana- tomé el celular de su mano y marqué el número de Daniel.
- Yo si- Dije antes de que Daniel respondiera la llamada.
-¿Qué?- Logró decir Hanna antes de que me colocará el celular en el oído para hablar con Daniel.

    *Llamada telefónica*

-Me sorprende que me hables después de haberte ido sin explicación alguna.
- Daniel habías dicho algo antes de que me fuera, ¿Qué era?
- Te dije varias cosas no se de cual hablas.
- Sobre algo que tenía que empezar hoy.
- ¿Sobre el entrenamiento de control?
- ¡Si! Eso. ¿Cuánto tiempo te tardas en un entrenamiento? ¿Un par de horas?
- ¡Ja! Si, claro... - dijo en tono sarcástico.- Oye, un entrenamiento dura semanas, y son muchas horas las que se necesitan para lograrlo. En tu caso se necesitará más tiempo, ya que no sabes nada.
- ¿¡Qué!? ¿Tan difícil es esto?
- Si. Nos vemos mañana. Pasó por ti temprano así que es de preferencia que estés lista antes de las ocho de la mañana. Y no olvides no decir nada sobre esto y el reloj.
- ¿Y si tengo vida social activa?
- Tendrás que dejarla a un lado.
- No es algo normal que de la nada deje de salir y desaparezca.
- Lo sé, por eso tendrás una nueva vida social.
- ¿De qué hablas?
- Te explico todo mañana, duerme lo necesitarás. Y no digas nada a nadie.
       *Fin de la llamada telefónica*

- ¿Le hablaste a Daniel?- preguntó Hanna sorprendida de lo poco que escucho de la platica.
- Si ¿algo que reclamar?
- No solo que no entiendo. Estaban hablando de entrenamientos, vida social, y no sé qué tantas cosas más.
- No es necesario tantas explicaciones Hanna, quiere que mañana nos veamos.
Daniel tenía razón era mejor no decir nada, no quiero contarle algo a Hanna y que termine siendo mentiras o algo que haga que se meta en problemas por mi culpa lo cual no sería nada agradable. Prefiero mantener esto en secreto y justamente cuando mi vida social estaba mejorando tengo que dejarla a un lado por los "entrenamientos" de Daniel lo cual no sé cómo él maneja esto.
- ¿Te quiere ver? No se supone que te lo dijo todo hoy y por eso llegaste tarde a la comida.
- Se supone pero la mayor parte se fue mientas caminábamos a un parque alejado del centro, voy a tener que cancelar el cine de mañana con ellos, y no sé si tú quieras ir con Hugo. - le sonreí y moví mis cejas arriba y abajo varias veces para lograr que Hanna se sonrojara.
- Camila, ¿estás loca, alucinando o algo parecido?
- Lo que me pasa es que no soy tonta y me doy cuenta de que Hugo y tú se coquetean discretamente.
Hanna me lanzo una almohada a la cara y solo se limitó a gritar: "Cállese, no es cierto" y taparse la cara con una cobija que tenía a la mano.
- ¿Te gusta?- pregunté apartándole la cobija de su cara.
- Es lindo- Grite emocionada y brincando en la cama- ¡PERO...! Eso no quiere decir que me guste. Necesito conocerlo más.
- Deja de lanzarme almohadas- dije esquivando la última que ma lanzó a la cara logrando que iniciara una guerra de almohadas.
- ¡Quiero Guerra! - gritó mientras se paraba de la cama tomando mis peluches listos para ser usados como balas y comenzar la guerra.
- ¿Quieres guerra?- dije mientras tomaba almohadas y cobijas como reservas para iniciar.
- Oh si, la quiero- dijo poniéndose en posición de guerrera.
- Prepárate para perder- dije riendo.
De un segundo a otro Hanna y yo comenzamos a lanzarnos peluches, almohadas, cobijas, sábanas y todas las cosas suaves que tenía en la habitación.
- No me voy a detener hasta que supliques paz - Gritó al ver que me quedaba sin cosas para lanzarle y sentada en una esquina de mi habitación.
Sin piedad alguna ella comenzó a lanzarme todo lo que tenía y yo solo reía. En una oportunidad que tuve me lancé hacia ella haciendo que parara y termináramos las dos tumbadas en mi cama totalmente desecha y retorciéndose de risa.

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Hola!
Lo siento mucho si no he subido capítulo en mucho tiempo pero como se acerca el cierre de ciclo escolar la escuela exige muchos proyectos, tareas y exámenes que presentar y ahorita se me pudo presentar la oportunidad de subir capitulo nuevo.
Espero que les guste este capítulo, trate de hacerlo lo más largo para recompensar el tiempo que estuve ausente.
Ya tengo un poco del siguiente capítulo y espero subirlo pronto.

Lindo día ❤️

Deteniendo mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora