Ya había pasado una semana desde que salvamos a las Hadas y de la llegada de mi nuevo compañero de misiones. Muchas cosas habían cambiado, como por ejemplo el aumento de cazadores en estos día en el bosque mágico.
También en estos días habíamos habilitado cabañas para las Hadas y que de esa forma estuvieran más cómodas, sin embargo Sia y Angela prefirieron quedarse con migo. por mi no había ningún problema ya que esas niñas eran muy dulces y me ayudaban mucho en casa así que ellas habían pedido permiso a las Sabias quiénes sucedieron gustosas.
La verdad es que les había tomado mucho cariño a las enanas, ya ahora las consideraba como mis hermanitas menores y estaba dispuesta a hacer todo lo que estuviera en mis manos para que sus vidas no fueran como las de todos los demás seres mágicos. yo quería que ellas fueran libres y lo conseguiría, eso lo daba por hecho.
Por otra parte Las Sabias habían decidido que yo y Vanne nos quedaríamos de guardia por un tiempo indeterminado ya que eramos las que hasta ahora habíamos hecho el mejor trabajo protegiendo el portal, esa decisión aún que fue precipitada me alegro ya que quería hacer todo lo posible por proteger a los que amo.
Obelix era un compañero de combate increíble. Ya que él podía volar le era fácil localizar a los enemigos y yo solo tenia que ir y deshacerme de ellos, aún que eso sonara mal era necesario, era parte de nuestra supervivencia.
Ahora mismo me encontraba haciendo guardia de nuevo, estaba recargada en el tronco caído de un árbol esperando a que Lix regresará y me informara de si habían enemigos en el perímetro. como era habitual llevaba puesto el traje de combate y tenia mis armar preparadas por si acaso, además de tener siempre con migo la pequeña esfera de luz blanca para transportarme de vuelta a la comunidad por si había una emergencia.
A lo lejos divice el cuerpo de Lix que se remontaba por el cielo como el majestuoso animal de fantasía que era, aún no podía creer que fuera posible el que yo lo pudiera haber salvado, pero así era.
Lix aterrizó con gracia y elegancia para después acercarse a mí ya convertido en el pequeño hurón blanco que subió por mi cuerpo y como ya era costumbre en él, se enroscó en mi nuca.
-Tres cazadores poco armados hacia el sur en aproximadamente 6 metros- me informo con susurros en el oído que me causaban escalofríos por toda la espalda. lo mire y asentí con entendimiento.
-Vamos a por ellos- me encamine decidida a cumplir mi papel como guardiana de la comunidad pero a medida que caminaba me preguntaba, ¿por que últimamente los cazadores venían mas seguido a los bosques?, tenia la sospecha de que era por que les impedimos el ataque en la comunidad de Hadas, pero no estaba segura, después de todo nadie se había enterado de que habíamos sido las Ninfas.
Antes de que pudiera sacar más conclusiones llegamos al claro donde se encontraban aquellos jóvenes cazadores poniendo trampas, estaba lo suficientemente cerca para escuchar lo que discutían y al tratarse de las Ninfas decidí escuchar antes de atacar, puede que obtuviera algo de información importante.
-¿Escucharon el anuncio?- pregunto un pelirrojo de ojos negros a los demás cazadores quienes dejaron de hacer lo que hacían y le pusieron atención.
-Yo si, espero que sea verdad- le contesto un rubio de ojos azules que vestía de negro, aún qué ahora que me fijo bien todos visten de negro.
-Claro que es verdad, mi manada siempre cumple lo que promete- me quede por un momento hipnotizada mirando al apuesto chico que afirmo las sospechas de los dos humanos, sus rasgos eran finos pero firmes, su piel era bronceada como si el sol lo hubiera besado, sus ojos eran de un tono esmeralda que nunca en mi vida había visto además de tener un cuerpo tonificado y musculoso que seguramente le resultaba efectivo a la hora de buscar pareja. aún que no estaba tan cerca podía ver que su altura era mayor a la de los otros dos chicos, era un joven muy atractivo.

ESTÁS LEYENDO
Ninfas De La Música (En edición).
FantasyEsta es la historia de cuando el ser humano llevo casi a la destrucción el planeta cuyo único propósito era ser un refugio. -Los humanos son seres destructivos, son una plaga que se debe mantener bajo supervisión- La inesperada aparición del mundo m...