模糊

the boy.

— Iremos a Atlanta a buscar provisiones de ahí saldremos rápido solamente Alice y yo ¿está bien Miguel?

Rubén detuvo el auto para explicarle a Miguel sobre nuestro plan, el pareció dudar pero sabía que aceptaría ya que nosotros somos más veloces, me mantengo firme observando a través de la ventana.

El trigo comenzó a moverse a tal grado que se observó un pequeña figura saliendo de ahí.

—Rubén, Miguel... —los llame colocándome en una posición más firme.

Ellos seguían discutiendo como una pareja recién casada, parece que todavía estamos en ese departamento jugando una partida de Call Of Duty.

Salgo del auto, caminando a aquella sombra.

—¿Hola?

Nadie respondió saque mi arma y apunte pero de ahí salió un niño.

—No, no dispares me perdí sólo busco a mi grupo.

Sus ojos se inundaron en lágrimas, era un chico de cabello corto café y unos ojos azules, no respondí en ningún momento.

—Vengo con una amiga, se llama Sophia, unos caminantes nos persiguieron y tuvimos que adentrarnos al bosque... por favor.

Solté un suspiro, para observar como Rubén comenzaba gritarle al pelinegro, de nuevo gire hacia el pequeño que se mantenía encorbado por el miedo.

—Mi nombre es Alice. No creo poder ayudarte y...

No termine de hablar ya que sus sollozos se escucharon. Provocando que se sintiera un nudo en mi garganta

—Creo que puedo hacer una excepción contigo... Iremos primero Atlanta luego quizá te ayuda.

—Venimos de Atlanta es un cementerio, no vayas podrías morir

—Morir no está en mis planes.

Guarde mi arma, para poder caminar a la camioneta, Rubén y Mangel se fulminaban con las miradas con un puchero en sus labios ¿Qué les pasa?

—Hey idiotas, dejen su matrimonio de lado, hay un chico y una chica que buscan un campamento.

En ese momento capte la atención de mis dos compañeros desviaron su mirada al chico mientras que detras del el salia una chica, ellos se miraron entre si para después salir de la camioneta.

—¿Dónde esta su campamento?—pregunto Ruben recargandose en el cofre del auto

—Estabamos en un cruce de carreteras.

—Podemos ir entregarlos al grupo y seguir nuestro camino. —opina Miguel encogiendose de hombros como si fuera lo mas normal hasta el momento

Asentimos sin mas para despues hacer un campamento en la carretera mientras que ellos se concentraban de nuevo en el mapa buscando aquel crucé de carreteras, y señalaban varios lugares, me acerqué a ellos con dos latas de comida extendiendoselas

—Soy Carl, Carl Grimes.