模糊

thank you.

Ocultándonos detrás de aquel árbol ambos soltamos un suspiro, cansados. Correr detrás de una horda en todo momento lo hacía aún más costoso; —La horda está marchando bien, si sigue así en 10km Alexandria estará en sonó segura —informa el rubio.

—Creo que...

Antes de poder proseguir unos gritos sumamente desgarradores nos hicieron girar a ambos. Rubén maldiciendo por lo debajo comenzó a correr una vez más, Samuel era mordido en el rostro, él rubio sin dudarlo le quito el caminante de encima para después enterrar con rapidez su machete en uno de los costados del cráneo de este.

—Tranquilo —susurra —Joder hombre cállate.

Acercándome a la escena flexione mis rodillas para enterrar mi cuchillo en la nuca del hombre que se había negado dejar de gritar, Rubén agradeciéndome con la mirada, sus ojos se desviaron a los mío. Confundida gire un poco notando como Heath me veía fijamente

—Esta bien, la horda no se desvió de la carretera —comenta Rubén provocando que la mirada del moreno se desviará de mi. —Debemos...

Antes de poder terminar su orden el sonido de una bocina comenzó a resonar por el bosque.

—Ese sonido viene de casa—me apresuré en decir.

Todos los presentes volvimos nuestras miradas a la horda que ahora la mitad de ella comenzaba a caminar hacia la dirección de la bocina; —¡Corran! —ordena en un grito Rubén, sin vacilar, todos comenzamos a correr por el bosque.

Nuestras piernas de vez en cuando teníamos que alzarlas para poder esquivar rocas o raíces, pero en ningún momento nadie se detuvo. —Ya estamos lo suficientemente lejos—informa Michonne.

Todos deteniéndonos, comenzamos a caminar entre jadeos. —Debo regresar el punto amarillo, puedo cerrar la horda en la última desviación. Tomaré la RV del lugar. —indica Rubén a la par que se detiene viéndonos fijamente a todos —, necesito que ustedes regresen a casa y callen esa bocina.

—¿Estás loco? El punto amarillo está a cinco kilómetros de aquí, no llegarás a tiempo. —interviene la pelinegra dando un paso enfrente llamando la atención de Rubén.

—No lo sabré si no lo intento, debo desviar la horda. Alexandria depende de todos nosotros. Así que detengan esa bocina —ataca Rubén llevando sus manos a las caderas.

Rubén señalándonos a; Michonne Glenn y a mí, nos hizo un movimiento con la mandíbula para poder seguirlo. —Ustedes deben guiarlos hasta a casa, algunos no podrán lograrlo pero deben seguir. —me observó a mi—Estas a cargo de que ellos lleguen a casa ¿De acuerdo?

—Denlo por seguro—respondo tomando con fuerza su hombro.

—Si sucede algo, tienen la radio para poder hablarme. Todos corran ahora—pide Rubén.

Dándome una sonrisa, comenzó a correr alejándose del lugar. Podía observar su espalda que en cada movimiento se movía; —Sigamos no hay que perder tiempo—indicó para poder comenzar a caminar al lado contrario por donde se había marchado el rubio.

—Mi nombre es Rubén Doblas, espero que seamos buenos amigos. —se presenta el rubio extendiendo su mano enfrente mío.