模糊

dead.

—Hey Alice mira esto— me acerqué a Carl para poder bien lo que decía— Arderás por esto—leyó una  letras rasgadas que estaban al costado de la Iglesia.

Al parecer alguien ya había pecado.

—Carl entra a la Iglesia.— ordene un poco confundido asiento marchándose dejándome sola, con la ceja enarcada ante ellos comencé a caminar por el oscuro bosque con los machetes bien agarrados del mango, notando que la noche se hacía más espesa maldije por lo debajo.

—Que pérdida de tiempo— susurre para mí misma, gire sobre mis propios talones pero antes de poder regresar por donde vine a lo lejos vi una fogata que alumbraba el lugar.

Con sigilo comencé a acercarme hacia esta, llegando a una distancia apropiada mis ojos presenciaron algo terrible.

Varias personas se comían la pierna de un individuo, que estaba inconsciente, escondiéndome entre los arbustos los observe mientras que ellos se deleitan con la pierna del hombre.—Terminus— susurre.

Shane.

Una furia invadió mi cuerpo apreté mis puños al tal grado de lastimarme estos empezaron a sangrar, frunci mi ceño el hecho de pensar la muerte de Shane me llenaba de una molestia terrible.
El me salvó de aquella mujer ganándose una mordida, el murió por mi culpa, cerré mis ojos con enfado, el murió por culpa de los de Terminus, era un gran hombre un gran amigo, era una gran vida, cometió errores pero los corrigió.

Unos gritos me hicieron entrar en razón, abrí mis ojos aquel hombre había despertado.— ¿Qué me hicieron?

—Bueno no es nada personal pero ahora el mundo es diferente— sonrió aquel hombre que seguía comiendo aquella carne— Tenemos que sobrevivir viejo así es la vida y así lo será.

Unos gruñidos me hicieron girar notando que  los caminantes pasaron asustando a los caníbales, en el disturbio me acerqué con rapidez para tomar al hombre de piel morena para poder alejarme de ahí de la misma forma.

—¿Qué quieres de mi?— dijo entre llanto,— ¿Eres uno de ellos? ¡Solo trataba de sobrevivir!

—No soy como ellos— asegure dejando de correr— Sólo te ayude por que ellos me quitaron a un amigo me da igual si eres un buen hombre o no.

—Déjame morir nunca sobrevivirá asi— dijo con lágrimas.

—Un día conocí a un hombre que no tenía una pierna, sobrevivió un buen tiempo...— sonreí recordando la sonrisa de Hershel.

—Murió por esto— señaló su pierna.

—No....—interrumpo— Las buenas personas no sobreviven, eso paso.

El hombre ante aquello dejo de hablar. Llegando a la iglesia en el momento en que empuje la puerta con el hombre en brazos. Sasha impresionada comenzó a gritar un nombre, Ty apenado por el dolor de su hermana me quito al hombre de mis brazos mientras lo colocaba en un sillón.

—Bob... cariño— susurraba Sasha

Él sonriendo, comenzó a cerrar sus ojos;— Te encontré...—susurra.

—¿Qué pasó?— pregunto Rick colocándose al lado mío.— ¿Qué ocurrió?

—Dinos— añade con rabia Sasha —¿Cómo lo encontraste porque estaba así?

—Terminus—dije con simpleza— cuando llegue ya no tenía pierna, lo siento, unos caminantes asustaron a los de Terminus tome a Bob y corrí. Lo siento Sasha.

Pude ver a lo lejos a Beth y Ty que hablaban, se levantaron mientras que todos estában en círculo.

—Bueno creo que tenemos algo que decirles— dijo Beth llamando nuestra atención— Fuimos mordidos.— alzaron sus mangas y mostraron dos mordidas.

Todo ocurrió tan lento.

Sólo podía escuchar el llanto de Maggie y las maldiciones de Sasha, agache mi mirada notando como aquellas nos personas se fueron despidiendo de todos, Beth al final se acercó a mi.

—¿Estás Bien?— pregunto con su típica sonrisa, apreté mis labios y negué con la cabeza viendo el suelo.— Es la ley de la vida.

—Que asco de vida— solté

—Si no tienes esperanza ¿Para qué vivir?— dijo con una sonrisa de lado— Siempre escribe tus sueños así no dejaras de creer— me dio una libreta y un lápiz.— Quiero que la tengas. — desvíe mi mirada.

—Ya estoy cansada de perder gente y que llegue más a lastimarnos— dije apretando mis puños, me tomo del hombro otorgándole un leve apretón con su sonrisa que no volveré a ver jamás, lo que decía Beth era tan magnífico sus palabras que las necesitaban hay personas como Dale, Hershel, Ty y Beth que se quedarán en la memoria.

—Aún quedan buenas personas, Alice.

—Las buenas personas no sobreviven.

Beth diciendo que fuera yo quien acabaría con su dolor se acercó a mí con una sonrisa.

—Buenas noches cariño— dije colocándome enfrente de ella aún con lágrimas que bajaban de mi rostro

Beth sonrió.

—Nunca olvides esto: Nunca estás a salvo—citó las mis palabras que Shane.

Colocando el arma en su sien, jale el gatillo.