模糊

human.

Ruben utilizando los dones del Virus-T aumento su velocidad para poder correr hacia Albert, sin embargo este esquivando el golpe del rubio, lo golpeo en el cuello dejandole inconsciente;—¡Rubén!—grite dando un  un paso enfrente y en menos de un segundo tenía a Albert frente a mi enterrándome algo en el cuello.

Sosteniendo mi cuello, comence a sentir como este nuevamente se cerraba a la par que mi cuerpo tenia espasmos. Cerre mis ojos tratando de aquel dolor dejara de crecer;— ¡Alice!— me llaman sin embargo no puedo moverme para poder responder.

—¿Qué le has hecho cabrón?

—Le devolví algo, que por pertenencia es suyo—contestó Albert con ironía.

El aire volvió a mis pulmones, e increíblemente la fuerza volvió hacia mi. Abriendo mis ojos note que aquello que había perdido a vuelto a mi.

Mi Virus-T estaba en mi una vez mas.

Levantandome, me coloque a lado de Rick;—Como sabrás Alice ya no quiero guerra, te e devuelto el Virus por sólo una razón.—se apresura en decir Albert colocándose a lado de la líder de Alexandria.

—¿Razón?—cuestione tratando de mantener una postura mas firme.

—Alexandria es el único refugio en pie, los que vez aquí adentro son los últimos supervivientes en la tierra querida—dice Albert—Por eso te estado buscando, a ti y a Rubén—añadió—Si no quieren que sea el fin de la humanidad tienen que proteger está comunidad.

—¿Estás de Coña?—pregunta Rick

—Proyecto Alice acompáñame—añade Albert haciendo una seña con su mentón, caminando lentamente hacia él, lo seguí por detrás.

Llevándome aun balcón me mostró a los mismos caminantes que observe aquella vez con Ruben, sin embargo desde aquí se veían mas cerca y lo peor de todo es que aquellos caminantes tenían una dirección.

—Si esos caminantes llegan...

—Destruirán Alexandria—lo interrumpo.

—No lo hagas por mi, me odias lose... pero que tal si lo haces por Miguel, quizá el hubiera hecho esto, tienes que defender Alexandria—añadió.

—No menciones a Miguel, hijo de puta—intervengo tensando la mandíbula.

—Entonces hazlo por esas personas, el fin de la humanidad está en tus manos y en las de Rubén.

—Acepto, pero no lo haré por ti, lo haré por mi familia, por Rick y Carl—lo vi a los ojos—Pero con una condición.

—¿Cuál?

—Que Rick y Carl no se enteren de esto.

Estrechamos las manos sin decir nada.