Hanna salió en casi todas las fotos. La verdad pensé que iba a ser todo un desastre la sesión de fotos pero no. Yo le decía a un chico que se moviera y lo hacía, hacían todos caso, Hanna en una de las fotos hizo que un chico la cargara en sus brazos y le diera vueltas y aproveche el momento y tome una foto sin que se dieran cuenta.
Todo salió muy bien. Realmente si me sentí como una verdadera fotógrafa con mis propios modelos.
Ya había obscurecido y estábamos todos sería del mar. Los chicos consiguieron maderera e hicieron una fogata. Cantamos, bailamos, contamos historias y más cosas, en la estaba pasando genial; en toda la tarde después de la sesión de fotos Jonathan estaba a lado de mi.
- Camila... - dijo Jonathan
-¿Qué pasa? - lo mire y sonreí. Sinceramente si estoy muy feliz.
- Me alegra que este día lo disfrutes, me alegra que volvamos a ser amigos, como cuando éramos más chicos. Como si fuera tu hermano. - pasó su brazo por mi cuello y me abrazo y yo también.
- También me alegra que seamos de nuevo amigos - sonreí mucho. Seguimos contando chismes y platicando las tonterías que habían pasado mientras tomaba fotos.
- Que bueno que los hicieron una fogata, pequeña, pero fogata- reímos.
- Era para poder ver - dijo un chico sentado a lado de ella.
- Porque para tener calor no es necesario- dijo Jonathan.
- chicos, ya son las 10:47 - dijo unos de los chicos.
- ¡Ya me tengo que ir! - dije mientras me paraba y agarraba mis cosas- fue muy hermosa y agradable esta tarde con ustedes chicos, pero necesito ir a casa.
- Te llevo - dijo Jonathan mientras se paraba- aparte también tengo que irme.
- Gracias - sonreí- luego nos vemos- me despedí y me fui con Jonathan al estacionamiento.
Nos subimos a su auto y tomamos el camino a mi casa. El camino fue tranquilo, ya que pusimos música en la radio y cantábamos juntos. En veinte minutos llegamos a mi casa; Jonathan se estacionó enfrente de mi casa, bajamos y caminamos hasta la la puerta, donde nos miramos y dije:
- Gracias por traerme a casa - dije abriendo la puerta.
- De nada Camila, ya sabes. Para cualquier cosa, avísame y ahí voy a estar.
- Bien, gracias e igual - sonreí y nos despedimos de un beso en la mejilla.
- ¿Nos vemos mañana en la escuela? - preguntó Jonathan sonriendo.
- Si, hasta mañana- sonreímos y cerré la puerta. Escuche como se subía a su auto y se iba. Estoy cansada, la tarde fue muy agradable y movida. Creo que deberíamos hacer esto más seguido.
Subí a mi habitación y me senté en mi escrito encendiendo la laptop para pasar todas las fotos que tomé. Se estaban pasando las fotos, tardaría un tiempo así que baje para comer algo.
- Por lo visto esta tarde fue muy linda- dijo mi mamá cuando me vio que llegue al comedor. Estaban cenando cereal.
- Fue perfecto, aparte Jonathan y yo ya nos volvemos a hablar- dije y me senté en la mesa con ellos.
- ¿Jonathan? - preguntaros los gemelos al mismo tiempo.
- Si - sonreí.
- Vaya ¿Ni estaban enojados? Tú, Hanna y el - preguntó mamá.
- Estábamos, esta noche platicamos y nos dimos cuenta que nos enojamos por puras tonterías. Es como si recuperará al hermano mayor que tuve en mi infancia. Es bueno. - no paraba de sonreír, realmente todo lo que pasó en esa noche fue hermoso y un cambio muy grande. Ahora soy amiga de los chicos que forman parte del equipo de futbol americano y Jonathan y yo ya quedamos bien. Si, me sigue gustando pero todos esos años en los que nos enojamos me dieron razones para que solo me gustara y no quisiera otra cosa.
- Que bueno Cami, me alegro. ¿Y solo estaban ustedes tres? - preguntó.
- No, también estaban sus amigos del equipo de americano- me metí una cucharada de cereal a la boca. Al escuchar eso todos escupieron o casi se ahogaban con la leche.
- ¿Qué? - dijeron al uní sino mis papás y los gemelos sé limpiaban la boca.
- Ay, por favor. Si fueran mala compañía Jonathan no hubiera dejado que se nos acercará a mí y a Hanna. Todos nos llevamos bien. Se podría decir que somos amigos.
- Solo ten cuidado - dijo mamá
- Siempre tendré cuidado con los chicos mamá y papá no te preocupes, no me interesa tener alguna relación ahora.
Todos sonreímos y la pasamos muy bien en la cena, corta pero linda.
Al terminar deje mis platos en la cocina y subí a mi habitación para checar si todas las fotos ya se habían pasado a la laptop, y si, todo estaba bien. Apagué los aparatos y me metí a bañar. Termine de bañarme y me puse la pijama, salí a mi habitación y noté que había un papel doblado en mi cama y a lado estaba mi celular. Camine a mi cama y abrí el papel y leí el mensaje que decía:
No has llamado, pensé que te importaba saber la historia.
Seguiré esperando tu llamada.
Daniel ;)Doble el papel de nuevo y lo deje en mi mesa de noche. Observe mi teléfono y estaba desbloqueado, en la pantalla estaba la lista de llamadas que he hecho en el día; solo aparecía el nombre de Hanna. Lo levante de mi cama y cuando ya lo tenía en manos entró una llamada de un número desconocido. Supongo que es Daniel.
Contesto y me coloco el teléfono en el oído.
- ¿Hola? - pregunté. Nadie contestó.
- Hola - dije de nuevo. Seguían si responder.
- !Hola! - dijo una voz de hombre - ¿Cami?
- ¿Jonathan? - pregunté insegura.
- Si, ¿Qué pasó Cami? - al escuchar eso me tranquilicé y respire.
- Nada importante... ¿Para qué llamas? Ten en cuenta que es noche y estoy a punto de irme a dormir - respondí.
- Los siento Cami, quería saber si todo estaba bien.
- No te preocupes, todo está bien, gracias. Pero si no te importa, iré a dormir porque mañana tengo clases.
- Oh, sí claro Cami, descansa y no lo olvides. Mañana nos vemos.
- No lo olvidaré - acto siguiente fue colgar y meterme a la cama.
Estaba pensando en cómo Daniel dejó esa nota en mi cama. Realmente está esperando que le llame, y si quiere que lo llame, será mañana con Hanna.
Mañana espera una un día muy grandioso y tal vez el inicio de un cambio en mi vida social.
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Deteniendo mi vida
AdventureElla era una chica normal pero odiaba que el tiempo pasará muy rápido. En una noche caminando vio que salía una luz inexplicable del pasto..... Nunca imaginó que algún día podría detenerlo.