模糊

destiny.

Removiendo un par de arbustos mi nombre fue gritado a todo pulmón, alce mi vista encontrándome con Carl que corría con una sonrisa hacia mi. En el momento en que llegó a mi lo abrace elevándolo por los aires ganándome una risa sonara del menor.

—Estas herida— susurró inconscientemente solté una leve risa.

—Eso ya no importa— le di un beso en la frente— ¿Cómo estás tú?

—Bien, supongo. —retire el sombrero de shérif para poder así despeinar su cabello.

Rubén adelantándose camino hacia dónde era nuestra antigua camioneta para poder rebuscar entre los sillones; bajando a Carl, este tomo de mi mano.

Rick llegando a nuestro lado me dio una sonrisa sin mostrar sus dientes: —Estas sangrando—dice a la par que tira de mi cintura, Carl solamente soltó mi mano y dio un par de pasos hacia atrás —, Hijo ayuda a Lori a buscar algo de utilidad —acatando su orden camino alejándose de nosotros. —Ven, déjame curarte eso.

—No es grave —lo detuve, dispuesto a protestar lo calle dándole un leve beso en sus labios. —¿Qué tal te encuentras?

—Perdimos a Andrea, y a...

—De seguro están juntos —lo interrumpo antes de que mencione al pelinegro. —ambos ahora mismo, Andrea y Miguel Ángel deben estar juntos, buscándonos.

Rick apretando sus labios formando una línea recta asintió constantemente. Como si quisiera creer en mis palabras.

—Mientras nos mantengamos juntos, estaremos bien. ¿Vale? —dice tomándome de los hombros.

—¿Por cuánto tiempo? —cuestione, agachando mi mirada negué constantemente —. Ya no hay lugar seguro

—Mientras haya vida, hay esperanza, quizá no aquí pero en algún otro lugar la hay —, añade para después envolverme entre sus brazos.

Jamás había sentido la seguridad cerca o poder tener la oportunidad de imaginarla. Desde hace tiempo deje de pensar en eso, sin embargo ahora que estaba entre los brazos de Rick Grimes me hacía sentir a salvo. Como si nada de nuestro alrededor importara.

Separándonos, entrelazo su mano con la mía. Como si no quisiera que me apartara de su lado; estaba claro yo sobreviviría gracias a dos hombres que cargan con el apellido Grimes. Guiándome hacia un auto; de la cajuela sacó una aguja e hilo. En estas situaciones —Gracias a mi Virus T— no sentía clase de dolor. Eso ya no lo podía sentir.

—¿Duele? —pregunta el ojiazul.

—Algo —mentí.

A tal mirada de concentración, hice bizcos para después sacar la lengua ganándome una risa por parte del rizado.

—Listo —informa guardando las cosas en lo que parecía ser un botiquín improvisado.

—Oye Alice —me llama Rubén haciéndome girar, en sus manos se concentraba ese viejo mapa que cargábamos hace un par de días a todos lados —, La CDC está en 15 kilómetros de aquí, si nos movemos ahora podemos llegar al anochecer.

Rick dándome una sonrisa se levanto de su lugar; —¡Iremos a la CDC! —avisa llamando la atención de todos.

Levantándome de mi lugar me coloqué a lado de Rubén.

—¿Qué pasa si Umbrella está ahí? —pregunte en un susurro.

—Los matamos. —contesto.