VIII

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Busque entre mis cosas de la mochila y encontré el reloj. Se lo entregue a Hanna para que lo pudiera observar bien. Río al ver el reloj.
-Camila... ¿Cerraste la puerta del cuarto para mostrarme este reloj antiguo? Y sucio de tierra Pensé que era algo más importante - Dijo riéndose mientras jugaba con el reloj.
-¡NO! - dije en un tono fuerte que provocó que ella se callara - no fue por el reloj si no por la forma en como la encontré... Bueno el caso es que no te dije algo antes de dormirnos.
- ¿De qué hablas? ¿Cómo? ¡Explícate! - dijo desesperada mientras se dirigía al baño. Me senté el la cama y suspire.
- De lo que estoy hablando es que anoche cuando iba rumbo a la fiesta, a la mitad del camino... Vi que unos chicos golpeaban a otro por algo - logre decir. Salió del baño con unas toallitas húmedas limpiando los restos de tierra del reloj y se sentó a un lado de mi.
- ¿Y qué hiciste? Dime qué hiciste algo
- No... No pude, solo escuche un poco de lo que estaban hablando... Los chicos que golpeaban al otro le decían que les entregara algo y el otro chico se negaba, pero lo curioso es que el chico golpeado me guiñó un ojo y sonrío - explique
- asombroso... ¿Y porque lo hizo?
- No se - dije haciéndome el cabello hacia atrás - y después cuando íbamos de regreso notaste que me atrase un poco, fue porque me encontré ese reloj en el mismo lugar en el que estaban golpeando al chico... ¿Tú crees...? -pensé por un momento en que estaba apunto de decir - ¿Tú crees que sea eso lo que pedían los chicos que estaban golpeando al otro chico? No... Eso es ¡ridículo! ¿Porque pedirían un reloj antiguo? - Dudé
- Quien sabe... Puede ser... No lo sabemos Camila. Pero algo si te lo puedo asegurar que si buscaban el reloj es porque tiene algo diferente a todos los demás. Toma y cuídalo mucho después lo investigamos - Dijo mientras lo metía a mi mochila - Vamos, bajemos que ya es hora de ir por mi hermana ya salió de sus clases de ballet.
Sonreí y nos fuimos por la hermanita de Hanna. Cuando estábamos chicas y su hermana está mucho más chica y hacíamos pijamadas no se separaba de nosotras, es como mi otra hermana.

- ¡¡Camila!! - Gritó al verme en la puerta del salón. Corrió y brinco para darme un abrazo - Que bueno que vienes por mi, no te vi en la mañana.
- Hola pequeña - le di un beso en su mejilla y también la abrace - ¡mírate! Asombroso, te ves como toda una bailarina de ballet profesional.
- Gracias Camila
- ¡Si! Qué bueno que te tomaste tu tiempo para recogerme, te extrañe. Si yo también bebé. - dijo riendo y después de un segundo ella también río- bueno ya, dame un beso bebé. ¿Qué tal estuvo tu clase hoy?
- Bien, gracias Hanna.
Agarro sus cosas y nos fuimos a la casa.

Deteniendo mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora