Más fría

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''Riiiiin'' Tocó el timbre en toda la secundaria marcando las 18:30, la hora de irse a casa, todos guardaron sus útiles, se pusieron sus abrigos y salieron de allí, la ultima hora fue de Historia ''Imperio Romano'', ¿A quien le gusta esa materia? Ni a los mismísimos nerds. Matilda como siempre salió última, no tenia prisa por salir, de todas formas llegaría a casa, pero ella no notó la presencia de Matias.

- ¿Cómo están tus puños?.- Dijo serio.

- ¿Que te importa?.- Dijo Matilda furiosa.

- Me importa, no estaría preguntando si no me importara.- Dijo Matias intimidado.

- Wow es la primera vez que sale algo inteligente de tu boca.- Dijo Matilda, colgando su mochila en su hombro y mirándolo a los ojos.

- Tu y tu sentido del humor.- Dijo Matias sarcástico.

Matilda hizo una mueca de desagrado y se dirigió a la puerta, pero Matias alcanzó y la tomó de la mano, Matilda no se resistió sabía que el no la dejaría en paz si no la revisara, pero ¿Por qué? ¿Por que se preocupaba?, Matias miró los puños atentamente, repasando cada lastimadura, Matilda quitó su mano bruscamente.

- ¿Feliz? Ahora ya déjate, te verán tus amigos los imbéciles.- Dijo Matilda saliendo del salón.

- No me importa.- Dijo Matias susurrando.

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- ¿Como te fue en tu día hoy?.- Dijo la madre de Matilda, metiendo un trozo de hamburguesa a su boca.

Matilda no acostumbraba a hablar con su madre, ya no le tenia confianza desde que la encontró engañando a su padre con su amante, se llama Paula Elizabeth Etcheverry, era una mujer alta, medÍa 1.76, era muy apuesta, sus ojos eran celestes y su cabello era castaño, tenia 39 años, su tez era morena, trabaja siendo maestra de 4to grado en una escuela primaria, a los 22 años se casó con el padre de Matilda, Tomas Martín Espinosa para aquel entonces el tenia 23 años, a los 24 años tuvieron a su primer hijo, al cual llamarían ''Agustín'', pero éste falleció, en el parto el cordón umbilical se enredó en su cuello, los médicos no pudieron desenredarlo lo cual le provocó la muerte. Paula y Martín quedaron terrible por aquella situación, pero lo intentaron nuevamente a los 25 años, Matilda salió salva y sana, lo cual la criaron con mucho amor y cariño, le ensañaron el respeto, la nobleza, la sinceridad y sobre todo la humildad, Matilda creció muy feliz hasta que un día cuando regresaba de su escuela feliz por haber ganado el premio a ''La mejor compañera'', con su diploma, al abrir la puerta del cuarto de su madre encontró a ella y a su amante haciendo algo que nunca olvidara, su madre Paula le dijo que no se lo podía contar a su padre, su padre estaba de viaje por su trabajo, Matilda no lo dudó y cuando él regresó se lo contó todo, su padre, su amoroso padre, pudo sentir cómo su corazón se rompía en pedazos, a la semana se divorciaron, el padre de Matilda, Tomás dejó la casa y se mudó de aquel lugar, la visita una vez al mes, ya que se mudó lejos de ellos, su padre paga el salario familiar siempre, pero siempre invierte en una cuenta que le hizo a su hija por si alguna vez le sucede algo. Matilda, Matilda, su pequeño corazón que recién comenzaba a sentir, se rompió, se hizo más fría, más cerrada, más rota, más dura, su gentil corazón puro y animado desapareció, ya no confiaba en nadie, ni en ella misma.
Ni su padre, ni su madre, supieron de aquel diploma que ella tanto esperó.
 El amante de su madre desapareció y nunca más lo volvió a ver.

- Como siempre.- Dijo .

- Y... ¿Cómo es siempre?.- Dijo su madre.

- Normal.- Dijo tomando su hamburguesa y retirándose a su habitación.

Paula notó sus puños lastimado y se preocupó.

- ¡¿Que te sucedió en las manos hija?!.- Dijo casi gritando.

- Me caí y no alcance a poner las palmas, no es nada.- Dijo subiendo las escaleras.- Me iré a dormir.

- Ya voy a darte las buenas noches.- Dijo riendo.

- No te gastes.- Dijo Matilda cerrando con llave.

Paula puso sus manos en sus ojos soltando una lágrima.

- ¿Que hice?.- Dijo angustiada.

Matilda se acostó en su cama y sin notarlo se durmió.

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Se preguntarán quien soy yo, quien narra esta historia, porque les cuento esta historia, estoy aquí para cumplir mi misión, no se los puedo decir, hasta que la haya cumplido. ¿Una pista? Soy mas viejo que todos ustedes juntos, vi con mis propios ojos la guerra, el odio, la envidia, la mediocridad, la gentileza, la tristeza, la hostilidad, la estupidez, la oscuridad y la luz, la amistad, el dolor, la confianza, la cobardía, la verdad, la mentira, la crueldad, el olvido, errores, destrucción, sueños, bestias haciéndose llamar ''Personas'', inconsciencia, conciencia, críticas, discriminación, bondad, golpes, ayuda, silencio, gritos, dar la espalda, triunfadores, fracasos, engaños, risas, sentimientos.













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